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¿Por qué la pandemia no ha aumentado la preocupación por las pérdidas de aprendizaje en América Latina? Los peligros de una crisis invisible

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School class in Guatemala School class in Guatemala

Hoy existen pruebas abrumadoras de que el aprendizaje de los niños cayó en picada durante la pandemia de COVID-19, particularmente en América Latina. Sorprendentemente averiguamos que en la región no se pide con ahínco a los sistemas escolares que tomen medidas para la recuperación del aprendizaje, como sucede en el resto del mundo.

Hace poco, uno de nosotros (Gabriel) habló con el maestro de quinto grado de su hija en una escuela privada en las afueras de Bogotá, Colombia. Los docentes se habían mostrado optimistas acerca del aprendizaje durante la pandemia porque la mayoría de los estudiantes al parecer habían participado en las clases en línea. Sin embargo, la impactante realidad de la pérdida de aprendizaje se hizo evidente cuando los alumnos volvieron a las aulas. Esto es en el mejor de los casos en una escuela con recursos adecuados, con todos los elementos para que el aprendizaje a distancia sea al menos parcialmente eficaz: Internet de alta velocidad, computadoras portátiles, padres con un buen nivel educativo y una escuela dotada con recursos suficientes.

Para muchos otros, la educación a distancia significó un aprendizaje escaso o nulo. Los niños de América Latina y el Caribe han sentido estos costos más agudos, ya que han sufrido de manera consecutiva algunos de los cierres de escuelas más prolongados producto de la COVID-19 (PDF, en inglés). Los estudiantes de la región perdieron, en promedio, un año y medio de aprendizaje, y la mayoría volvió a las aulas en 2022.

Medición de la cobertura mediática

Evaluamos el nivel de atención mediática que recibieron las pérdidas de aprendizaje y los cierres de escuelas en 18 países utilizando Media Cloud (i). Esta plataforma reúne a las fuentes de noticias en línea, y nos permitió analizar la frecuencia de las menciones de estos temas entre enero de 2020 y diciembre de 2021 (usted puede explorar otros períodos), analizando los términos: “pérdidas de aprendizaje”, “educación a distancia” y “cierres de escuelas”. También comparamos los resultados con los términos “desempleo” y “vacunas”. Interpretamos la proporción de menciones de un término como un indicador del grado de interés público en el tema.

En los países de América Latina la cobertura mediática relativa al aprendizaje es menor en comparación con los parámetros de referencia. El porcentaje de artículos en que se mencionan las palabras “desempleo” o “vacunas” es similar en todos los países. El término “cierres de las escuelas” se mencionó en el 0,3 % de los artículos en América Latina, el 2,3 % en Canadá y el 3,1 % en Estados Unidos. De manera similar, existen diferencias en las menciones sobre “pérdidas de aprendizaje” y “educación a distancia”. Nigeria y Sudáfrica también son objeto de más menciones relacionadas con el aprendizaje, por lo que no se trata simplemente del nivel de ingreso de los países.

Gráfico 1: Cobertura mediática de temas de educación y salud determinados durante la pandemia en países y regiones seleccionados

Cobertura mediática de temas de educación y salud
Nota: Media Cloud se utiliza para analizar la cobertura mediática en América Latina (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Uruguay) y en otros lugares. Gráfico más grande (i).


¿Las personas están menos preocupadas por las pérdidas de aprendizaje en América Latina?

Interpretamos que estos patrones indican que los cierres de escuelas y las pérdidas de aprendizaje han generado menos preocupación pública en América Latina, al menos entre los medios de comunicación y sus lectores. ¿Por qué sería eso?

La matriculación en escuelas privadas de América Latina es una de las más altas del mundo (PDF, en inglés), y se concentra entre los ricos: el 50 % de los niños del quintil más rico tienen más probabilidades de ir a una escuela secundaria privada, en comparación con el 4 % de los niños más pobres. Es probable que la mayoría de las élites y los lectores de los medios de comunicación envíen a sus hijos a escuelas privadas, donde la educación a distancia fue más satisfactoria y los cierres menos prolongados. Esta podría ser una posibilidad por la que las pérdidas de aprendizaje recibieron una baja atención en los medios.

Gráfico 2: Porcentaje de matriculación en escuelas privadas, por quintil de riqueza (PISA, 2018)

Porcentaje de matriculación en escuelas privadas, por quintil de riqueza

Una segunda posibilidad podría ser que la falta de cobertura refleje una menor preocupación por la educación en las sociedades latinoamericanas, ya sea porque las familias están satisfechas con los recursos existentes, o no son plenamente conscientes de la magnitud de la crisis del aprendizaje. Esto coincidiría con la observación general de que los latinoamericanos expresan satisfacción con sus sistemas educativos a pesar del mal desempeño de estos.

A nivel mundial, observamos que la satisfacción con el sector educativo guarda cierta correlación con una medición objetiva de su calidad: la proporción de niños que pueden leer y entender un texto apropiado para su edad (medida por el indicador Pobreza de aprendizajes [i]). Sin embargo, este patrón no se mantiene en los países latinoamericanos. En la región, los países con los niveles más altos de pobreza de aprendizajes, como Nicaragua, República Dominicana y Guatemala, también registran la mayor satisfacción con el sistema educativo. Chile, con los niveles más bajos de pobreza de aprendizajes en la región, presenta la menor satisfacción con el sistema educativo existente.

La correlación no es causalidad. Por ejemplo, los sistemas educativos pueden tener mejores resultados porque los padres tienen expectativas más altas sobre los resultados de aprendizaje. Sin embargo, el bajo nivel de aprendizaje puede ser un problema invisible para muchos padres. Incluso si los padres están conscientes de ello, el acceso a las escuelas ya beneficia enormemente a sus hijos.


Gráfico 3: Correlación entre la satisfacción de la población adulta con el sistema educativo de su país, y la pobreza de aprendizajes

Correlación entre la satisfacción de la población adulta con el sistema educativo de su país, y la pobreza de aprendizajes


Reconocer la crisis del aprendizaje

La combinación de lo que creemos es la falta de preocupación pública por las pérdidas de aprendizaje y la satisfacción con los sistemas educativos (especialmente en lugares con alta pobreza de aprendizajes) podría generar un resultado peligroso para la generación de niños y jóvenes que estudiaban durante la pandemia de COVID-19 en América Latina. Los países y las familias no analizan suficientemente las pérdidas de aprendizaje en los lugares con niveles de aprendizaje más bajos antes de la pandemia, y pueden dejar a sus hijos aún más rezagados.

Existe una mayor coincidencia (i) de que la recuperación y aceleración del aprendizaje debe comenzar con un compromiso político sostenido, junto con apoyo público. En primer lugar, es necesario reconocer el alcance de la crisis del aprendizaje, que se ha profundizado debido a las pérdidas de aprendizaje. El interés por los cierres de escuelas y la educación a distancia ha disminuido con el tiempo, mientras que la atención en las pérdidas de aprendizaje aumentó a mediados de 2022. Lamentablemente, el interés volvió a disminuir poco después.


Gráfico 4: Cobertura mediática a lo largo del tiempo en América Latina y el Caribe (ALC)

Cobertura mediática a lo largo del tiempo en América Latina y el Caribe (ALC)

En América Latina, los presidentes de Argentina, Chile, Ecuador y Honduras han expresado su compromiso con la recuperación y aceleración de la educación, pero los Gobiernos en todo el mundo aún deben hacer lo mismo. Para recuperar las pérdidas de aprendizaje se necesita el esfuerzo de los educadores, las familias y los administradores a través de todo el sistema educativo. Si los sistemas educativos vuelven a la normalidad sin un compromiso compartido con la recuperación, los estudiantes de hoy enfrentarán consecuencias de por vida.


Autores

Gabriel Demombynes

Gerente de Prácticas, Desarrollo Humano, Colombia y Venezuela

Yi Ning Wong

Profesional asociada júnior, Práctica Global de Educación, Banco Mundial

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