En el Día Mundial de los Docentes, nos tomamos un momento para reconocer el arduo trabajo que realizan los maestros día a día. La educación -en su esencia- se trata de las interacciones humanas entre maestros y estudiantes, así como entre padres, directores y la comunidad en general. Debido a la pandemia de COVID-19, hemos descubierto que si bien el aprendizaje remoto siempre será un buen complemento de la educación presencial, no constituye un reemplazo. Hemos aprendido que la tecnología es una herramienta fundamental para mejorar la calidad de los aprendizajes dado que enriquece, facilita y amplifica el trabajo de las maestras y maestros. Sin embargo, la educación es una experiencia social y los profesores se encuentran en el centro de la experiencia educativa. Con las tasas de pobreza de aprendizajes aumentando potencialmente a niveles récord, proporcionar a los maestros mejores oportunidades de desarrollo profesional para que puedan ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades sociales, emocionales, físicas y cognitivas; proporcionar infraestructura tecnológica; y facilitar la enseñanza a distancia son esfuerzos de suma importancia para mantener el aprendizaje de nuestros niños durante estos tiempos difíciles. El futuro de nuestros niñas, niños, y jóvenes está en sus manos. ¡Muchas gracias docentes!
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