Publicado en Voces

Las tecnofinanzas y los mercados de capital: los próximos pasos

 

El financiamiento para el desarrollo es vital. Para muchos países en desarrollo, los déficits de este financiamiento afectan las posibilidades de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS ) y de brindar apoyo a sectores críticos de la economía. Contar con mercados de capital eficientes y resilientes puede contribuir a subsanar estos déficits —como la situación que afecta a 1600 millones de personas que carecen de una vivienda adecuada, o los USD 5,2 billones en financiamiento que se requieren para las pequeñas y medianas empresas en el mundo en desarrollo. Los mercados de capital pueden ayudar a atraer capital privado para financiar sectores estratégicos. La existencia de sólidos mercados de capital locales protege a las economías de la volatilidad de los flujos de capital y reduce la dependencia del endeudamiento externo.

La colaboración con las autoridades reguladoras y los bancos centrales para abordar el delicado equilibrio entre riesgos y oportunidades es un aspecto fundamental de nuestra labor  en el Departamento de Prácticas Mundiales de Finanzas, Competitividad e Innovación (FCI) del Grupo Banco Mundial.  De hecho, para muchos de nuestros asociados y clientes, esta es una visión que se caracteriza por altos riesgos y aplicaciones que ofrecen grandes recompensas. Y si bien las tecnologías financieras se justifican claramente por su impacto transformador en las sociedades, los modelos de negocios, los productos financieros y el futuro de los mercados, su aplicación aún está en la etapa de prueba de concepto. El paso de la etapa piloto a la adopción en mayor escala exige comprender los riesgos de manera más racional y concebir medidas de mitigación proporcionales a tales riesgos. La atención en este aspecto obedece a la necesidad de contar con normas y principios de integridad, eficiencia y resiliencia de los mercados que permitan atender las necesidades de financiamiento a largo plazo de las economías en desarrollo y emergentes.

La experiencia varía de un país a otro. En el FCI exploramos constantemente interrogantes y posibilidades en materia de seguridad, eficiencia y rendición de cuentas que puedan adaptarse a la gran variedad de experiencias en tecnofinanzas que promovemos. Es justo señalar que la experiencia con las tecnofinanzas como manifestación de la forma en que la tecnología está transformando nuestras vidas es relativamente reciente, pero el ritmo de cambio no tiene precedente .  Nuestro desafío es hacer frente a la velocidad de este poder transformador de una manera que no menoscabe nuestros principios sino que, por el contrario, impulse el cambio para empoderar a los consumidores y pequeñas empresas y, al mismo tiempo, contribuya a crear economías funcionales.

Entre los principios clave que definen el progreso en este momento se cuenta esta nueva base de confianza fundada en la transparencia de los datos, de la que pueden ser partícipes todas las partes interesadas. Al hacer posible la sincronización de los sistemas y los consumidores, disminuyen los costos que suponen los errores y las duplicaciones. Se puede actuar con mayor rapidez y la mitigación de riesgos ocurre más tempranamente. Comprender qué es lo que la tecnología aporta y qué no es un elemento fundamental de la asesoría que brindamos a los clientes.  

Las tecnofinanzas tienen un enorme potencial para transformar las finanzas y los mercados de capital.   Instituciones como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) han estado analizando los mercados financieros basados en datos y lo que se puede aprender de ello. En los países del Grupo de los Veinte (G-20), la educación financiera digital reviste prioridad para garantizar que las tecnologías financieras beneficien por igual a los clientes a la hora de elegir inteligentemente los productos financieros. Gran parte de nuestra labor en los mercados financieros y de capital también se centra en las bases de una economía digital que permitirá a millones de personas y pequeñas empresas tener acceso a financiamiento, administrar una cuenta de ahorro y transferir pagos de manera segura. El seguimiento que realizamos en muchas economías indica que los avances son más acelerados en aquellas donde las medidas de política no interfieren con los principios de mercado fundamentales. Aquellas entidades reguladoras que actúan más allá de su mandato están contribuyendo a la protección de los consumidores, la adecuada conducción de los negocios y el establecimiento de las bases para la estabilidad financiera.

En el próximo capítulo sobre la regulación del sector de tecnofinanzas se pondrá énfasis en la proporcionalidad y en un cambio de la regulación de las instituciones a la regulación de las actividades. Las pequeñas empresas fintech tienen un perfil de riesgo muy diferente del de los grandes bancos. Hay una gran necesidad de fijar nuevas reglas para las tecnologías. Sin embargo, en dichas reglas se tendrá que tener en cuenta el acelerado ritmo de cambio tecnológico. Solo se tendrá éxito si las reglas son neutras con respecto a la tecnología y se basan en principios, de modo de no afectar las perspectivas de las aplicaciones de tecnofinanzas en muchos países en desarrollo.

En los últimos años, la aparición de centros de tecnofinanzas ha sido sumamente valiosa para reunir a las distintas partes interesadas con el fin de compartir sus conocimientos, sus éxitos y desafíos, y su evaluación de los riesgos y las oportunidades. La interacción con expertos, inversionistas, investigadores, bancos, consumidores, autoridades reguladoras e instituciones financieras está facilitando el flujo de nuevas prácticas y aplicaciones, y promoviendo, al mismo tiempo, la cooperación internacional en las jurisdicciones y entre estas, lo que podría llegar a minimizar el arbitraje regulatorio y la fragmentación.

Es verdad que en muchas economías en desarrollo la infraestructura, las instituciones y la tecnología de la información necesarias para posibilitar las tecnofinanzas no están muy avanzadas. También es cierto que las tecnofinanzas no eliminarán las ineficiencias del mercado. Sin embargo, la realidad es que las tecnofinanzas pueden subsanar gran parte de estas deficiencias.

Para obtener más información sobre nuestra labor en el sector de las tecnofinanzas, haga clic aquí. (i)


Autores

Alfonso Garcia Mora

Director mundial del Departamento de Prácticas Mundiales de Finanzas, Competitividad e Innovación

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