Planificación familiar en Asia meridional: Mejorar la igualdad de acceso

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El 11 de julio, Día Mundial de la Población, mientras los líderes mundiales de la salud se reúnen en Londres para debatir sobre el otorgamiento de una mayor prioridad a la planificación familiar, el personal del Banco Mundial que trabaja en el sector de salud en Asia meridional estará pensando en cómo respaldar más eficazmente a las mujeres y las familias de esta región para espaciar los nacimientos y evitar los embarazos no deseados.

 

Aunque los países de Asia meridional lograron aumentar el acceso a la planificación familiar moderna y reducir los índices totales de fecundidad, la región sigue teniendo la segunda tasa más elevada de mortalidad materna. Los hogares pobres, marginados y sin educación no cuentan con los servicios de salud reproductiva que necesitan, incluida la planificación familiar.

 

En India, Nepal y Pakistán, en particular, las diferencias en la fertilidad y el uso de anticonceptivos entre los grupos socioeconómicos son sorprendentes: en India, la tasa de fecundidad en la parte más rica de la población es de 1,8, mientras que sigue siendo de 3,9 entre los más pobres; en Nepal, las mujeres con educación tienen en promedio 1,9 hijos, mientras que las menos educadas tienen un promedio de 3,7; en Pakistán, la prevalencia de anticonceptivos es del 32% en las parejas más ricas y de apenas el 12% entre las parejas pobres, y en el estado indio de Meghalaya, el 36% de las parejas que quiere practicar la planificación familiar carece de acceso a métodos anticonceptivos eficaces.

 

A menudo se cree que la religión explica algunos de los índices de fertilidad persistentemente altos en Pakistán y Afganistán, pero Bangladesh, donde la población musulmana supera el 90% y muchas normas culturales son similares, el  uso de anticonceptivos llega a 47,5%, cuenta con una tasa total de fecundidad a nivel de reemplazo, y registra un acceso y uso más equitativos de la planificación familiar en todos los grupos de población.

 

¿De qué modo se pueden lograr resultados similares en esta región tan diversa? Es sabido que la inversión en educación de las niñas marca una gran diferencia. El respaldo del Banco Mundial para la educación de estas en Bangladesh ha tenido un impacto que va mucho más allá de la mejora de las vidas y oportunidades de las jóvenes que terminan la escuela secundaria. Se ha retrasado la edad del matrimonio y el primer embarazo a una edad en la que están mejor preparadas físicamente para tener hijos sanos y con el conocimiento de cómo cuidar mejor a sus familias.

 

Uno de los resultados de aumentar simplemente la edad del primer embarazo de una mujer es la reducción de la fecundidad total durante su vida, incluso sin la planificación familiar. Las niñas con cierto nivel de instrucción tienen menos embarazos y un riesgo más bajo de morir durante los mismos (Bangladesh está en camino de alcanzar el objetivo de desarrollo del milenio -ODM 5- con relación a la mortalidad materna), pero también contribuyen más a la economía.

 

Sin embargo, como un colega me recordó una vez, incluso una mujer con un doctorado necesita acceso a la planificación familiar para espaciar los nacimientos o reducir su fertilidad. Bangladesh también tiene la menor necesidad insatisfecha de planificación familiar de Asia meridional (16,8%). Es fundamental garantizar que las familias tengan acceso a la planificación voluntaria y opciones de métodos para este fin.

 

En los lugares donde las mujeres no buscan atención médica de un profesional masculino, es necesario educar y contar con más trabajadoras sanitarias. En todos los ámbitos, es necesario asegurar que proveedores públicos y privados brinden una serie de métodos modernos de planificación familiar y que tanto las mujeres como los hombres reciban la información que necesitan para tomar decisiones fundadas en esta materia.

 

En nuestro equipo, estamos trabajando con nuestros colegas para llegar a las parejas durante el periodo crítico posterior al parto en Afganistán, aprendiendo de la participación del sector privado en los servicios de salud reproductiva en Bangladesh, y tratando de ampliar la participación masculina en los programas de salud reproductiva en la provincia paquistaní de Punjab.

 

En general, estamos trabajando para garantizar que los sistemas de salud de Asia meridional faciliten el acceso a salud reproductiva de calidad y asequible. Al mismo tiempo, estamos buscando la manera de lograr una participación más efectiva de nuestros colegas que trabajan en los temas de educación, protección social,  igualdad de género y desarrollo del sector privado, en las iniciativas para reducir las tasas de fecundidad de las adolescentes y la creación de incentivos para que las familias eduquen a sus hijas, a fin de que tengan la oportunidad de contribuir al crecimiento de Asia meridional y ser madres saludables de familias saludables.

 

World Bank and South Asia

World Bank and Population and Reproductive Health

Factsheet: World Bank and Reproductive Health

Update: World Bank’s Reproductive Health Action Plan 

 

Authors

Julie McLaughlin

Advisor, Vice President for Human Development