El sistema más humano de bicicletas compartidas está en Buenos Aires

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Tan porteñas como el tango, las bicicletas amarillas del sistema público de la ciudad de Buenos Aires se han vuelto parte del paisaje urbano. En una urbe dominada por colectivos (buses) y taxis, las bicicletas han regresado y, de a poco, están reclamando su lugar a través del sistema público de bicis, o bicing como muchos de nosotros solemos llamarlo. Conocido como Ecobici, esta iniciativa llegó al millón de viajes el pasado diciembre y está aquí para quedarse.
 
¿Qué hace que Ecobici sea diferente al resto de los sistemas públicos de bicis en el mundo? Creemos que tiene que ver con dos simples respuestas: es manual y no cuesta un peso.

Para usuarios de otros sistemas alrededor del mundo, éste puede resultar bastante peculiar. Las estaciones, 29 por el momento, son una suerte de cajas de hierro donde se almacenan las bicicletas, sin terminales con candado. Amistosos empleados reciben a los usuarios e incluso recuerdan a los ciclistas frecuentes de Ecobici y su número de PIN (una identificación personal para retirar la bicicleta).
 
“La gente necesita acostumbrarse a los cambios, entonces tener personal en las estaciones era una buena idea. Además, en un sistema pequeño, era fundamental asegurarse el retorno de las bicis, y eso puede ser garantizado por los empleados”, afirma el subsecretario de Transporte de la Ciudad de Buenos Aires, Guillermo Dietrich.
 
Pero también existen algunos incentivos que hacen al sistema todavía más atractivo para los usuarios:
 

  • Una web de Ecobici que incluye, entre otras cosas, la disponibilidad de bicis que hay en cada estación en tiempo real y un mapa completo de las bicisendas de la ciudad.
  • Una aplicación móvil en la que también se puede corroborar la disponibilidad, elegir el mejor camino e incluso denunciar alguna irregularidad con tan solo subir una foto.
  • Información del sistema en el sitio de datos públicos de la ciudad de Buenos Aires donde hay varias bases de datos que muchas veces son utilizadas por emprendedores para desarrollar aplicaciones para usuarios.

 Además, durante su primera fase y con el objetivo de atraer usuario, Ecobici es gratis. Tan solo una identificación y una factura o recibo de algún servicio que compruebe el domicilio y uno está listo para subirse a la bici.
 
Un buen comienzo
 
De 3 estaciones, 72 bicicletas y 100 viajes por día en el 2010, a 29 estaciones, 1.000 bicicletas y alrededor de 72.000 usuarios registrados que realizan 5.000 viajes al día en la actualidad, cada vez más personas se entusiasman con Ecobici.
 
Por eso, los planes a futuro son bastante ambiciosos: expandir el sistema a 200 estaciones, un mínimo de 3.000 bicicletas y un nuevo sistema híbrido, en donde estaciones manuales y automáticas coexistirán para dar una mejor experiencia a los usuarios, mejorar la información en tiempo real y reducir el tiempo de espera en las estaciones, mientras que se conservará una de las ventajas de sistema manual: el exitoso retorno de las bicicletas.

An Ecobici user leaves a bike after a trip 
 

Una visión holística
 
Todos estos esfuerzos están enmarcados en una amplia estrategia que no se limita al sistema público de bicicletas. La ciudad de Buenos Aires adoptó una visión holística con el plan de Movilidad Sustentable que incluye intervenciones en el transporte público (como el Metrobus), ciclismo (el sistema público y las famosas bicisendas), desembotellamientos y la promoción de hábitos saludables y de seguridad vial
 
Dentro de este marco, el Banco Mundial provee apoyo a la ciudad a través de la organización de intercambios técnicos entre diferentes ciudades de Argentina, talleres sobre seguridad peatonal y la publicación de un manual sobre el trazado de calles, reforzando la visión de que el diseño sustentable de la infraestructura y la capacitación del gobierno son elementos claves para reducir muertes.
 
Las bicicletas amarillas de Buenos Aires nos demuestran que en materia de bicing, no hay una única solución, sino una gran cantidad de opciones que pueden desarrollarse a la medida de las necesidades de cada ciudad. Y a pesar de que aún no sabemos cómo evolucionará el sistema, estamos seguros de que la dedicación y el esfuerzo detrás de Ecobici garantizarán un sistema del cual los porteños puedan sentirse orgullosos.


Autores

Andrés Gartner

Joven profesional especialista en transporte

María Catalina Ochoa

Especialista de Transporte Urbano

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