(Foto: Chico Ferreira/Disponible bajo la licencia CC-BY-2.0 de Creative Commons)
Decenas de contadores de América Latina y el Caribe, llegaron a Colombia el mes pasado para la séptima conferencia CReCER – una plataforma de intercambio de conocimientos creada por el Banco Mundial para reunir directivos del sector público y privado, y los profesionales para hablar de temas que van desde la aplicación de normas contables, hasta el desarrollo de mercado de capitales.
Durante las discusiones sobre los logros, desarrollo y futuro de la profesión contable, comencé a reflexionar sobre las razones de su estancamiento. A pesar de los muchos esfuerzos, aún estamos lejos de la contienda por la medalla de oro en la carrera de "las profesiones a prueba de balas”.
Fue aquí donde me acordé de la última película de dibujos animados que ví, " Los CROODS"; y se me ocurrió que mi querida profesión contable puede parecerse un poco a sus personajes. Para aquellos de ustedes que – sabiamente – eligen dormir o trabajar durante nuestros largos viajes, les cuento: "Los Croods" es una familia de cavernícolas que se ve obligada a cambiar su apariencia y sus costumbres después de perder su hogar.
En estado de alarma, me pregunté: "¡Dios mío!, ¿soy un Crood? ¿Mis colegas contadores son Croods?" ¿Acaso sólo cambiamos nuestro modus operandi cuando nos vemos obligados? Estoy pensando en lo que nos pasó en Enron, y en CLICO, en Trinidad.
Esto me hizo preguntarme: ¿podemos darnos el lujo de seguir trabajando como hasta ahora, en el entorno empresarial dinámico en el que nos movemos?
Propongo que la profesión contable tenga más visión de futuro, para garantizar que las empresas y las instituciones que tenemos que proteger no sean perjudicadas por nuestras insuficiencias. Además, para mantenernos al día sobre los últimos cambios de la industria, tenemos que participar activamente en el diálogo.
Un paso en la dirección correcta sería crear un comité de expertos de diversos sectores encargados de predecir nuevos desarrollos de la industria, sus efectos en la información financiera empresarial, y el tratamiento contable más adecuado.
El objetivo es que los contadores nos convirtamos en los "Súper Amigos” (no me importaría hacer de "Mujer Maravilla”), en vez de seguir siendo los obstinados “Croods”. Y creo que conferencias como CReCER pueden ayudar a encontrar nuevas formas de hacerlo.
Como "los Súper Amigos de la Contabilidad", también debemos reconocer nuestra responsabilidad hacia los más pequeños y menos poderosos. Los estados más pequeños, aunque están dispuestos a cumplir con las normas y códigos de la
profesión, tienen dificultades para hacerlo por falta de recursos o capacidades.
De la misma manera, la profesión reconoce que, debido a sus diferencias inherentes, es necesario adaptar las normas internacionales de información financiera (NIIF) para las PYMES (Pequeñas y Medianas Entidades), algunas de las normas y códigos podrían tener que adaptarse a los profesionales de los Estados más pequeños.
Jennifer Nero, Director Gerente del Banco Central del Caribe Oriental, mencionó en su presentación durante la sesión "Código de Ética para Contadores Profesionales: Una base para el crecimiento", que para ayudar al desarrollo de la profesión en los Estados más pequeños, es necesario una agenda que se adapte a la convergencia de esos Estados, acompañada de un programa de colaboración e interacción.
Como la nueva “Mujer Maravilla”, estoy de acuerdo.
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