Gestión de riesgos para el desarrollo

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Supongamos que un líder político implementa una política que da lugar a una crisis económica que no se habría producido si no hubiera aplicado esa política en este caso. En tal situación, nos sentimos inclinados a tratar con mano dura dicha política y criticar severamente la decisión. Sin embargo, esto sería un error.

Para ver el error —como para observar tantas cosas en la vida— vale la pena convertir esto en un problema más abstracto.

Alguien está por tirar un dado (que no favorece a nadie), pero antes de eso usted tiene que elegir entre A y B.

Si elige A y el resultado del dado es 1 o 2,  y si elige B y el resultado es 3, 4, 5 o 6 y  todo estará bien. De lo contrario, hay una grave crisis alimentaria.

¿Qué debería hacer?

Un poco de reflexión deja claro que debe elegir B. Si después de eso el dado muestra el 1, por supuesto habrá una crisis, pero ese resultado desastroso no transformaría su decisión en algo equivocado. De hecho, si tuviera que volver a jugar, debería hacer la misma elección.

Es la existencia del riesgo (en el ejemplo anterior, el rodar de los dados) lo que crea la brecha entre una buena decisión y un buen resultado, ilustrando de esta manera cómo el riesgo no solo complica el diseño de las políticas, sino también su evaluación retrospectiva.

Al mismo tiempo, el riesgo impregna la vida y —por lo tanto—, no se puede evitar. El modo en que manejemos esta característica ubicua de nuestra existencia puede hacer una gran diferencia en cómo vivimos.

Esto es más evidente en la formulación de políticas de desarrollo. Con esto en mente, el tema del Informe sobre el desarrollo mundial (IDM) 2014 (i) será la gestión de riesgos para el desarrollo.

Esta es una elección adecuada dada la serie de crisis económicas y mundiales, y los grandes desastres naturales que ha enfrentado el planeta en los últimos cuatro años.

El papel que desempeña la gestión de riesgos en el desarrollo y la reducción de la pobreza no ha sido estudiado adecuadamente en el Banco Mundial ni, probablemente, en otras partes.

Muchas personas suelen centrarse  en los riesgos específicos (como crisis financieras, sequías o desastres naturales) cuando estos se presentan más que en el proceso de gestión de riesgos.El equipo que elabora el informe está partiendo de la premisa de que una responsable y eficiente gestión de riesgos es fundamental no solo para mitigar los efectos de las crisis y los peligros sino también para que los individuos, las familias y los empresarios busquen nuevas oportunidades de crecimiento y prosperidad.

Es necesario tener en cuenta que la gestión de  riesgos no se debe equiparar con la evitación de estos.

Una excesiva prevención puede impedir el crecimiento y el progreso. Se puede argumentar que si una persona es anciana, viajera frecuente, y nunca ha perdido un vuelo,  ha estado yendo al aeropuerto muy temprano y ha perdido mucho tiempo.

Debo advertir al lector que esto no significa que debe perder rápidamente un vuelo y equilibrar las cosas. Simplemente pone de manifiesto que, en un entorno con riesgos, no está bien enfocarse en evitar malos resultados. El secreto es gestionar correctamente los riesgos y esto por supuesto es más fácil decirlo que hacerlo.

Como es de esperar, será una tarea difícil desarrollar recomendaciones claras y aplicables sobre políticas para una serie de actores del desarrollo, incluidas las instituciones financieras internacionales, la comunidad de donantes, los Gobiernos, las organizaciones no gubernamentales (ONG) y la sociedad civil.

El diseño de medidas prácticas para mejorar la gestión de  riesgos a nivel individual, familiar, empresarial, nacional y mundial es útil y esencial, sobre todo cuando los riesgos pueden provocar pérdidas irreversibles y a largo plazo. Pero evitar los riesgos de manera decidida puede, a su vez, disminuir las oportunidades.

La elaboración del informe se encuentra todavía en la fase inicial, pero el equipo ya ha realizado una primera serie de consultas tanto a nivel interno como externo, en particular con la Red Global de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Reducción de Desastres, las Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el Organismo Japonés de Cooperación Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Foro Económico Mundial y diversos Gobiernos.

Norman Loayza, (i) director del informe, está preparando el lanzamiento de un sitio web y el inicio de consultas en línea sobre el IDM en 2013. Los lectores del blog Let’s Talk Development (Hablemos sobre el desarrollo) podrán recibir información actualizada en este espacio próximamente.

Autores

Kaushik Basu

Former Chief Economist & Senior Vice President of the World Bank