Lilian Esperanza vive en las Pitayas, una aldea a unas tres horas de Tegucigalpa, en Honduras, donde sus habitantes viven expuestos a la sequía y la pobreza. Allí, en esta tierra árida, cría a sus tres hijos, una labor a menudo convertida en reto.
“Siempre hay problemas para dar de comer a los niños”, explica su marido, Santo Celestino, quien relata que aunque logran alimentarse tres veces al día, casi siempre las comidas se limitan a tortilla y frijoles. La familia obtiene estos productos de una pequeña parcela de tierra que alquila.
Como Lilian, a quien conocimos durante una visita al denominado Corredor Seco, miles de familias en Honduras viven en una situación de vulnerabilidad. Con un ingreso diario que muchas veces es inferior a los dos dólares al día, sin acceso a la educación, a kilómetros de distancia de un puesto médico, con niños que sufren desnutrición. Para mejorar las condiciones de ellos, los más vulnerables, trabajamos en el Banco Mundial.
Desde que empezamos nuestra actividad en Honduras a inicios de la década de 1960, este ha sido nuestro objetivo. Trabajar para las personas. Para contribuir a su desarrollo. Para ayudarles a tejer un futuro con oportunidades. Ellos son lo que llamamos los beneficiarios de los proyectos que apoyamos.
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Nos encontramos en un momento clave. Un momento de cambio, en el cual termina una Estrategia de Asociación con el país (2012-2014) y empieza una nueva. Es un momento trascendental porque, al cerrar ciclo, podemos afirmar que hemos conseguido contribuir, de alguna forma, al desarrollo de Honduras.
La prueba son logros como éstos
- Apoyando al Programa Bono 10,000 se logró que unas 250.000 personas tuvieran mejor acceso a la salud y la educación.
- Gracias al apoyo a la Secretaría de Educación, se consiguió que las tasas de graduación en sexto grado de las escuelas del Programa Hondureño de Educación Comunitaria (PROHECO) aumentaron un 19% entre 2010 y 2012.
- Se consiguió reducir la desnutrición en un 5% de 36,766 niños menores de 1 año en los seis departamentos más pobres gracias al Programa de Atención Integral a la Niñez Comunitaria.
- El Programa Mi Primer Empleo permitió aumentar la empleabilidad de casi 5.000 jóvenes en riesgo.
- Se pavimentaron dos tramos de la carretera central del país, propiciando conexión entre comunidades y acceso a mercados del país.
- El Proyecto de Modernización del Sector de Agua Potable y Saneamiento permitió la mejora del acceso y la calidad del agua en 10 ciudades intermedias
- Gracias al Programa de Acceso a Tierras de Honduras se reconocieron y ejecutaron derechos territoriales de casi 75.000 familias pobres de Tegucigalpa y San Pedro Sula.
A pesar de los enormes retos que todavía enfrenta el país, resultados como estos nos animan a seguir apoyando a Honduras en su lucha por conseguir una vida mejor. Y para ello necesitamos definir prioridades, objetivos. Tenemos enfrente la oportunidad de diseñar la nueva estrategia de asociación con el país para el periodo entre 2015 y 2018.
Y precisamente para ello queremos saber tu opinión. Queremos conocer cuáles crees que son los desafíos más importantes de Honduras en los próximos años. Queremos que nos cuentes qué áreas consideras que son prioritarias para el desarrollo. Porque tu opinión importa, porque entre todos podemos llevar al país a la senda de un desarrollo sostenido que genere prosperidad para todos.
Te invitamos por este medio a que nos comentes tus propuestas.
Gracias.
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