¿Estamos haciendo lo suficiente para garantizar que todos los niños puedan alcanzar su pleno potencial? Investigaciones indican que los primeros años de vida de un niño son cruciales para su desarrollo y éxito a largo plazo, pero aún existen brechas de conocimientos sobre cuál es la mejor manera de lograr avances.
Las inversiones tempranas en la infancia afectan fuertemente los resultados de desarrollo humano, como la salud o los ingresos a lo largo de la vida. Sin embargo, a pesar de las pruebas abrumadoras sobre la eficacia de las inversiones en el desarrollo en la primera infancia, todavía existen deficiencias significativas en la prestación del apoyo necesario a los niños, en particular aquellos pertenecientes a familias de bajos ingresos. Por ejemplo, 250 millones (i) de niños menores de 5 años, o el 43 % de toda la población infantil de los países de ingreso bajo y mediano, no alcanzaron su pleno potencial, que incluye el desarrollo cognitivo o socioemocional, en 2016.
Determinar cuáles son las intervenciones eficaces
Las intervenciones universales e integrales en la primera infancia constituyen un nuevo enfoque que podría mejorar significativamente los resultados educativos. Dadas las deficiencias en el apoyo existente, es fundamental comprender la eficacia de los diferentes programas. En un artículo reciente (PDF, en inglés), publicado en el Journal of Population Economics, se explora el impacto de una iniciativa pionera llamada Chile Crece Contigo (ChCC), que se inició en este país en 2007. ChCC es uno de los primeros programas integrales y universales de desarrollo en la primera infancia del mundo, que ofrece una gama de servicios a los niños y sus familias. El Banco Mundial (PDF, en inglés) ha participado activamente prestando asistencia técnica en el diseño del mencionado programa a través de su estrategia “Invertir en la primera infancia”.
El ChCC se destaca como una iniciativa precursora debido a su enfoque universal e integral. Se focaliza en todos los niños de Chile, proporcionando una amplia gama de servicios, desde controles prenatales hasta acceso a sistemas públicos de salud, guarderías y jardines de infantes, y apoyo para familias vulnerables. En el programa se aplican las mejores prácticas identificadas en la bibliografía sobre el desarrollo infantil. Estudiar el CHCC es de gran relevancia normativa, ya que ha servido de modelo para intervenciones similares en otros países.
Los programas integrales y universales de desarrollo en la primera infancia tienen efectos positivos
Las conclusiones del estudio indican que la exposición a los programas tiene impactos positivos e importantes en los resultados educativos. Si bien los efectos son pequeños en comparación con las intervenciones alternativas analizadas en la bibliografía académica, no dejan de ser útiles. Además, el impacto del programa en los resultados educativos es eficaz en función de los costos, ya que se amortiza a largo plazo mediante el aumento de los ingresos a lo largo de toda la vida y, por lo tanto, el incremento de los ingresos fiscales del Gobierno. El valor marginal de los fondos públicos, una medida de la relación costos-beneficios de las políticas públicas que enfrenta el Gobierno, es elevado en comparación con otros programas de desarrollo en la primera infancia. Investigaciones (i) señalan que las políticas focalizadas en los niños a menudo generan rendimientos más elevados que las políticas focalizadas en los adultos. En general, las conclusiones ponen de relieve la eficacia en función de los costos y los beneficios en términos de bienestar social del programa CHCC, también en comparación con otras intervenciones. En futuras investigaciones se podría llevar a cabo un análisis de costos y beneficios más completo del ChCC, y considerar otros resultados distintos de los educativos.
El estudio también revela que los efectos de la exposición al programa varían según la situación socioeconómica. Los niños de entornos desfavorecidos tienden a beneficiarse menos del programa que sus pares. Esto subraya la necesidad de abordar los factores que impulsan las brechas preexistentes entre los diferentes grupos socioeconómicos y de mejorar el diseño de intervenciones integrales a fin de garantizar resultados equitativos para todos los niños.
Las intervenciones integrales y universales son beneficiosas, pero es recomendable poner especial atención en los niños vulnerables
Las conclusiones recalcan la importancia de las inversiones tempranas para los resultados a largo plazo y proporcionan información a los responsables de formular políticas y los profesionales que trabajan en el campo del desarrollo en la primera infancia. Los encargados de la formulación de políticas deben comprender el impacto de las diferentes intervenciones e identificar posibles puntos de partida para la mejora de los programas existentes. Para ello es necesario contar con datos sólidos en el sector educativo y tener en cuenta las evaluaciones durante la fase del diseño de este tipo de iniciativas. Al identificar los programas que funcionan mejor en cada contexto, podemos implementar la solución más eficaz y eficiente en función de los costos. Por consiguiente, trabajamos para cerrar las brechas existentes en el desarrollo en la primera infancia y, en el fondo, proporcionar a cada niño la base que necesita para prosperar.
El Banco Mundial participa en varios proyectos relacionados con el desarrollo en la primera infancia. Entre 2018 y 2020, las inversiones en el desarrollo en la primera infancia representaron el 11 % del financiamiento de la AIF (PDF, en inglés). Los esfuerzos generales se relacionan con asociaciones, por ejemplo, con Unicef, Unesco o la OMS, y con la participación externa. Además, hay financiamiento catalizador para crear la cartera de proyectos y mejorar la calidad de esta a través de donaciones a los países. Adicionalmente, los equipos elaboran estudios analíticos mundiales y nacionales para fundamentar el desarrollo en la primera infancia y encontrar soluciones. El fortalecimiento de la capacidad, tanto externa como interna, es otra esfera importante.
El documento que se analiza en este blog indica que, aunque los programas integrales de desarrollo en la primera infancia son una inversión valiosa, debemos prestar más atención a cómo llegar a los niños y las familias más vulnerables.
Para obtener más información, lea el documento: Middle-run educational impacts of comprehensive early childhood interventions: evidence from a pioneer program in Chile (springer.com) (i).
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