Haití: programa para que chicas adolescentes encuentren su primer empleo

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Edelene et d'autres jeunes femmes partagent leurs espoirs d'une vie meilleure

“¿Deben ser las profesiones de albañil, operario de maquinaria pesada o electricista solo para los hombres? No, yo también quiero poder ejercerlas”. La joven que expresa esta opinión es Edelène.

Tiene 17 años y abandonó la escuela en tercer grado porque su familia ya no podía seguir pagando la matrícula. Con la ayuda de su madre, está criando a su hijo de 1 año. La conocimos durante nuestra visita a la asociación APROSIFA de Carrefour-Feuille en los suburbios de Puerto Príncipe, en Haití.

 

Rodeada por otras 10 jóvenes de su barrio, Edelène comparte sus esperanzas para el futuro. Todas las niñas están fuera del sistema escolar desde hace por lo menos dos años. Y todas quieren aprender una profesión, por su propio bien y por el de sus familias.

Edelène, Berdine, Immaculée y Régine tienen entre 17 y 20 años y serán capacitadas, a partir de mañana, en programas por lo general no abiertos o accesibles a las mujeres.

“Con esta profesión puedo llegar a ser un tipo diferente de mujer, una mujer independiente”, dice Esthénie.

“Esto me permitirá demostrar a mi familia y mis amigos que soy capaz de hacer mucho más de lo que el destino me ofrece por haber abandonado la escuela tan temprano”, agrega Wadmilove.

Un poco más de dos años después del fatal terremoto del 12 de enero de 2010, los sectores vinculados directa e indirectamente a la reconstrucción del país ofrecen la mayor cantidad de perspectivas de empleo. Al igual que el caso de otras áreas clave para el crecimiento del país, como el turismo o la industria de la confección, la necesidad de mano de obra calificada ayudará a cambiar las actitudes hacia la participación de las mujeres en estos sectores tradicionalmente asociados con trabajadores varones.

No somos los únicos convencidos de esto. Los empleadores mismos quieren dar prioridad a la contratación de mujeres jóvenes, ya que, además de los beneficios de la diversidad en el lugar de trabajo, se dan cuenta de que ellas son más serias y se comprometen más con su tarea.

¿Cuáles son las barreras que impiden el ingreso de las mujeres jóvenes en la fuerza laboral? Quizás la adolescencia, que es un tiempo complicado para ellas. Mientras que para los varones la adolescencia es sinónimo de una mayor movilidad e independencia, la situación es diferente para las niñas.

Este periodo, durante el cual tienen que tomar decisiones, suele ir acompañado de mayores restricciones y limitaciones de la libertad. Durante esta fase crucial de sus vidas, las adolescentes como Edelène o Berdine deberían recibir las herramientas necesarias para lograr su independencia financiera, por ejemplo, capacitación de alta calidad en consonancia con las necesidades de la fuerza laboral y una preparación para enfrentar la vida que les permita adaptarse mejor al mundo del trabajo. Armadas con estas herramientas, tendrán una mayor conciencia de sus derechos y sentirán más optimismo acerca de su futuro.

Las jóvenes que conocimos en Carrefour-Feuille son elegibles para la Iniciativa para las Niñas Adolescentes en Haití, donde acabamos de anunciar su implementación. Unas 1.000 jóvenes haitianas recibirán, por lo tanto, capacitación en profesiones no tradicionales.

La creación de este programa forma parte de una iniciativa internacional público-privada para promover la independencia económica de 12.000 adolescentes y jóvenes de ocho países, desde Nepal a Liberia, y que incluye a Sudán del Sur y Rwanda.

De hecho, más de un tercio (34%) de las adolescentes de los países en desarrollo están desempleadas y han abandonado la escuela. Escucharlas expresar sus sueños de una vida mejor, nos remite a la imagen de miles de tiendas de campaña que vimos desde nuestra llegada a Puerto Príncipe.

El barrio de Carrefour-Feuille no fue afectado gravemente por el terremoto que causó 250.000 muertes. Sin embargo, eso no quiere decir que estas jóvenes no sean especialmente vulnerables a riesgos como la pobreza, la inseguridad, la maternidad precoz, los embarazos no deseados, la deserción escolar, y la falta de redes sociales.

Por eso, además de su formación técnica, las jóvenes seleccionadas también recibirán capacitación en habilidades sociales, incluyendo formación relativa al comportamiento, por ejemplo la forma de actuar en el lugar de trabajo y la creación de redes de comunicación, que son habilidades que faltan o que no se enseñan en las escuelas o los entornos de los que provienen estas jóvenes.

Edelène y sus amigas esperan ayudar a reconstruir su país de acuerdo con su potencial y trabajaremos hombro con hombro con ellas para hacer realidad esta esperanza y aprender las lecciones de este proyecto piloto que faciliten el camino para la asistencia a la próxima generación de niñas adolescentes de Haití.


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