Asumamos seriamente la desigualdad

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Mientras trabajábamos en un nuevo informe emblemático del Grupo Banco Mundial que contiene las estimaciones y tendencias más recientes y precisas en materia de pobreza mundial y prosperidad compartida, quedó claro cuál era el título que queríamos: La pobreza y la prosperidad compartida 2016: Asumir la desigualdad. (i)

Esto porque en nuestras mentes resultó evidente que la desigualdad es cada vez más crucial para alcanzar los objetivos del Grupo Banco Mundial de poner fin a la pobreza (i) y promover la prosperidad compartida. (i) De hecho, nos dimos cuenta de que para poner fin a la pobreza extrema hacia 2030 es fundamental abordar el problema de la desigualdad.

Video para poner fin a la pobreza extrema en 2030 (i)


En el mundo se han registrado enormes avances en la reducción de la pobreza extrema —aproximadamente 1100 millones de personas han salido de la pobreza extrema desde 1990— (i) pero en la actualidad aún hay casi 800 millones de personas (o 1 de cada 10) que viven con menos de USD 1,90 al día. Esta cifra es inaceptablemente alta, especialmente si se tiene en cuenta el bajo nivel de vida que supone la línea de pobreza internacional.

Históricamente, sabemos la importancia que tiene el crecimiento en la reducción de la pobreza. Sin embargo, las tasas de crecimiento actuales no serán suficientes para alcanzar la meta de 2030, y sabemos que las proyecciones del crecimiento mundial son desalentadoras. Por lo tanto, tenemos que establecer qué tipo de crecimiento es beneficioso para los pobres. Para asegurar esto, en primer lugar, hay que saber cómo se han beneficiado los pobres con el crecimiento.

Aquí es donde entra en juego la prosperidad compartida.

Impulsar la prosperidad compartida, el segundo objetivo del Grupo Banco Mundial, significa que el crecimiento debe traducirse en ganancias para el 40 % más pobre de la población de cada país. Es importante hacer el seguimiento de este progreso para garantizar que los más pobres en todos los países estén mejorando sus condiciones de vida y medios de subsistencia.

Pero ya que también queremos saber más acerca de cómo les va a los más pobres frente al resto de la población de su propio país, hemos adoptado un nuevo indicador, que llamamos la “prima de prosperidad compartida”. Este indicador compara el crecimiento del 40 % más pobre con el promedio, poniendo un énfasis aún más importante en la desigualdad en nuestros esfuerzos por llegar a los menos favorecidos en todas partes.

Vemos que entre 2008 y 2013 el 40 % más pobre creció más rápido que el 60 % más rico en 49 de los 83 países de los que tenemos datos de calidad. En otras palabras, en 6 de cada 10 países (con datos disponibles) el 40 % más pobre se benefició más del crecimiento que el resto de la población. Estos países albergan al menos a dos tercios de la población mundial. Decimos “al menos” porque no disponemos de información suficiente acerca del 25 % de la población mundial para asegurar esto. Por lo tanto, necesitamos tener más datos, de mejor calidad y de mayor frecuencia.

Si bien esta es una buena noticia, existe una percepción generalizada que la desigualdad está aumentando en todas partes.

A través de nuestro informe, se muestra que esta es, de hecho, una apreciación que no se corresponde con la realidad en muchas partes del mundo en el último periodo. Si nos fijamos en la desigualdad en sí misma, vemos patrones similares a los de la prosperidad compartida a nivel de país para el mismo lapso. En una muestra de 80 países, la desigualdad se redujo en más países que en los que aumentó. Por cada país en el que la desigualdad se amplió considerablemente, había dos países en los que la desigualdad se redujo significativamente. Este modelo representa un cambio bastante drástico después de que la desigualdad aumentó en muchos países durante las décadas de 1990 y principios de 2000.

Incluso a nivel mundial, la desigualdad entre los ciudadanos de todo el mundo disminuyó en los últimos 25 años, pero sigue siendo bastante alta. Esto se debió principalmente a que los ingresos promedio en algunas grandes economías emergentes alcanzaron a los de los países industrializados, lo que redujo la desigualdad entre los países.

Entonces, ¿es suficiente este progreso en la reducción de la desigualdad para ayudar a poner fin a la pobreza a fines de 2030?

Nuestras simulaciones muestran que, aunque persista el fuerte crecimiento de la última década, no se alcanzará la meta de pobreza extrema mundial del 3 % propuesta por el Grupo Banco Mundial para 2030. Tampoco ayudan los pronósticos relacionados con la desaceleración del crecimiento mundial, ni el hecho que los pobres se concentren cada vez más en África al sur del Sahara, donde el progreso en la reducción de la pobreza ha sido más lento que en otras regiones. Y que los que han permanecido en situación de pobreza extrema serán los más difíciles de alcanzar de aquí a 2030.

Por consiguiente, para lograr el objetivo, el crecimiento tendrá que beneficiar más a los pobres que al promedio, lo que significa que necesitamos una reducción de la desigualdad, y tiene que ser mayor que lo que sucede hoy en día. Es particularmente importante disminuir la desigualdad en los países en los que vive un número considerable de personas pobres, y donde la desigualdad ya es elevada.

Todo esto plantea preguntas como las siguientes: ¿cómo se traduce esto en acciones? ¿Hay países que han reducido la desigualdad y la pobreza sin poner en peligro el crecimiento? Y si es así, ¿qué lecciones podemos aprender? Y, ¿podríamos resolver la pobreza extrema mañana si solo pusiéramos la cantidad adecuada de dinero para enfrentar el problema? En futuros blogs, trataremos de responder algunas de estas interrogantes.

Es importante recordar que hemos recorrido un largo camino en la lucha para poner fin a la pobreza extrema: recordemos los progresos realizados desde 1990, y las mejoras generalizadas en áreas como la supervivencia de los niños, la matrícula escolar, la esperanza de vida y la mortalidad materna. Hoy en día, poner fin a la pobreza está a nuestro alcance, pero alcanzar o no nuestra meta depende de medidas específicas, decisiones de políticas inteligentes, y el compromiso de las personas y los Gobiernos en todo el mundo.
 

Autores

José Cuesta

Economista principal

Maura K. Leary

Communications Lead, Office of the Chief Executive Officer, The World Bank Group

Rene
01 de Febrero de 2017

Es un virus que no tiene cura, lamentablemente las oportunidades de prosperidad llega a los grupos y entornos que estan en el poder y por mas que se tengan lineas de crecimientos bien definidas, los que no permiten que eso suceda son los que gobiernan, los que menos tienen son sus mendigos y no se les da o no se aplica los beneficios como en un principio fueron diseñados y/o como se tenia pensado. Existe en el mundo mas gente que vive en la miseria que no cuenta con lo minimo elemental para vivir y sus gobernantes no hacen nada para mejorar los niveles de vida, se tienen hospitales sin medicos especialistas, se crean instituciones que solo hay en las capitales de departamentos y en algunos casos solo en las sedes de gobiernos y esto es una discriminacion.

jose
02 de Febrero de 2017

muy buen tema

Jose
03 de Febrero de 2017

Como neofito en tema de economia , solo puedo decir , que los ricos se hacen mas ricos y los pobres mas pobres. Hay urgencias atrasadas en todos lados del mundo . Y sumado al cambio climatico y el no respeto de la naturaleza , estamos ya en un callejon sin salida para las proximas generaciones. No estoy diciendo nada nuevo , si muy preocupante !!

Javier Rdz
06 de Febrero de 2017

Una gran labor. De la concientizacion a la acción. Muchos retos y muchas ideas. Felicidades por este tipo de estudios. A poner nuestro granito de arena.

Ramiro Yépez
08 de Febrero de 2017

Debemos diferenciar entre crecimiento y desarrollo, puesto que el primero está enfocado en la acumulación de riqueza para un grupo minoritario, mientras que el segundo pemitirá mejorar la calidad de vida a traves de una mejor redistribución de la riqueza así podremos cumplir con uno de los objetivos del milenio, reducir la brecha de la pobreza.

Jose Antonio Artusi
09 de Febrero de 2017

La unica forma de terminar de manera rapida con la pobreza extrema es instituir un ingreso ciudadano universal, absolutamente incondicional.

Beniamín Zacharías
23 de Mayo de 2019

No creo que sea la única, pero sería un muy buen comienzo, racional y sostenible en muchos países,

César Torres
10 de Febrero de 2017

Formular políticas públicas incluyentes e inspiradas en principios éticos de equidad y transparencia es el camino, para ello fortalecer la democracia social, económica, cultural, ambiental y política en el sentido de participación activa y permanente de mayorías en la toma de decisiones sobre el destino colectivo es fundamental. el Estado benefactor sin sociedad educada no es más que caldo de cultivo a populismos y corrupción

José Antonio Montaño Jordán
11 de Febrero de 2017

En Bolivia, el gobierno dice que la pobreza extrema se ha reducido notablemente desde que entraron al poder hace 11 años, sin embargo la mendicidad se ve en aumento, la pobreza del área rural no disminuye, la calidad en la educación es todavía un tema pendiente, la vulneración de los derechos individuales no está garantizada y muchos se sienten en un estado indefensión ante la justicia.

JoséDuarte
15 de Febrero de 2017

quiero copia del documento

Banco Mundial
23 de Mayo de 2019

Hola José, gracias por tu interés. Aquí te dejamos el enlace del panorama general en español y el informe en inglés. También puedes encontrar más informes en español aquí.

Peru, Lourdes Nuñez
16 de Febrero de 2017

Bueno los esfuerzos son reconocidos, por disminuir la desigualdad y lograr disminuir la pobreza extrema. Hoy en dia, en el Peru, se siente una brecha en la generacion de empleo, cruda sobre todo para aquellas poblacion con educacion superior universitaria, sino tambien actos de corrupcion generalizados a todo nivel. Que invita a la gente a pensar que la prosperidad no es compartida. Y que el crecimiento no alcanza a este grupo. Si bien a disminuido la extrema pobreza por la presencia de programas sociales, sin embargo, la anemia, la tuberculosis, las muertes maternas, dicen otra cosa. No vaya hacer que los que estamos no calificados como no pobres, la clase media asalariada, con regimenes de contratacion de lo mas inestables, desciendan y formen parte de los mas pobres, hablamos de pobreza monetaria, ya que podriamos tener una vivienda, servicios basicos, o alguns electrodomesticos, pero nuestros ingresos fluctuantes, no alcanzan para tener una vida digna, como para pagar servicios de salud privados , escuelas privadas, recreacion, y educacion especializada.

jabirlaasri
19 de Febrero de 2017

Hola banco mundial.

Julio Cesar Rosario Gtaon
14 de Abril de 2017

Tenemos un estudio que hemos realizado de tres barrios marginados que las personas se encuentran en extrema pobreza y hemos dado pasos concretos para que en los lugares que estemos no haya pobreza extrema , para eso nos reunimos con el Director de los comedores económicos y buscamos un equipo de trabajadores voluntarios que son estudiantes de un liceo del país y reunimos a varios psicólogos y doctores para darles charlas y una ración diaria de alimento y un pequeño crédito para que los que no tengan trabajo puedan hacer su propio negocio www.youtube.com/watch?v=ZInKHTbSWBw

Arq Jorge Gonzalez
06 de Marzo de 2017

Hace unos años ,desarrolle un sistema constructivo, que vendría a paliar la falta de viviendas en el mundo, lamentablemente, hasta ahora no ha sido comprendido, a pesar de haber llegado a instancias gubernamentales en Venezuela, de trata de RESICLASA,un sistema que utiliza dos componentes provenientes de reciclaje, como es el polietileno y aserrín de madera de pino.Para que puedan visualizar les anexo un vídeo resiclasa You Tube, donde observaran algunos detalles, cualquier información tel +584262270770