Perú: visiones del desarrollo a 4 mil metros de altura

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Pasco, Perú. Esta comunidad de los Andes parece distinguirse por tener muchos hitos: a 4,380 metros de altura, es la más alta del Perú y una de las más antiguas del país. Cuna de la milenaria cultura Wari, es hogar de diversos pueblos que honran sus tradiciones y buscan mejorar sus condiciones de vida.

De hecho, Pasco es también una de las ciudades andinas más pujantes, con pequeños agricultores y ganaderos que ahora venden sus productos al resto del territorio nacional.

Sin embargo, como líderes indígenas me expresaron durante mi visita, sus comunidades aún enfrentan grandes retos. Entre ellos, la necesidad esencial de un mejor sistema de agua y saneamiento, además de las oportunidades de educación y empleo.

Esta situación no es única en los Andes peruanos. Existe en el resto de América Latina. Porque si bien los pueblos indígenas han logrado avances sociales significativos, sobre todo durante la bonanza de las materias primas, aún enfrentan rezagos importantes, como lo muestra nuestro estudio Latinoamérica Indígena en el Siglo XXI.

La pobreza cayó en Perú, Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador. En otros países, como México y Nicaragua, se cerró la brecha educativa que por décadas excluyó a los niños indígenas.  Sin embargo, las comunidades indígenas no se han beneficiado en la misma medida que el resto de los latinoamericanos, pues aún muestran tasas de pobreza que son en promedio dos veces más altas que para el resto de la población.

Por ello, mantener un diálogo y cooperación permanentes con las comunidades indígenas es esencial en nuestro trabajo.  Y es justamente en este marco que tiene lugar mi visita. 

En concreto, me reuní con pobladores y líderes indígenas de las comunidades de Batanchaca y Pucayacu. Hablamos sobre sus logros y desafíos, compartimos sus puntos de vista sobre un desarrollo inclusivo y respetuoso de sus culturas.

Asimismo estuve en Pariamarca, donde pude ver de primera mano cómo el Proyecto de Desarrollo Rural en la Sierra ¨Aliados¨ ha mejorado la calidad de vida de miles de personas.  Gracias a esta iniciativa, respaldada  por el Banco Mundial, más de 36.000 familias rurales del Perú tienen mayor acceso a los mercados, a nuevas tecnologías y a capacitación para el manejo eficiente de sus propias empresas. Tan solo en esta región, más de 7.000 productores tienen planes de negocio y de desarrollo auspiciados por Aliados. 

Su éxito lo ha llevado a ser replicado en seis departamentos de Perú e incluso en países como Bolivia y Ecuador. Algo digno de notar es que gran parte de sus beneficiarios son mujeres y cerca del 27% de las organizaciones que participan en Aliados son lideradas por ellas. Tal es el caso de Vilma ­­­Pando, quien, junto a 29 familias de su comunidad, maneja un negocio de producción de queso artesanal.

Sea fabricando quesos, cultivando la multifacética papa peruana o criando alpacas, estas familias tienen ahora más oportunidades para disfrutar de una mejor calidad de vida. Los invito a ver y compartir estas imágenes, poderosos testimonios de nuestro compromiso con estas comunidades.

Proyecto de desarrollo rural en el Perú - Aliados

Autores

Jorge Familiar

Vicepresidente y Tesorero, Banco Mundial y Administrador de los Planes de Pensiones, Grupo Banco Mundial