Innovar a través del monitoreo de aguas residuales en América Latina y el Caribe

Disponible en:
Poor neighborhood without sanitation service in Colombia Poor neighborhood without sanitation service in Colombia

Los tomadores de decisiones en el ámbito de la salud pública tienen pocas opciones a la hora de comprender la propagación del virus en comunidades y poblaciones debido a la rapidez de contagios  de la variante ómicron de COVID-19. Esto condujo a una nueva fase de la pandemia, una donde los métodos tradicionales de vigilancia epidemiológica, como los tests PCR o los autotests de antígenos, no tienen la disponibilidad suficiente como para brindar información útil sobre el número, ubicación y momento de contagio de las personas infectadas.

En este contexto, una excepción notable a esta regla es el monitorear aguas residuales, o lo que se conoce como epidemiología basada en aguas residuales (EBA), como herramienta de vigilancia de la salud pública.

Cómo funcionan los testeos de aguas residuales

A comienzos de la actual pandemia, se descubrieron fragmentos de SARS-CoV-2 —el virus que causa la COVID-19— en las heces humanas. El virus puede ser detectado en las deposiciones a medida que las personas se van infectando, días antes de que desarrollen síntomas e incluso mientras son asintomáticos. El testeo de aguas residuales utiliza la misma prueba PCR utilizada en los testeos clínicos, una prueba tan sensible que el SARS-CoV-2 puede ser hallado incluso cuando las aguas residuales son diluidas con agua de lluvia o mezcladas con vertidos industriales.

El testeo puede realizarse en muestras obtenidas en cualquier lugar donde fluyan o sean tratadas las aguas residuales, por ejemplo desagües en lugares específicos, lagunas de aguas residuales o trincheras al aire libre, así como en grandes instalaciones de tratamiento en áreas con sistemas de recolección bien desarrollados. 

 

Razones para invertir en el monitoreo de aguas residuales

El testeo de aguas residuales detecta la presencia del virus tan pronto como las personas se infectan, y muchas veces antes de que desarrollen síntomas.  En comunidades de todo el mundo, se hallaron señales de ómicron en aguas residuales antes de que algún caso clínico fuese informado. En Sudáfrica, por ejemplo, la presencia de SARS-CoV-2 en aguas residuales aumentó rápidamente a medida que la variante ómicron se imponía; mientras que en muchas ciudades grandes de Estados Unidos, como Houston, Texas, la variante ómicron fue detectada en aguas residuales días antes de que los testeos clínicos dieran positivo.

El monitoreo de aguas residuales no solo puede ayudar a detectar cuándo el virus se dispara en una comunidad, sino también cuando llega a su fin, como se observó en algunas comunidades estadounidenses. 

Los recursos necesarios para el testeo de aguas residuales normalmente son mucho más bajos que para el testeo clínico. El costo total del testeo clínico aumenta de manera considerable durante los picos y olas, mientras que el costo del testeo de aguas residuales en general permanece constante.

El testeo de aguas residuales en general se lleva a cabo dos o tres veces por semana, aunque la frecuencia puede aumentar o disminuir dependiendo del nivel de SARS-CoV-2 que esté circulando. Un punto de partida para la planificación de una estrategia nacional de testeo de aguas residuales es US$1 por persona durante el primer año . No obstante, los costos pueden variar de US$0,20 a más de US$3,00 por persona, dependiendo de la proporción de la población servida por instalaciones de tratamiento de aguas residuales, la frecuencia del testeo y otros factores.

El éxito del testeo de aguas residuales durante la pandemia de COVID-19 apunta a este enfoque como una herramienta multifacética con el potencial de jugar un papel más allá de la actual pandemia. 

Por ejemplo, las aguas residuales pueden servir como una ventana a la salud general de nuestras comunidades. Una sola muestra puede ser analizada para confirmar la presencia de una variedad de patógenos: gripe, hepatitis A, poliomielitis, resistencia antimicrobiana y otras enfermedades. La proporción de distintas variantes, incluida la ómicron, puede evaluarse. El testeo de aguas residuales puede ayudar a una comunidad a monitorear la exposición local a diferentes drogas, pesticidas y otros componentes químicos. 

Aguas residuales en América Latina y el Caribe 

De los más de 3000 sitios de testeo de aguas residuales en el mundo, la mayoría se encuentra en países de ingreso alto. Si bien el testeo de aguas residuales no reemplaza al testeo clínico, sí es adecuado para países de ingreso bajo y mediano. Su utilidad es particularmente importante cuando la capacidad de testeo se ve sobrepasada, como estamos viendo con la variante ómicron.

Varios programas piloto ya han comenzado en un número creciente de países de Latinoamérica, como Ecuador y Argentina. Tanto durante los picos de la pandemia como los períodos con bajo nivel de contagio, estos programas son importantes como instrumentos de bajo costo para monitorear el número de infecciones entre la población.

Con la rápida expansión del testeo de aguas residuales durante la pandemia de COVID-19 surgieron algunos desafíos, que pueden resolverse mediante la implementación de las acciones prácticas mencionadas en la Guía del Banco Mundial para la epidemiología basada en aguas residuales.

Construir las alianzas e infraestructura necesarias para el testeo exitoso de las aguas residuales lleva tiempo. Aunque las inversiones que hagamos hoy pueden redundar en beneficios a largo plazo, fortaleciendo la capacidad de un país de poner en marcha una respuesta oportuna y bien fundamentada a una gama de asuntos de salud pública.

Esto es lo que está llevando a Estados Unidos y Europa a invertir de forma masiva en epidemiología basada en aguas residuales para estar mejor preparados ante las próximas pandemias.

La mayoría de los países de América Latina y el Caribe cuentan con infraestructura sanitaria que podría servir para desarrollar redes integradas de epidemiología basada en aguas residuales . Esta sería una inversión asequible, efectiva e inteligente, un socio del testeo clínico y una forma de vigilancia de bajo costo muy apropiada para países de ingreso bajo y mediano.


Autores

Jeremy Veillard

Especialista líder en salud para América Latina y el Caribe

Jean-Martin Brault

Especialista sénior en Agua y Saneamiento

Únase a la conversación

Este contenido no se mostrará públicamente
Caracteres restantes: 1000