En las últimas décadas, la mano de obra barata y poco calificada ha proporcionado a muchos países, incluida gran parte de Asia oriental, una ventaja competitiva. Sin embargo, la cada vez mayor automatización que afecta a las economías hace que la mano de obra barata y los bajos niveles de capacitación ya no garanticen el crecimiento económico ni el empleo.
La buena noticia es que lo que se conoce como la Cuarta Revolución Industrial (4IR) también creará puestos de trabajo ya que se necesitarán personas altamente calificadas para trabajar con las nuevas tecnologías. En una conferencia (i) reciente sobre educación mundial, organizada por el Banco Mundial en Yakarta (Indonesia), encargados de formular políticas, investigadores y representantes de distintas organizaciones analizaron más a fondo las cuestiones planteadas por estas tendencias.
La investigación a nivel internacional, nacional y escolar considera cada vez más el valor de las aptitudes no cognitivas (también conocidas como habilidades socioemocionales) y cómo los sistemas educativos inciden en el desarrollo de estas. La demanda de estas aptitudes continuará evolucionando a medida que las economías y las necesidades del mercado laboral evolucionen y, en este proceso, algunas tendencias como la automatización provocarán cambios fundamentales.
Para muchos países, una gran pregunta para el futuro será cómo sus sistemas educativos podrán entregar un apoyo más eficiente y abordar mejor el desarrollo de aptitudes no cognitivas con el fin de dotar a los estudiantes de un conjunto flexible de destrezas que les permitan prosperar y adaptarse constantemente en la 4IR.
Aptitudes no cognitivas y por qué son importantes para el desarrollo económico
La terminología a menudo varía, pero este debate se centró en el grupo de características en varios dominios que contienen comportamientos y actitudes. Las aptitudes no cognitivas abarcan diversas competencias como la responsabilidad, la perseverancia y el trabajo en equipo. Estas aptitudes son cruciales para el rendimiento estudiantil, tanto dentro como fuera del aula. Representan una pieza fundamental del conjunto de competencias de los trabajadores, que incluyen aptitudes cognitivas, no cognitivas y laborales específicas.
Las investigaciones muestran que hay beneficios concretos derivados de las aptitudes no cognitivas, tanto en la educación como en los resultados del mercado laboral. La encuesta STEP del Banco Mundial, por ejemplo, encontró que aptitudes como “la determinación” la diligencia y la toma de decisiones en el mercado laboral son muy importantes, e incluso revisten mayor trascendencia para las mujeres y los más pobres. Estas aptitudes también están cobrando más valor a medida que tendencias como la automatización cambian las habilidades necesarias para competir en los mercados laborales en rápida evolución de hoy en día.
Qué hacen los países para desarrollar habilidades
En Singapur, el país que logró el mejor desempeño en PISA 2015 (i) —un estudio internacional que se realiza cada tres años para evaluar los sistemas educativos a nivel mundial probando las habilidades de los estudiantes de 15 años en ciencias, matemáticas y lectura—, las tendencias recientes como la estratificación y un singular enfoque en los puntajes de los exámenes llevaron tanto a las autoridades como a la sociedad a volver a examinar la naturaleza de la educación.
Durante la conferencia, Singapur compartió que habían introducido recientemente un modelo educativo más integral: las escuelas miran más allá de las pruebas de aptitudes cognitivas y están incorporando la educación del carácter y la educación ciudadana, con un énfasis holístico en el bienestar de los niños y el “desarrollo integral de la persona”.
Un modelo, llamado Educación Positiva, implica crear una cultura que sea de apoyo, de confianza y solidaria. El núcleo de este enfoque es una visión del éxito de “hélice doble” que vincula el bienestar con un foco en la excelencia académica.
Si bien los beneficios para las personas y la sociedad de la inclusión de aptitudes no cognitivas resultan cada vez más claros, una serie de publicaciones señala que algunas de las intervenciones más eficaces en función del costo para desarrollar estas habilidades comienzan a muy temprana edad. Sin embargo, los sistemas también pueden tener como objetivo intervenciones eficaces en etapas posteriores de la vida. Lo importante es que lo primero que se realice siente las bases para saber qué habilidades, y en qué medida estas habilidades pueden desarrollarse más adelante en la vida.
Por su parte, México está transformando su educación secundaria para aprovechar una etapa importante en el desarrollo de los adolescentes y aumentar las habilidades socioemocionales. En la conferencia, el Ministerio de Educación de México presentó el programa Construye T dirigido a estudiantes de los grados décimo a duodécimo. Este programa proporciona capacitación a los maestros para que implementen actividades en el aula destinadas a desarrollar habilidades socioemocionales en los alumnos. México concluyó que no solo el programa tiene un impacto positivo en los resultados educacionales y que se puede implementar a bajo costo, sino que también comprobó que para los empleadores muchas de estas habilidades, como el trabajo en equipo, la responsabilidad y la puntualidad, son absolutamente críticas para la productividad.
¿Cuáles son los desafíos?
Indonesia, el país anfitrión de la conferencia, implementó recientemente un modelo de educación centrado en aptitudes no cognitivas llamado “educación del carácter” como parte de reformas educativas más amplias.
Un desafío fundamental destacado por Indonesia es determinar cuál es la mejor manera de impartir este tipo de educación en el aula. Un punto clave del debate es que los enfoques deben integrarse en el programa, y no se los debe considerar como algo separado. Para los sistemas educativos, “no es elegir entre las aptitudes cognitivas y las aptitudes no cognitivas, sino que estas se refuercen mutuamente”.
Medición de aptitudes no cognitivas
Otro desafío al que se enfrentan los países es saber cómo medir el desarrollo de aptitudes no cognitivas. Algunas herramientas como la encuesta STEP (i) proporcionan un punto de partida, pero todavía no contamos con instrumentos adecuados para medir la presencia de estas habilidades conductuales y actitudinales.
Para ello se necesita encontrar una manera de medir el proceso, en vez del resultado: una tarea inherentemente compleja. Dichas herramientas son fundamentales para ayudar a los Gobiernos a prestar atención a esta área relativamente nueva, de modo que la política de desarrollo de competencias pueda continuar evolucionando junto con las demandas del mercado que cambian rápidamente. Las evaluaciones internacionales, como PISA, analizan cada vez más los resultados no cognitivos, como lo demuestran los próximos informes sobre la colaboración para resolver problemas, la motivación y el bienestar.
¿Qué sigue?
Esta conversación fue solo el comienzo. En el Banco Mundial continuamos este diálogo en la región, en particular sobre el tema de crear habilidades para el futuro: mirar el futuro del empleo y lo que esto significa para el desarrollo de los recursos humanos y la creación de puestos de trabajo. Esta cuestión será un tema clave en un próximo foro organizado por el Banco Mundial y el Gobierno de Corea.
El foro, que se celebrará en Seúl en noviembre de 2017, reunirá a encargados de formular políticas, investigadores y el sector privado, con el objetivo de profundizar en estas preguntas importantes: ¿Cómo se ve el futuro del empleo? ¿Cómo pueden los Gobiernos asociarse con el sector privado para prepararse mejor para esta transformación en términos de desarrollo de recursos humanos y creación de empleo? Si tiene alguna idea sobre estos temas, compártala en la sección de comentarios a continuación.
Obtenga más información en nuestro sitio web (i) y en Twitter (i) sobre la labor del Banco Mundial en educación.
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