Infraestructura verde para la reducción de las inundaciones y la mejora urbana en Buenos Aires

Disponible en:
Río Matanza Riachuelo en Buenos Aires Río Matanza Riachuelo en Buenos Aires

Disponible en inglés

Como sucede en muchas capitales de América Latina y del mundo, la ciudad de Buenos Aires ha aprovechado cada metro cuadrado para albergar al creciente número de personas que ha migrado durante décadas. En este proceso, las llanuras de inundación se utilizaron para construir edificios y se invadieron los numerosos arroyos naturales que drenaban la zona, los cuales fueron sustituidos por canales y túneles, limitando la conexión natural entre las masas de agua superficiales y subterráneas. 

Asimismo, las masas de agua se convirtieron en vías de eliminación de basura y aguas residuales, lo que comenzó a verse como una molestia. Esto dio lugar a una serie de problemas ahora agravados por el cambio climático. Cada vez con mayor frecuencia, la ciudad se ve afectada por grandes inundaciones que causan daños a los bienes y paralizan el transporte urbano con un fuerte impacto en las personas más vulnerables. 

En los últimos años, la ciudad, con el apoyo del Banco Mundial, comenzó a adoptar soluciones basadas en la naturaleza .  A través de lo que se conoce como infraestructura verde, la ciudad se propone recuperar el valor agregado del agua y optimizar los cobeneficios relacionados con la recreación, la mitigación de las islas de calor y la creación de valor.

Mejores respuestas a las inundaciones

Las inundaciones en la ciudad han demostrado que no solo causan daños a los bienes, sino que paralizan el transporte en toda la ciudad, lo que genera un importante impacto negativo en las actividades económicas. Las personas no pueden llegar a sus trabajos, afectando en particular a los más vulnerables que dependen de sus ingresos diarios y no tienen la capacidad de recuperación económica para hacer frente a la pérdida de salarios ni a los daños materiales.

El proyecto de Asistencia a la Gestión del Riesgo de Inundación para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires brinda asistencia en una serie de medidas estructurales y no estructurales dentro de la ciudad. El proyecto financiado por el Banco es la continuación de una historia de colaboración con la ciudad de Buenos Aires que comenzó en 2006, con el desarrollo de un Plan Maestro Hidráulico. 

El proyecto refuerza la eficiencia de la ciudad en la gestión del riesgo de inundaciones mediante la creación de capacidades, la concientización y la preparación de la respuesta a los desastres, y también con la mejora de los sistemas de drenaje de tres cuencas clave de la ciudad.  

Las medidas estructurales incluyen grandes infraestructuras grises para aumentar la capacidad de drenaje hacia el Río de la Plata . Además, en los últimos años la ciudad ha conseguido potenciar los impactos positivos mediante la incorporación de soluciones basadas en la naturaleza o infraestructuras verdes.  

Como resultado de los pilotos iniciales, la ciudad está adoptando un proceso de planificación mejorado, y se beneficia de los múltiples cobeneficios generados por estas acciones. Además de aumentar la capacidad de retención, estas iniciativas proporcionan espacio para la recreación y complementan los corredores ecológicos urbanos. También se espera que reduzcan el efecto de las islas de calor y mejoren la calidad del aire. De igual manera, al mejorar la infraestructura urbana, es de esperar que la infraestructura verde agregue valor a la tierra. 

Apoyo a la ciudad y sus habitantes

A lo largo de la implementación del proyecto, el equipo del Banco ha dado apoyo a la ciudad compartiendo conocimientos y experiencias, y ha proporcionado asistencia técnica de expertos internacionales sobre cómo integrar las infraestructuras verde y gris en los entornos urbanos.  

En el marco del proyecto, Buenos Aires ha podido construir tres embalses y estanques de retención en dos importantes parques, que se están utilizando con fines recreativos y para la gestión del riesgo de inundaciones. Ahora, está buscando ejemplos de buenas prácticas de otras ciudades para aumentar aún más los impactos positivos de estas intervenciones, evaluando otros tipos de infraestructura verde que se adapten a las zonas urbanas de alta densidad. 

Al mismo tiempo que busca herramientas que le ayuden a planificar, ejecutar y mantener estas acciones, y a mejorar sus diseños, el gobierno también está promoviendo el compromiso de los ciudadanos, la concientización y la apropiación y participación de la comunidad en el mantenimiento de estas áreas públicas. 

Además del Banco, Buenos Aires también recibe el apoyo de importantes precursores en materia de infraestructura verde urbana como Copenhague y la ciudad de Rotterdam.
 


Autores

Catalina Ramirez

Especialista Senior en Agua y Saneamiento

Klaas de Groot

Senior Water Resources Management Specialist, World Bank

Únase a la conversación

Este contenido no se mostrará públicamente
Caracteres restantes: 1000