Se busca: nueva estrategia contra el crimen en América Latina

Disponible en:

Image

Lo que más me llama la atención a medida que lidiamos con los temas de seguridad ciudadana en América Latina y el Caribe es cómo todo está interconectado, en todos los niveles.

Para comenzar, obviamente, están los delincuentes mismos. Un elemento determinante de éxito de los grupos de crimen organizado es su capacidad de trascender las fronteras e integrar los muy diversos y dañinos aspectos de su empresa criminal. También sabemos hasta qué punto las diferentes formas del crimen – narcotraficantes, traficantes de armas, pandillas juveniles – se retroalimentan entre sí. Esto es especialmente pertinente en América Central y México, dos prioridades para nuestro equipo.

Luego vienen los gobiernos responsables de hacerles frente. Así como no existe un solo sector que pueda considerarse inmune a los efectos de la creciente criminalidad – pensemos en la educación, desarrollo social, vivienda, transporte, justicia –, tampoco existe una estrategia que pueda pretender dar respuesta a este desafío sin incluir a todos los sectores.

Más aun, debemos examinar todos los aspectos de la violencia que afectan a las comunidades para asegurarnos de que no nos conformamos solamente con reducir las estadísticas de un sector mientras descuidamos los demás. El riesgo es que al centrarnos en alguna mejora estadística, en realidad estemos descuidando otras formas de violencia, igual de peligrosas y complejas.

Al enfrentarnos al enorme desafío de la seguridad en Centroamérica, ¿seremos capaces de pensar creativamente e ir más allá de enfoques convencionales, que hasta ahora han sido insuficientes?

¿Seremos capaces de trabajar de manera integral y con la visión global necesaria para abordar estos fenómenos intersectoriales y trasnacionales; ¿Seremos además capaces de pedirle a sus principales actores que desempeñen un rol diferente?

¿Cómo evitar que nuestras propias estructuras o procedimientos limiten nuestro enfoque sobre cómo abordar estos problemas complejos?

Está claro que el Banco Mundial no puede resolver este problema por sí solo.

Debemos buscar respuestas innovadoras, enfocadas en cómo asociarnos con los demás protagonistas regionales (gobiernos centroamericanos, organizaciones regionales, otros donantes internacionales, el gobierno de los EE. UU.). Cada uno llevaría a cabo actividades que aprovechen nuestras fortalezas y ventajas comparativas, siempre dentro del mandato legal.

En este sentido, también deberíamos analizar y aprender de la experiencia del Banco en la región. Una contribución crucial por nuestra parte, por ejemplo, sería ampliar la ayuda a estos países en materia de recopilación de datos para poseer estadísticas de crimen más confiables.

Conocer cómo evolucionan las organizaciones criminales demandará una estrategia sofisticada y trasnacional – tomará más tiempo y será más compleja para todos aquellos encargados de combatirlas. Pero si intentáramos hacerlo de cualquier otra manera, los criminales mantendrían  la delantera.

 


Autores

Maninder Gill

Global Director, Environmental and Social Framework

Únase a la conversación

Este contenido no se mostrará públicamente
Caracteres restantes: 1000