Las empresas son esenciales para que Chile aborde sus desafíos de sustentabilidad y haga realidad su ambición de ser carbononeutral en 2050. El cambio a una producción más sostenible es fundamental para reducir la vulnerabilidad ante las crisis ambientales y desarrollar nuevas áreas en las que se tengan ventajas comparativas. En un documento de trabajo reciente, mostramos las compensaciones mínimas existentes entre productividad y precio de la energía, además de la positiva relación entre productividad e inversiones y el precio de los combustibles fósiles.
La energía más barata no es siempre la mejor
Nuestra investigación revela que existe una diferencia fundamental entre el precio de los combustibles fósiles y de la electricidad. Un aumento en el precio de la electricidad tiene una correlación negativa con la productividad a nivel empresarial . Sin embargo, este efecto es menor (Figura 1). Por su parte, el precio de los combustibles fósiles tiene una correlación positiva con la inversión en maquinaria, los salarios y la productividad total de los factores (PTF), pero negativa con la probabilidad de salida. Por lo tanto, un mayor precio de los combustibles fósiles puede aumentar los incentivos económicos para que las empresas adopten tecnologías más eficientes en el uso de la energía. Estos resultados van en línea con la mayoría de los estudios que muestran una relación positiva entre el precio de los combustibles fósiles y la productividad empresarial (véanse, por ejemplo, estudios sobre Indonesia, Francia, México y Omán).
Figura 1: Efectos del precio de la energía en la competitividad empresarial
Las empresas responden de manera distinta a los cambios en el precio de la energía
Además de invertir en innovación y competitividad, las empresas también pueden responder a una crisis en los precios de la energía con la sustitución de insumos, absorción de costos o su traspaso a los consumidores. La literatura (p. ej., Rentschler et al., 2017 y Coste et al., 2018) identifica los cuatro mecanismos anteriores como los que las empresas más utilizan para enfrentar un aumento en el precio de la energía. Existe bastante evidencia de que las empresas traspasan este aumento a lo largo del proceso de producción y, en última instancia, a los consumidores. Esto no sería lo más deseable desde el punto de vista de la política pública por su potencial impacto en el bienestar. Al analizar los datos sobre Chile, se observa el efecto de la sustitución de insumos y la absorción de costos, sin embargo, es menos evidente el uso del mecanismo de traspaso de costos para enfrentar este aumento de precios.
Nuestros hallazgos sugieren que un aumento en el precio de la electricidad se corresponde con una reducción significativa de la electricidad consumida . Se observan respuestas similares para todos los tipos de energía ante aumentos en el precio de los combustibles fósiles, que son significativos. El consumo de combustibles fósiles por parte de las empresas se correlaciona positivamente con un mayor precio de la electricidad, pero el nivel de sustitución entre combustibles fósiles y electricidad varía según el tipo de combustible. La absorción y el traspaso de costos también varían según el tipo de energía. Mientras un aumento en el precio de los combustibles fósiles se asocia con un aumento de costos, un aumento repentino del precio de la electricidad afecta el margen de utilidad a través de una reducción en las ventas. Los resultados para la rentabilidad de las ventas son consistentes con los hallazgos sobre los costos de venta y la evolución de activos, que muestran una correlación negativa con un mayor precio de la energía. La respuesta de las empresas manufactureras chilenas al aumento del precio de los combustibles fósiles no se traduce en mayor rentabilidad (al menos no a corto plazo), lo que indica que las empresas absorben, al menos en parte, esos aumentos de precio.
La respuesta al mayor precio de la energía varía según los atributos de la empresa
La respuesta de las empresas chilenas a los aumentos de precio de la energía no depende solo del tipo de energía utilizada, sino también de los atributos y el sector al que pertenece la empresa , lo que subraya la importancia de hacer un análisis más detallado y de que exista un apoyo focalizado para el cambio.
- Tamaño de la empresa: Los indicadores de competitividad y absorción tienen una correlación más negativa con un aumento en el precio de la electricidad en las empresas pequeñas, mientras que la correlación con el precio de los combustibles fósiles no varía tanto según el tamaño de la empresa. Las empresas pequeñas también ajustan más su consumo de energía ante un aumento de precio de la misma.
- Riesgo mundial: Las empresas de propiedad nacional reaccionan más fuertemente a las variaciones en el precio de la electricidad que las empresas de propiedad extranjera.
- Atributos del sector: La competitividad empresarial en sectores de uso intensivo de energía tiene una correlación negativa mayor con el precio de la electricidad.
También podría haber un ajuste no lineal a un mayor precio de la energía
Nuestro estudio también examina posibles respuestas no lineales de las empresas al aumento de precio de la energía, ya que las estrategias adoptadas con precios de energía menores no necesariamente funcionan con precios más altos. Concluimos entonces que la correlación positiva entre el aumento de precio de los combustibles fósiles y la actualización del capital es más pronunciada cuando el precio de los combustibles es bajo. No se observan efectos no lineales similares para el precio de la electricidad, aunque los ajustes son significativos cuando su precio es más alto (Figura 2). Estos patrones pueden indicar potenciales diferencias en el costo de actualizar tecnologías que utilizan electricidad en relación con la maquinaria alimentada por combustible.
Figura 2: Ajustes no lineales de las inversiones de capital por el precio de la energía
Los resultados de este tipo de microanálisis pueden servir de insumo a las políticas ambientales
Dada la heterogeneidad de las empresas, así como la no linealidad de los resultados, las reformas a las políticas que afectan el precio de la energía y las medidas que las acompañan se pueden focalizar mejor a partir de un análisis micro sólido . Entre los grupos más vulnerables se encuentran las empresas pequeñas y nacionales y las de algunos sectores específicos. Es posible que las empresas más vulnerables no tengan los medios para adaptarse a las fluctuaciones en el precio de la energía y necesiten algún apoyo complementario para hacer los cambios e inversiones necesarios. Una mejor comprensión de la interacción entre las desigualdades existentes y los riesgos que implican las políticas sobre precios de la energía, teniendo en cuenta las capacidades y competencias de las empresas, contribuirá a un diseño de políticas más eficiente.
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