"Entre la medicina animal y la humana
no existen líneas divisorias, ni deberían existir".
Rudolf Virchow, 1856
Casi cinco años después de la aparición del COVID-19, ¿existe el riesgo de que estemos entrando nuevamente en otra fase de descuido de la preparación, prevención y respuesta ante una pandemia?
El Día Internacional de Una Salud nos recuerda que la salud de las personas, los animales y el medio ambiente están interconectados y que las amenazas a un ámbito pueden convertirse rápidamente en amenazas para todos. El 3 de noviembre de 2024 se celebró el noveno Día Internacional de Una Salud, una campaña mundial para fomentar la educación y la concienciación sobre el enfoque de Una Salud y las amenazas compartidas para la salud en la interfaz entre los seres humanos, los animales y el medio ambiente. Como nos recuerda el COVID-19, un enfoque de Una Salud puede prevenir la próxima pandemia.
El contexto de Una Salud en América Latina y el Caribe
Debido al COVID-19, en los últimos años el concepto de Una Salud ha ganado una fuerza significativa a nivel mundial como un enfoque vital para abordar desafíos de salud complejos, incluidas las zoonosis y la resistencia a los antimicrobianos. Este enfoque busca equilibrar y mejorar la salud de los seres humanos, los animales y los ecosistemas de manera sostenible. En consecuencia, las iniciativas de Una Salud consisten en trabajar en conjunto entre sectores para cerrar las brechas entre la salud pública, la ciencia veterinaria y la gestión ambiental.
América Latina y el Caribe (ALC) enfrentan una variedad distinta de desafíos de Una Salud. Las enfermedades zoonóticas como el dengue, el zika, la influenza aviar y la rabia plantean graves riesgos para la salud pública en la región, donde las áreas de gran biodiversidad brindan amplios huéspedes para los patógenos. La deforestación y la degradación ambiental en ALC también están acelerando la propagación de estas enfermedades. Los enfoques de Una Salud son muy necesarios en ALC para abordar estos desafíos y allanar el camino hacia un futuro más saludable y resiliente para sus habitantes.
Enfoques intersectoriales regionales
Las enfermedades infecciosas emergentes pueden traspasar las fronteras nacionales y transferirse de una especie a otra. Por lo tanto, la colaboración regional es crucial para abordar los desafíos de Una Salud. Al trabajar juntos, los países y los socios pueden compartir recursos, conocimientos y mejores prácticas, creando un frente unificado contra las amenazas a la salud. Este esfuerzo colectivo puede ayudar a armonizar políticas y estrategias, facilitando la coordinación de acciones a través de las fronteras. Además, la colaboración regional puede amplificar el impacto de los esfuerzos de cada país, asegurando que las iniciativas de salud sean más integrales y efectivas.
El Banco Mundial es su socio
En 2018, el Banco Mundial publicó el Marco Operativo para el Fortalecimiento de los Sistemas de Salud Pública Humana, Animal y Ambiental en su interfaz. Este marco proporciona orientación operativa para abordar directamente la necesidad de inversiones específicas que prevengan, preparen, detecten, respondan y se recuperen de problemas como las enfermedades con potencial endémico, emergente y pandémico, incluida la resistencia a los antimicrobianos - abordar la resistencia a los antimicrobianos puede ser altamente rentable, ofreciendo una tasa de retorno de la inversión del 88% anual. Actualmente, el Banco Mundial está financiando 47 proyectos en 40 países destinados a fortalecer y desarrollar sistemas agrícolas, de salud, de agua y saneamiento, que son fundamentales para prevenir la aparición y propagación de la resistencia.
Con el apoyo del Fondo para Pandemias, el proyecto de Optimización de la Respuesta a Pandemias a través de Comunidades y Territorios Comprometidos (PROTECT) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Banco Mundial (en inglés) está a la vanguardia del aprovechamiento del enfoque Una Salud para mejorar la preparación y la respuesta ante pandemias en LAC. En octubre de 2024, el Consejo de Administración del Fondo para Pandemias también aprobó dos nuevas subvenciones en la región, que serán implementadas conjuntamente por el Banco Mundial y socios técnicos*. Este financiamiento adicional será catalizador para fortalecer los sistemas de vigilancia de enfermedades y alerta temprana, los sistemas de laboratorio de salud pública, el personal de salud pública y las capacidades de salud fronteriza en todos los sectores.
Mirando hacia el futuro
Abordar amenazas como las zoonosis y la resistencia a los antimicrobianos es un desafío de desarrollo apremiante y cada vez más grave, con impactos significativos en la salud, la pobreza, la seguridad alimentaria, la nutrición, el comercio, los resultados ambientales, la dinámica de los ecosistemas y la seguridad alimentaria. De cara al futuro, el Banco Mundial está trabajando para desarrollar soluciones intersectoriales de Una Salud y sinergias de implementación con socios globales y regionales clave como la OPS, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Al aunar recursos y conocimientos especializados, estas colaboraciones impulsarán avances significativos para superar los desafíos de prioridades contrapuestas, financiamiento limitado y la necesidad de una mejor comunicación y coordinación intersectoriales, demostrando que juntos podemos superar incluso los desafíos de salud más abrumadores, preservando la salud de nuestras economías, nuestros cultivos, nuestros animales y nuestra gente.
Mariela Varas, Phillis Kim, Leah Germer y Federica Secci contribuyeron a este blog.
*La primera es una donación para el Proyecto de Preparación, Prevención y Respuesta ante Pandemias de Guyana, que será implementado por el Banco Mundial con cofinanciamiento de la AIF. El segundo es una subvención regional para el Proyecto de Fortalecimiento de la Prevención, la Preparación y la Respuesta a las Amenazas Emergentes para la Salud en el Caribe Oriental, implementado conjuntamente por el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Organización Mundial de la Salud.
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