"El Sertao (regiones interiores secas de Brasil) es el tamaño del mundo. El Sertao es parte de nosotros”, dijo Guimarães Rosa, uno de mis escritores favoritos y un gran poeta de la región de Cerrado. En un viaje de intercambio entre Brasil y Mozambique sobre manejo forestal, hemos visto la inmensidad de este bioma del cual dependen millones de brasileños por agua, productividad agrícola, frutas y fuente de energía.
La región de Cerrado es el hogar de miles de especies de flora y fauna, muchas de las cuales solo existen en esa región. Cerrado es también una reserva enorme de carbono que impide la aceleración del cambio climático. Pero aun así, la región de Cerrado se degrada a un ritmo muy acelerado, transformándose en nuevas áreas de agricultura comercial, de ganado, o talada para la producción de leña y carbón.
Mozambique está pasando por un proceso similar. La región de Miombo, el mayor bioma del país, pierde alrededor de 220.000 hectáreas por año debido a la conversión de sus áreas para la agricultura de pequeña escala y para la producción de energía. Esto ha llevado a la destrucción de una fuente de ingresos a largo plazo para el país, además de causar impactos negativos a sus habitantes, que dependen de los bosques. En adición a esto, la comunidad internacional también pierde con la desaparición de la fauna, flora y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, ambos países están unidos en la lucha contra la deforestación, y han adoptado políticas, inversiones y acciones para revertir la situación. Una delegación de Mozambique viajó a Brasil para intercambiar conocimientos en el marco del Programa de Inversión Forestal (FIP) y el Mecanismo de Subvención Dedicado a las Comunidades Tradicionales (DGM), en cuestiones tales como las tecnologías relacionadas con la protección y el manejo forestal y la generación de ingresos a través de la explotación cooperativa de los recursos forestales no maderables.
Experiencias en el campo
"Hoy vemos el gran valor de este bosque y de la comunidad, y como la comunidad está comprometida a proteger estos bosques de ribera. La venta de aceite de macaúba (una palmera) ha complementado nuestros ingresos. Ahora nosotros producimos aceite, jabón, fertilizantes, y tenemos muchos planes de expansión”.
El ejemplo de la utilización sostenible de la sabana de la cooperativa de Riachão, en el norte de Minas Gerais (MG), fue de mucha inspiración para la delegación de Mozambique. En el país africano, las iniciativas similares de explotación de productos forestales - Mafura a comésticos, baobab para alimentos, miel para el consumo interno y su exportación - son todavía iniciativas muy prematuras, pero tienen un enorme potencial de expansión.
A primera vista, las palabras "carbón" y "verde" no van de la mano, ya que la tala de bosques nativos para la producción de carbón vegetal es una importante causa de degradación forestal, especialmente en Mozambique. Pero en Minas Gerais, una empresa quiere demostrar que el concepto de "carbón verde" es factible. La unidad de Plantar en Itacambira (MG) produce mensualmente cerca de 50.000 metros cúbicos de carbón vegetal verde a base de eucalipto, una fuente de energía renovable.
En una superficie de alrededor de 22.000 hectáreas, la empresa planta una variedad de alto rendimiento de eucalipto, utiliza las últimas tecnologías para la transformación de la madera en carbón y gestiona los espacios de bosque nativo (vegetación de ribera y corredores biológicos). El carbón vegetal se utiliza en las fábricas de acero en lugar de carbón mineral, que evita así la emisión de gases de efecto invernadero.
Sin embargo, al visitar Plantar, el equipo se dio cuenta de que es posible gestionar profesionalmente plantaciones, especialmente con el sector privado. "Al regresar a Mozambique, queremos poner en práctica uno de estos hornos," menciona uno de los participantes del viaje, que es el propietario de una concesión de la gestión forestal en Cabo Delgado, en el norte de Mozambique.
Otra iniciativa que aporta una nueva mirada a los potenciales, riesgos y beneficios del uso de eucalipto, es un proyecto desarrollado por Embrapa en asociación con la Escuela Luiz de Queiroz (Esalq-Universidad de San Pablo), en São José dos Campos.
Para la reforestación de áreas degradadas, las instituciones han desarrollado una técnica de siembra en línea. Cada línea tiene una mezcla de tipo de las plantas, la línea mezcla especies nativas del bosque con otras plantas que tienen el potencial de generar ingresos. Estos incluyen árboles frutales, yuca y eucaliptos, que tiene la ventaja de servir como una especie pionera para la recuperación de estas áreas. Esto es de gran interés para Mozambique, que tiene miles de hectáreas de áreas degradadas y la voluntad de desarrollar una economía de restauración de estos sitios.
Otro tema que interesa Mozambique es el Inventario Forestal Nacional, llevado a cabo por el Servicio Forestal Brasileño. El país africano acaba de comenzar su inventario nacional forestal, con el apoyo de Fondos de la Asociación para el Carbono Forestal (FCPF), administrado por el Banco Mundial.
Por último, el proceso inclusivo de construcción de la DGM y la capacidad del Gobierno de Brasil para articular varias zonas en el logro del FIP fueron temas que también llamaron la atención de la delegación y añadieron nuevas ideas y perspectivas a los proyectos.
Exactamente un año después de que Mozambique fuera aceptado como uno de los países receptores de la inversión de FIP, los responsables de implementarlo ya tienen un plan con los pasos principales para iniciar los proyectos. El intercambio permitió responder preguntas fundamentales para la ejecución del FIP / DGM y también estimular nuevas preguntas que muestren un interés genuino en el país en un camino de desarrollo cada vez más sostenible.
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