¿Alguna vez has intentado abrir una cuenta bancaria o solicitar un préstamo y terminaste atrapado en una fila durante horas? Para muchos pequeños empresarios y familias en el Caribe, esa sigue siendo una realidad diaria. Mientras el resto del mundo avanza hacia ecosistemas financieros totalmente digitales, muchas instituciones caribeñas aún dependen de sistemas tradicionales y procesos presenciales.
Pero el cambio ya llegó — y está acelerándose.
Por qué la transformación digital importa
La transformación digital no se trata solo de aplicaciones o tecnología. Se trata de ofrecer a personas y empresas un acceso más rápido, seguro e inclusivo a servicios financieros. En una región donde los mercados pequeños, la conectividad desigual y las regulaciones variadas dificultan la modernización, avanzar hacia lo digital significa ayudar a las instituciones financieras a ser más competitivas, centradas en el cliente y resilientes.
Imagina a una agricultora en una zona rural de Jamaica accediendo a crédito desde su teléfono, o a una emprendedora en Santa Lucía recibiendo la aprobación de un préstamo empresarial en el mismo día. Ese es el potencial de la transformación digital y es exactamente lo que la nueva ola de innovación financiera en el Caribe busca desbloquear.
Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) lideradas por mujeres representan alrededor de una cuarta parte de todas las MIPYMES en América Latina y el Caribe. Sin embargo, la mitad de ellas aún identifica el acceso al crédito como un obstáculo importante. El crédito digital adaptado, los modelos alternativos de calificación crediticia y los procesos simplificados de onboarding pueden ayudar a cerrar esa brecha y empoderar a miles de mujeres para hacer crecer sus negocios y comunidades.
De la visión a la acción
Para ayudar a las instituciones financieras en este camino, la Corporación Financiera Internacional desarrolló DigiLab, un programa de aceleración que permite a los bancos evaluar su madurez digital, identificar prioridades estratégicas y construir hojas de ruta de transformación efectivas.
En asociación con el Banco de Desarrollo del Caribe (CDB) y la Asociación de Bancos del Caribe (CAB), la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) lanzó recientemente la primera cohorte de DigiLab Finance Caribe. Lisa Harding, Jefa de la División del Sector Privado del CDB, destacó la fortaleza de esta colaboración que combina experiencia global con conocimiento regional, reuniendo la capacidad técnica de IFC, el enfoque de desarrollo del CDB y la poderosa red regional de CAB.
La primera cohorte del Caribe: colaboración en marcha
Cinco instituciones líderes se sumaron a esta cohorte inaugural: ACB Caribbean, Eastern Caribbean Amalgamated Bank (ECAB), Trinidad and Tobago Mortgage Bank (TTMB), 1st National Bank of St. Lucia, y el Bank of St. Lucia.
Durante diez semanas intensivas, cada institución trabajó de la mano con expertos de IFC y mentores del sector para diseñar estrategias adaptadas a sus objetivos. Algunas priorizaron impulsar la adopción móvil, mientras que otras optimizaron procesos crediticios o exploraron el onboarding digital de nuevos clientes.
Una institución, por ejemplo, redujo el tiempo de apertura de cuentas de tres días a solo treinta minutos mediante onboarding digital. Otra rediseñó su proceso de aprobación de préstamos para cortar los tiempos de procesamiento a la mitad.
Más allá de estas mejoras tangibles, la cohorte creó algo aún más poderoso: una comunidad regional de práctica. Los participantes intercambiaron lecciones aprendidas, exploraron alianzas y construyeron una red de pares que sigue compartiendo avances mucho después de finalizado el programa.
Un cambio cultural en toda la región
Lo que realmente distingue a DigiLab es su capacidad de transformar mentalidades, no solo procesos. Wendy Delmar, CEO de CAB, señala que la transformación digital es exitosa cuando la innovación se convierte en parte del ADN institucional y cuando la orientación al cliente, la toma de decisiones basada en datos y la colaboración ágil se vuelven hábitos cotidianos.
Como comentó un participante durante las sesiones: “No solo estamos digitalizando operaciones — estamos reinventando cómo servimos a nuestros clientes”.
Lo que viene para el Caribe
Tras el éxito de la primera cohorte, una segunda edición de DigiLab Finance ya ha comenzado y concluirá en 2025, con aún más bancos caribeños participando. También están surgiendo nuevas iniciativas, como programas de innovación digital, financiamiento climático y el desarrollo de una taxonomía regional para estandarizar y escalar prácticas financieras sostenibles.
Todos estos esfuerzos comparten un objetivo común: construir sistemas financieros más inclusivos, competitivos y preparados para el futuro.
Marcela Ponce, Gerente de Asesoría y Pre-inversión para América Latina y el Caribe en IFC, indica que DigiLab es la forma en que traducimos la visión del Grupo Banco Mundial de poner el empleo en el centro hacia resultados tangibles para el Caribe. Al ayudar a los bancos a digitalizarse, ampliamos el acceso al financiamiento para MIPYMES y mujeres, reducimos costos y tiempos de transacción, y creamos nuevos empleos en tecnología, datos y operacionespermitiendo que más personas utilicen servicios digitales y accedan a oportunidades económicas inclusivas. En economías insulares expuestas a riesgos climáticos, estas capacidades digitales fortalecen su resiliencia a la vez que impulsan el crecimiento.
Si eres una institución financiera, formulador de políticas o innovador listo para unirte a esta transformación, este es el momento. Juntos podemos construir un Caribe digitalmente resiliente que no deje a nadie atrás.
Únase a la conversación