Usar las ciencias del comportamiento para aumentar la participación de las mujeres en la gestión de los recursos naturales en México

En México, invertir de manera sostenible e inclusiva en la gestión de los recursos naturales podría crear empleos y prevenir la degradación ambiental.  A pesar de algunos avances, persisten brechas de género significativas en esta área. En 2020, solo el 1,15 % de los fondos del principal programa de apoyo al sector forestal de México se asignaron a proyectos liderados exclusivamente por mujeres. Además, es probable que los gestores de los fondos dirigidos a las comunidades hayan sido hombres. Para cerrar esta brecha, los programas deben diseñarse de manera que alienten a las mujeres a postularse, apoyarlas para que tengan éxito en la obtención de los fondos y gestionar sus proyectos.

Tras diagnósticos que identificaron barreras estructurales y conductuales para las mujeres, un equipo multidisciplinario, que incluye expertos en género, medio ambiente y ciencias del comportamiento, exploró cómo fomentar la participación de las mujeres en áreas rurales de México en una convocatoria de propuestas.

Cómo cerrar la brecha de género

Para aumentar la participación de las mujeres en una convocatoria de propuestas en los estados de Yucatán y Oaxaca, el equipo diseñó un experimento para probar estrategias de comunicación prometedoras . En este estudio, dividimos aleatoriamente las localidades en tres grupos para probar qué tan bien funcionarían diferentes estrategias de difusión:

1. Estrategia estándar: Para este grupo utilizamos las estrategias estándar llevadas a cabo por la convocatoria de propuestas para informar a la gente sobre la convocatoria. Esto incluye anunciar en el radio, involucrar a líderes comunitarios, compartir folletos y carteles, y organizar reuniones locales en pueblos grandes y centrales, donde también podrían participar representantes de localidades más pequeñas.
2. Estrategia simplificada, más fácil y localizada: Para este grupo, hicimos las cosas más simples. Recibieron un diseño de cartel simplificado y fácil de entender, una línea de ayuda, y se empleó a personas locales con experiencia para visitar cada localidad y tener hasta dos reuniones adicionales para explicar el proceso de solicitud.
3. Estrategia que incluye las ciencias del comportamiento: Además de los cambios utilizados para el grupo anterior, hicimos modificaciones adicionales. Por ejemplo, enviamos recordatorios y mensajes informativos adicionales usando WhatsApp. Cambiamos los carteles mencionando también normas sociales y alentamos directamente a las mujeres a postularse sugiriendo que muchas mujeres ya han postulado y trabajado en este tipo de proyectos. Los mensajes usaban un tono de urgencia, como si no debieran perderse la oportunidad. Por ejemplo, "¡Ahora llene las secciones C y D de su formulario de solicitud! ¡No pierda la oportunidad de participar! Llámenos, le ayudaremos". También les dimos una lista de verificación simple de una página con los pasos para postularse como se ve en la Figura 1.

Los resultados de este estudio sugieren que hacer pequeños cambios en cómo presentamos la información puede alentar a más mujeres a postularse.

Figura 1. Carteles de la estrategia simplificada con mensajes utilizando las ciencias del comportamiento
                                                                   

Estrategias de comunicación exitosas centradas en la mujer

Los cambios que realizamos en la forma de difundir información sobre el proyecto llevaron a que más personas, tanto hombres como mujeres, se postularan. Además, más mujeres se enteraron del programa y se postularon. En las áreas específicas en las que usamos estrategias complementarias, las mujeres tenían más probabilidades de haber escuchado sobre el proyecto y visto la información, en comparación con las áreas donde no hicimos estos cambios.

Además, los lugares donde utilizamos mensajes incluyendo herramientas de las ciencias del comportamiento (Grupo 3) tuvieron aún más mujeres postulándose en comparación con aquellos que no recibieron estos mensajes (Grupos 1 y 2).

Esto sugiere que cuando desafiamos las ideas tradicionales sobre lo que las mujeres pueden hacer y nos enfocamos en sus fortalezas y habilidades, más mujeres se sienten motivadas para postularse . Sin embargo, aunque las estrategias piloto aumentaron el interés en las subvenciones y el número de solicitudes, no aumentaron las posibilidades de que una solicitud recibiera las subvenciones.

Figura 2. Hallazgos de una estrategia comunicacional utilizada en México que aplicó ciencias del comportamiento

Tres maneras de asegurar que los futuros proyectos de gobiernos y organizaciones sin fines de lucro estén mejor diseñados para satisfacer las necesidades de las mujeres:

1. Entender e incorporar las perspectivas de las mujeres: Es importante comprender cómo llegar a las mujeres, dónde están y qué las motiva e inspira a participar de manera proactiva.
2. Usar materiales dirigidos y claros: Proporcionar materiales que estén bien dirigidos y sean fáciles de entender puede aumentar la participación entre aquellas con niveles de educación más bajos, restricciones de tiempo y que enfrentan barreras idiomáticas, culturales o normativas.
3. Replicar el éxito: Los actores gubernamentales y sin fines de lucro pueden adoptar y replicar este enfoque expandiendo los canales de comunicación, simplificando la información y usando mensajes que utilizan ciencias del comportamiento. Esto puede ayudarles a superar efectivamente las barreras basadas en género y alcanzar a poblaciones subrepresentadas.

Te invitamos a visitar la infografía, el resumen de resultados, el reporte (i) y nuestro sitio web (i) para aprender más sobre el tema. Esperamos ver los impactos que tales estrategias pueden tener en la creación de empleo, generación de ingresos y conservación.

El equipo se asoció con los Fondos de Inversión Climática (CIF), Rainforest Alliance y el Laboratorio Nacional de Políticas Públicas en el Centro de Investigación y Docencia en Economía de México (CIDE) para investigar qué motiva o impide que las mujeres accedan y participen en programas de Gestión de Recursos Naturales. Este esfuerzo fue financiado por la Iniciativa de Evaluación y Aprendizaje de CIF, con financiamiento adicional del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF). 
 

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