El agua está presente a lo largo y ancho de Chile, desde sus paisajes con ríos, lagos, glaciares, montañas y costas, hasta en las actividades cotidianas de todos sus habitantes. Después de un baño por la mañana, en el desayuno no puede faltar la palta para acompañar un pan con queso, para el almuerzo un salmón y espárragos a la parrilla acompañado de una copa de vino chileno, y una “once” (merienda) seguramente con fruta fresca…y palta de nuevo. – Estos productos agrícolas y otros que usamos diariamente, incluyendo la producción de energía hidráulica, requieren de agua para su producción. Durante las vacaciones, tampoco puede faltar la visita a la playa, a los lagos del sur, o a los pueblos del norte, donde se convive con la minería. Por esto, y más razones, Chile es un país de agua.
Lamentablemente esta imagen está en riesgo y las condiciones de escasez de agua, la competencia por el agua, y la contaminación se están convirtiendo en una constante.
El aumento de las temperaturas, la disminución de las precipitaciones y el declive de los glaciares, están amenazando la seguridad hídrica de Chile. Los modelos climáticos globales advierten que este es un escenario recurrente, que el país debe abordar para limitar el impacto económico y social de esta escasez a corto y largo plazo. Durante la última década, Chile ha estado sufriendo la peor sequía de su historia . Hoy, 172 de un total de 346 comunas están en la lista de emergencia agrícola decretada por el Gobierno para ayudar a los agricultores más afectados por el déficit de agua. En cuanto al aumento de demanda, la Dirección General de Aguas (DGA) proyecta un incremento de 4.5% del agua consumida anualmente al 2030, y de 9.7% al 2040.
Una agenda para cuidar el futuro del agua
Esta crítica situación requiere avanzar aún más rápido en la agenda del agua. Chile no puede esperar, ya que el agua es un elemento clave en todas las actividades productivas estratégicas del país; como la agricultura de riego, que ha permitido al país ser un gran exportador de productos agrícolas. Además, el agua es muy importante para la minería y la generación hidroeléctrica, industrias sobre las que se basó el desarrollo del país.
El 83% de las exportaciones se relaciona directamente con la gestión del agua (2019). El Producto Interno Bruto (PIB) asociado al conjunto de estas actividades representa un 20% del valor nacional. La importancia de los recursos hídricos en la generación de empleos también resulta muy relevante, pudiéndose estimar del orden del 20% del empleo total, si se consideran los empleos indirectos asociados a la actividad agrícola y minera. Es por ello que atender las necesidades básicas de agua de la población y de los sectores productivos, será clave para la recuperación económica pos-COVID .
Eso es aún más relevante ya que la escasez de agua puede aumentar los niveles de inequidad de Chile, que cuenta con la tercera tasa de desigualdad más alta de América del Sur. Aunque el acceso a agua potable (así como al saneamiento y tratamiento de aguas residuales) en las zonas urbanas es casi universal y alcanza niveles de servicio comparables a países desarrollados, aún hay trabajo por hacer para que estos servicios lleguen de manera equitativa, en especial a las zonas rurales. Las comunidades más pobres son las más vulnerables a los impactos de los malos rendimientos de las cosechas, la pérdida de ganado y el acceso limitado al agua.
El Banco Mundial apoya al sector del agua en Chile desde 2009. Hemos trabajado de manera conjunta con el Gobierno en la identificación de desafíos y soluciones para mejorar la gestión de los recursos hídricos en el país. Sabemos que varias de nuestras recomendaciones han sido adoptadas por el Gobierno y por diversos actores relacionados al agua en Chile.
Sin embargo, es necesario acelerar el paso en la implementación de soluciones y volver el tema del agua una prioridad urgente para el país. En nuestro más reciente informe “EL AGUA EN CHILE: ELEMENTO DE DESARROLLO Y RESILIENCIA” proponemos diversas ideas de política y una actualización de nuestro diagnóstico. Con ello, esperamos contribuir con información relevante para aportar al debate político y constitucional que está viviendo el país en este histórico momento.
Únase a la conversación