Publicado en Voces

La tecnología puede ayudar a los trabajadores a salir de la trampa de la informalidad

Women stitch handicrafts at Everest Fashion Fair Craft in Lalitpur, Nepal. © Peter Kapuscinski/World Bank
Mujeres hacen trabajos artesanales en una feria de artesanía en Lalitpur, Nepal. © Peter Kapuscinski/Banco Mundial

Hoy existe una gran preocupación por la tecnología y cómo cambiará la manera en que trabajamos . La verdad es que nadie sabe con certeza qué va a pasar: lo único cierto es la incertidumbre. ¿Cómo entonces deberíamos prepararnos para empleos que aún no existen?

Nuestro punto de partida es ocuparnos de lo que sabemos, y del mayor desafío que enfrenta el futuro del trabajo y que ha enfrentado por décadas. Esto es el gran número de personas que a diario realizan trabajos ocasionales, y que no saben si van a tener un empleo la semana siguiente (ni mucho menos los meses o años próximos) y que no pueden planificar con antelación para darles a sus hijos lo que necesitan. A esto lo llamamos la economía informal y, como con tanto otro lenguaje seudotécnico que impone barreras, la frase no transmite la lamentable situación que afecta a millones de trabajadores y sus familias en todo el mundo.

Una mujer trabaja de manera informal cuando no tiene un contrato, seguridad social, seguro de salud ni ningún otro tipo de protección.  El empleo informal no es nada más que una manera de sobrevivir. La economía informal está omnipresente, e incluye desde los conductores de rickshaws (bicitaxis) en las calles de Daca hasta los vendedores ambulantes de frutas en Nairobi. En África al sur del Sahara y Asia meridional, el empleo informal es superior al 70 %, y en América Latina supera el 50 %. En países como Côte d’Ivoire y Nepal sobrepasa el 90 %. Como se puede ver en el gráfico a continuación, que he tomado del borrador del Informe sobre el desarrollo mundial 2019, (PDF, en inglés) la informalidad es más común en las economías de ingreso bajo que en las economías de ingreso alto.

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Pese a las mejoras en el entorno empresarial, la informalidad sigue siendo elevada. Desde 1999, India ha experimentado un auge en el sector de las tecnologías de la información, se ha convertido en una potencia nuclear, ha batido el récord mundial de satélites lanzados en un solo cohete y ha alcanzado una tasa de crecimiento anual de casi 6 %. Sin embargo, el tamaño de su sector informal, según algunos cálculos, se ha mantenido en alrededor del 90 %. En África al sur del Sahara, la economía informal seguía representando alrededor del 75 % entre los años 2000 y 2016. En Asia meridional, aumentó de un promedio de 50 % en la década de 2000 a 60 % entre 2010 y 2016.

La mayoría de los trabajadores informales suele dedicarse a actividades de baja productividad, con escaso desarrollo de habilidades y prácticamente sin perspectivas de crecimiento.  En India, un año de trabajo en el sector formal reporta el doble de salario que un año de trabajo en el sector informal. En Kenya, el panorama es similar. Esta diferencia es desmesurada. Los negocios informales afectan a los pobres, reduciendo sus oportunidades para salir de la pobreza.

Entonces, ¿qué podemos hacer? Claramente no hay una solución única, pero la respuesta implica, dependiendo del contexto, una combinación de un mejor clima para los negocios, mayores inversiones en capital humano y las promesas que representa la tecnología, que es común en el discurso actual.

La tecnología puede reducir la informalidad. Perú logró crear 276 000 nuevos trabajos formales gracias a la introducción de la planilla electrónica, un procedimiento digital mediante el cual los empleadores envían informes mensuales a la autoridad nacional de administración tributaria . Los informes incluyen información de los trabajadores, pensionistas, proveedores de servicios, personal en formación, trabajadores subcontratados y derechohabientes.

La inversión en capital humano puede ayudar. Cuando los jóvenes tienen las habilidades adecuadas es más probable que consigan un trabajo formal que uno informal.  

Para obtener más información sobre cómo la tecnología ayuda a las personas atrapadas en empleos sin futuro, lea el borrador del Informe sobre el desarrollo mundial 2019 (PDF, en inglés) del Banco Mundial.
 
Por supuesto, el documento no presenta todas las soluciones. Pero, en un mundo tan incierto, expone una manera de pensar acerca de los desafíos futuros. La tecnología no es la única respuesta para muchos de los problemas que enfrentamos; sin embargo, formulando las preguntas apropiadas existe ahora una mayor probabilidad de que la tecnología nos ayude a progresar en vez de dificultar el desarrollo. 
 


 

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Autores

Kristalina Georgieva

Ex-Directora general del Banco Mundial

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