Desde 2018 Marruecos ha estado implementando un gran programa para ampliar el acceso a una educación preescolar de calidad. En sólo unos pocos años, el país vio un aumento significativo en la cantidad de niños en preescolar, con una tasa de matriculación preescolar que aumentó del 49,5 % en 2018 al 71,3 % en 2020. Además, la proporción de los llamados preescolares "irregulares" —que no son ni públicos, ni privados, ni asociados con otras entidades— disminuyó en más del 30 por ciento a favor de un aumento en la proporción de instituciones preescolares públicas y privadas. De 2018 a 2021 se han creado 13.594 nuevas clases de educación infantil a nivel nacional.
Adicionalmente, el Ministerio de Educación Nacional, Preescolar y Deportes, a través de la unidad de educación preescolar, y con el apoyo de sus socios, estableció un marco normativo de referencia para garantizar la calidad de los servicios de educación preescolar independientemente del operador. El marco presenta pautas para preescolares y permite flexibilidad en relación con la diversidad. En particular, recomienda principios educativos importantes como aprender jugando, ofrece una propuesta de programación y recomienda equipos que los preescolares deben comprar. También establece las competencias objetivo que los niños deben adquirir al finalizar el ciclo preescolar.
Este enfoque ayuda a evitar los inconvenientes que se encontraron en la década de 2000, cuando el acceso a la educación primaria se expandió rápidamente, pero la calidad disminuyó, lo que contribuyó a la crisis de aprendizaje que vive Marruecos en la actualidad.
Existe evidencia internacional que confirma que al escalar rápidamente los planes de estudio de la educación de la primera infancia “sin prestar suficiente atención a la calidad, no se obtienen beneficios si los planes de estudios no son de la calidad adecuada” según el informe de Shafiq, Devercelli y Valerio sobre los beneficios a largo plazo de la educación infantil en los países de renta baja y media.
La educación inicial de calidad es una de las mejores inversiones para allanar el camino hacia un ciclo virtuoso de aprendizaje a lo largo de la vida, así como para mejorar el empleo y, en última instancia, el desarrollo del capital humano. Invertir en sistemas de garantía de calidad puede ayudar a fortalecer las habilidades y la motivación de los niños para aprender, así como a promover las habilidades sensoriales, sociocognitivas y emocionales.
Creemos que el sistema de aseguramiento de la calidad debe contar, al menos, con cuatro componentes clave, a saber:
- Estándares de calidad claramente definidos para la educación preescolar;
- Suministro de instrumentos y protocolos confiables de recopilación de datos;
- Un sistema de información para monitorear la calidad en todas las instituciones; y
- Mecanismos efectivos para brindarles a las instituciones de preescolar un apoyo adecuado.
Mecanismos y protocolos de seguimiento
El marco del Ministerio de Educación Nacional, Preescolar y Deportes tiene como objetivo estandarizar la calidad de la educación preescolar para garantizar un acceso justo y de calidad para todos. Sin embargo, el principal desafío radica en monitorear la implementación de este marco y de los estándares.
¿Cómo podemos proceder? Primero, es importante asegurar que los estándares de calidad sean revisados periódicamente para que sigan la evolución del plan de estudios, integren los resultados de la investigación en el sector de la primera infancia y se adapten al contexto nacional.
Luego, es esencial que los actores relevantes, a saber, educadores y supervisores pedagógicos, se apropien de estos estándares. Para ello, se debe planear y mejorar periódicamente la formación inicial y continua. Otro aspecto que puede ayudar con el monitoreo de la calidad es involucrar a los padres y hacerlos conscientes de los principios de una educación preescolar de calidad.
Una vez que se cumplen estos requisitos previos, proponemos un sistema de medición de tres niveles a través del diseño de herramientas de calidad dedicadas:
- Medición de la calidad del entorno físico;
- Observación de los logros y de las habilidades de los niños;
- Medición de la calidad de las prácticas educativas en el aula.
Es necesario establecer herramientas que minimicen la subjetividad del evaluador. La recolección de datos debe hacerse a diferentes niveles (escolar, local y regional) a través de un sistema centralizado que permita una visión holística de la calidad de la educación. A nivel local y provincial, este sistema debería permitirles a los administradores evaluar e implementar planes correctivos a lo largo del año escolar. Por ello, es importante planificar y darles a las entidades provinciales y locales los presupuestos necesarios para este sistema de evaluación y su implementación.
Paralelamente al diseño de las herramientas de medición de la calidad, es necesario definir la estrategia de implementación que determine los procesos y procedimientos de evaluación. Esto les permite a los administradores anticipar los recursos humanos requeridos, los medios técnicos y financieros, así como los mecanismos para el reporte y procesamiento de datos.
La clave para una educación preescolar de calidad es contar con personal de calidad. La capacitación y la supervisión periódica de los recursos humanos también ayudarán a impulsar una educación preescolar de calidad.
Todos estos componentes son clave para el éxito de la estandarización a corto, medio y largo plazo. Sin embargo, también vale la pena señalar la importancia de una coordinación de múltiples partes interesadas para mantener los logros y progreso.
Para más información, visite el sitio del Ministerio de Educación Nacional, el sitio de la INDH y el Programa de Generalización 2018-2027.
Su retroalimentación es muy valorada. ¿Tiene algún comentario sobre el enfoque sugerido? ¿Cuáles son sus experiencias en el campo?
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