En las redes sociales dicen que “el mar lo cura todo” o que “la cura para todo es el agua salada: sudor, lágrimas o el mar”. Y por experiencia propia, digo que esto es cierto. Sin embargo, ¿que tanto le retribuimos al mar por todo lo que aporta a nuestras vidas? ¿Qué tanto hacemos para asegurar que nuestras costas, mares y océanos sigan dándonos oxígeno, alimento, recreación, y sustenten economías locales, nacionales, regionales y globales?
Los océanos cubren el 70% del planeta, y mediante el transporte de calor de la línea Ecuatorial a los Polos regulan el clima global. Los océanos producen el 50% del oxigeno que nos mantiene vivos y son los principales retenedores de dióxido de carbono, seguidos por los bosques tropicales. Los océanos a su vez proveen energía térmica, mecánica y eólica, y en términos de seguridad alimentaria, se estima que 3 billones de personas dependen de las pesquerías como fuente principal de alimento.
En términos económicos, los océanos, mares y costas proveen bienes y servicios por un valor anual de 3.6 trillones de dólares, y se estima que el turismo marítimo y costero contribuye en un 26% a la Economía Azul Global.
Sin embargo, los espacios costeros, marinos y oceánicos se enfrentan a lo que conocemos como la triple crisis: cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación. El calentamiento y acidificación de los océanos están afectando ecosistemas estratégicos, como los corales, que en los últimos 30 años han perdido la mitad de su área, contribuyendo al declive de la biodiversidad. Además, por lo menos un tercio de los mamíferos marinos y cerca de un tercio de los tiburones y especies arrecifales están amenazadas de extinción.
En términos de contaminación por plástico, el panorama es un poco más aterrador: De las cerca de 350 millones de toneladas de plástico que se producen a nivel global, el 70% se gestiona en rellenos sanitarios o son incineradas, el 10% se recicla y el 20% restante queda en los ecosistemas, siendo de estas 1.7 millones de toneladas las que terminan en los océanos. Y finalmente, un 24% de las playas, es decir, cerca de 80.000 km de línea de costa a nivel global sufren de procesos de erosión, poniendo en riesgo a comunidades, ecosistemas y economías.
Para Colombia, los datos son tampoco muy alentadores. Se estima que el 60% de los arrecifes coralinos del país está bajo amenaza, de los cuales un 20% podría desaparecer en la próxima década, el 19% ya ha sido destruido, y el 15% está en estado crítico.
En cuanto a la contaminación por plástico, en Colombia se producen 12 millones de toneladas de plástico al año, se recicla menos del 17% y se estima que el 90% de las playas de la costa Caribe están contaminadas por microplásticos. Fuentes hídricas como el Amazonas y el Magdalena, se encuentran entre los 20 ríos más contaminados del planeta. Y en cuanto a la erosión costera, el 47% de la costa Caribe y el 23% de la del Pacífico presenta un alto riesgo de erosión, con afectaciones importantes a infraestructura vial, ecosistemas, asentamientos humanos, y al turismo.
Gobernanza azul para proteger la biodiversidad marina
Para atender esta urgencia de revertir los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación marina, desde 2022 el Banco Mundial, en el marco de su operación Fortalecimiento de la gobernanza de los recursos marino-costeros de Colombia financiada con recursos del Fondo multidonante PROBLUE, viene apoyando al Gobierno de Colombia en la generación de información analítica y de herramientas prácticas que le permitan fortalecer la gobernanza de sus espacios y recursos marinos-costeros, al igual que dar un manejo integral al fenómeno de la erosión costera.
Como parte de este apoyo se brindó asistencia técnica a la Comisión Colombiana del Océano (CCO) para la creación del Sistema Bioceánico Nacional (SBBN), que busca:
- Articular efectivamente a los diferentes actores que intervienen en la gestión pública marino-costera
- Mejorar la comunicación entre el gobierno nacional, las autoridades territoriales y los sectores no gubernamentales, para contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la población habitante de las regiones costeras e insulares del país
- Aprovechar de forma eficaz y sostenible los recursos del océano a través de la consolidación de la gobernanza bioceánica
- Fortalecer la institucionalidad del Estado colombiano y la coordinación de las actividades relacionadas con la formulación, ejecución y seguimiento de instrumentos de política pública sobre la gestión del territorio marino-costero colombiano.
Adicionalmente, se generaron los documentos Costas colombianas: un análisis integral de la erosión costera, la Guía para la gestión de procesos de erosión costera – Guía para tomadores de decisiones y el catálogo El Género en la Gestión de la Erosión Costera en Colombia: Vulnerabilidades y Oportunidades que presentan un acercamiento al panorama de la erosión costera en Colombia. Incluyen aspectos económicos, de inclusión social y género, y retos de orden jurídico y técnico relacionados que el país tiene por delante para entender mejor este fenómeno y asumirlo de manera más efectiva
En el Día Internacional de los Océanos, los invito a ACTUAR, desde el rol que tengan en la sociedad. La protección de la biodiversidad de mares, costas y océanos, y de los grandes servicios que nos presta, depende de todos.
Revisemos nuestro comportamiento con respecto al uso de plásticos de un solo uso tanto en la ciudad que habitamos como en las playas que visitamos; apoyemos emprendimientos turísticos con comunidades locales que brindan experiencias reales en territorios reales; consumamos productos que vienen de la pesca responsable; informémonos más sobre nuestras áreas costeras y marinas y las comunidades que las habitan; apoyemos organizaciones locales que trabajan en la restauración de ecosistemas y que fortalecen a mujeres en su liderazgo ambiental.
Así, la próxima vez que estén contemplando un atardecer en la playa, no solo le agradezcan al mar por la paz que les brinda, sino que será el mar el que les agradecerá por esas acciones que contribuyen a su perpetuidad.
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