#EducaciónSinRacismo en América Latina

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Children at a school in Honduras Niños en una escuela en Honduras. Copyright: Jessica Belmont/World Bank

En una escuela latinoamericana, una niña afrodescendiente abre su libro de texto en la página 19, siguiendo las indicaciones de su maestra. Lo que encuentra es un mensaje contundente. Caras sonrientes adornan la página: una enfermera, un científico y un abogado, todos ellos representados como personas blancas. Mientras tanto, un jugador de baloncesto, una bailarina y un obrero de la construcción están representados por personas afrodescendientes. ¿Qué le dice esto a la niña sobre su propio potencial?

La respuesta está en este impactante video, donde niños y jóvenes afrodescendientes de toda la región desafían los estereotipos y proponen soluciones innovadoras para construir una #EducaciónSinRacismo.

Esta pieza es parte de una empoderadora campaña regional inspirada en el informe Inclusión afrodescendiente en la educación: Una Agenda Antirracista para América Latina, que plantea si las representaciones discriminatorias de las personas afrodescendientes en los libros de texto y en las dinámicas de aula contribuyen a las altas tasas de deserción escolar, limitando sus opciones y oportunidades laborales futuras.

En América Latina hay 34 millones de niños afrodescendientes en edad escolar. Siete millones de ellos corren el riesgo de abandonar el sistema educativo antes de terminar la enseñanza primaria.

Un paso crucial para avanzar en la inclusión educativa es reconocer y abordar los factores que causan y perpetúan la exclusión. El informe propone varias estrategias. Aquí compartimos cinco de ellas:

  1. Producir libros y materiales didácticos racialmente inclusivos que deconstruyan las conceptualizaciones discriminatorias de los afrodescendientes y representen con precisión su historia y su cultura.
  2. Reconocer y abordar el racismo estructural, creando y ampliando mecanismos para denunciar y reparar la discriminación.
  3. Involucrar a la comunidad y a la escuela en conversaciones sobre el tema y crear currículos escolares más inclusivos.
  4. Apoyar los programas de formación y desarrollo del profesorado sobre diversidad e inclusión para crear entornos seguros que acojan y valoren a los estudiantes, aplicando una política de tolerancia cero hacia la discriminación.
  5. Mejorar la recogida y el análisis de datos sobre la raza para establecer y reforzar políticas destinadas a reducir la desigualdad educativa.

Puedes descargar y leer el informe completo aquí.


Autores

Cecilia Martínez Gómez

Asociada de relaciones externas

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