La bicicleta y el transporte público: la pareja perfecta

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La bicicleta y el transporte público: la pareja perfecta Estacionamiento masivo de bicicletas en la estación central de trenes de Utrecht, Países Bajos. Fotografía: Alfonso Vélez.

Una de las opciones más infravaloradas en la planificación de transporte es la integración de la bicicleta a los sistemas de transporte público.  Al combinar ambos a través de la planificación y el diseño se pueden compensar las carencias que tienen cada uno por separado: la bicicleta, su flexibilidad y cobertura espacial sobre todo para la conectividad de primer/último kilómetro; el transporte público, la facilidad de recorrer largas distancias que en bicicleta pueden ser difíciles de cubrir.

Esta relación simbiótica tiene el potencial de crear un poderoso nuevo modo de transporte que puede transformar la experiencia de traslado para una gran parte de la población de cualquier ciudad.

Viajar con tu bici en el transporte público, estacionarla antes de tomar un bus o simplemente devolverla al sistema público de casilleros son algunos ejemplos específicos de esta integración. Sin embargo, es necesario que tanto los esfuerzos de planificación y de diseño orientados a la integración de la bicicleta y el transporte público contemplen criterios conectividad y accesibilidad directa, segura y universal, con atención especial a atender condiciones de edad, género y discapacidad.

En las grandes ciudades de América Latina, por ejemplo, aunque la caminata de por sí es un elemento inseparable del transporte público, la infraestructura peatonal para acceder a los sistemas masivos de transporte en muchos casos es insegura, peligrosa y obstaculizada.

Hay numerosos beneficios asociados a la integración bus-bici. Además de incrementar el área de acceso al sistema de transporte público, los usuarios pueden personalizar los viajes más a su medida al escoger estaciones y servicios y responder mejor a saturaciones e interrupciones.

Los sistemas de transporte se hacen más eficientes al tener una mejor distribución de la demanda y los usuarios obtendrían beneficios de salud gracias a una mayor actividad física al elegir a la bicicleta en lugar de otro autobús.  Veamos algunos ejemplos:

Soluciones Pequeñas

Los estacionamientos en línea son la solución más común dentro de esta categoría. Normalmente cuentan con entre 3 y 10 espacios disponibles y en general se colocan en lugares que originalmente estaban destinados al estacionamiento vehicular. También se pueden ubicar ciclo-estacionamientos, espacios llamados parklets, que recuperan cajones de estacionamiento de autos para convertirse en pequeños parques con diferentes funciones de permanencia en el espacio público, como sentarse o jugar.

Las principales características de estas soluciones son su rápida instalación y su flexibilidad: se tiene la posibilidad de incrementar los lugares si la demanda lo exige, así como de moverlo a otro lugar en función de la experiencia luego de su implementación. También es importante destacar que el diseño ideal de cada biciestacionamiento es de U invertida, ya que permite que se aseguren la llanta y el cuadro de la bicicleta, además de que puede mantenerse recargada y firme.

Parklets en espacios originalmente destinados al aparcamiento de vehículos en Sao Paulo, Brasil (Fuente: Steer)
Parklets en espacios originalmente destinados al aparcamiento de vehículos en Sao Paulo, Brasil (Fuente: Steer).

 

Soluciones Medianas

En esta categoría existen varias alternativas: Estacionamientos abiertos o cerrados en espacios públicos, pabellones para bicicletas y casilleros.

Los estacionamientos abiertos en espacios públicos pueden o no contar con cerramientos o vigilancia y normalmente están ubicados en plazas cercanas a los accesos de alguna estación de transporte masivo.

Estacionamiento abierto en la ciudad de Apeldoorn, Países Bajos, donde se evidencia la falta de seguridad (Fuente: Steer).
Estacionamiento abierto en la ciudad de Apeldoorn, Países Bajos, donde se evidencia la falta de seguridad (Fuente: Steer).

Los pabellones para bicicletas cuentan con entre 90 y 300 espacios disponibles. En Bogotá, Colombia, se utiliza esta opción para la integración de la red de ciclo-infraestructura con estaciones del BRT TransMilenio. Normalmente se debe abonar el pasaje de transporte previo al ingreso a estos pabellones. Estas soluciones se caracterizan por una activación del espacio público y una importante integración con la red de transporte.

Cicloparqueadero en las proximidades de una estación del BRT TransMilenio en Bogotá, Colombia (Fuente: Steer).
Cicloparqueadero en las proximidades de una estación del BRT TransMilenio en Bogotá, Colombia (Fuente: Steer).

 

Soluciones Grandes

Los aparcaderos de bicicletas son una solución de mayor escala y capacidad. Por ejemplo, en Alkmaar, Países Bajos hay más de 300 cupos ubicados debajo de la rampa de acceso a la estación en el nivel superior. Esta solución implica un aprovechamiento del espacio debajo de la rampa, en donde también se encuentra una estación del sistema público de alquiler de bicicletas.

Ciudad de México cuenta con 10 biciestacionamientos masivos y semi-masivos gratuitos cuyas capacidades rondan entre los 80 y 408 lugares y están integrados a estaciones de metro o CETRAMs (Centros de Transferencia Modal).

El CETRAM Pantitlán es el de mayor demanda de CDMX, con un millón de personas que utilizan 4 líneas de metro y una de BRT. El biciestacionamiento de este CETRAM es el más grande ya que cuenta con una capacidad de 408 bicicletas, tres pisos de bicicletas estacionadas, vigilancia y tienda/taller de bicicletas. Además la plazoleta anexa al edificio ofrece un pequeño gimnasio y un área de juegos infantiles.

Biciescuela y fachada del biciestacionamiento masivo de Buenavista, CDMX (Fuente: Giovanni Zayas).
Biciescuela y fachada del biciestacionamiento masivo de Buenavista, CDMX (Fuente: Giovanni Zayas).

 

Interior del biciestacionamiento en Buenavista, CDMX (Fuente: Giovanni Zayas).
Interior del biciestacionamiento en Buenavista, CDMX (Fuente: Giovanni Zayas).

 

Soluciones Extra Grandes

Finalmente, en esta categoría se encuentran las estaciones de bicicleta subterráneas o edificios para estaciones de bicicleta, ejemplos que también son muy comunes en Países Bajos. Los edificios para estacionamientos son espacios con más de 500 cupos, construidos como una extensión de la estación. Cuentan con un acceso de forma directa a ésta y cuentan con altos niveles de integración, seguridad y activación del espacio público.

Un ejemplo pionero de esta infraestructura se encuentra en la ciudad de Haarlem, Países Bajos, mientras que el estacionamiento más grande del mundo está en Utrecht, en el mismo país. Este último cuenta con una capacidad de más de 12,500 lugares (superando los 9,400 de la estación de Kasai en Tokio, Japón). El estacionamiento está ubicado en la estación central de trenes de Utrecht, el nodo de transporte del país más grande del país, y forma parte de un sistema de 5 biciestacionamientos en los alrededores de la estación que suman una capacidad de 22,000 lugares.

Estacionamiento masivo de bicicletas en la estación central de trenes de Utrecht, Países Bajos. (Fuente: Alfonso Vélez).
Estacionamiento masivo de bicicletas en la estación central de trenes de Utrecht, Países Bajos. (Fuente: Alfonso Vélez).

Estacionamiento masivo de bicicletas en la estación central de trenes de Utrecht, Países Bajos. (Fuente: Alfonso Vélez)

 

Movilidad integrada para una Lima más limpia y saludable

La integración de la bicicleta y el transporte público tiene un enorme potencial de complementarse en lugar de competir, para fortalecerse individualmente y como un nuevo medio de transporte más eficiente y con un mayor alcance. Independientemente de que la definición del tipo y tamaño de cada proyecto de integración varíe en función de factores como la demanda, existe potencial de integración modal en toda la red de transporte masivo.

En este sentido, la estrategia de la bicicleta para Lima y Callao que el Banco Mundial preparó en conjunto con el plan de infraestructura cicloviaria, contempla la integración de la bicicleta con el transporte público. 

Esta integración debe de formar parte de los esfuerzos para mejorar la movilidad y la calidad de vida en la ciudad. Los esfuerzos globales por combatir la crisis climática reconocen la importancia de impulsar la movilidad activa, tal como lo establece la declaración de la más reciente Conferencia de las Partes (COP26) en Glasgow, Escocia.

Además, esta reciente publicación del Banco Mundial señala específicamente el gran potencial del combo bicicleta-transporte público para descarbonizar el transporte.

La integración transporte público-bicicletas es imprescindible en la transformación de Lima hacia una ciudad más limpia, saludable y resiliente. 

¿Te han parecido interesantes estos ejemplos? ¿Quieres conocer más? ¿Crees que alguno de ellos podría ser aplicado en tu ciudad?


Autores

Felipe Targa

Especialista sénior en Transporte Urbano, Banco Mundial

Giovanni Zayas

Active Mobility Consultant, World Bank

Irene Portabales González

Especialista de Transporte en el Banco Mundial

Damian Saint-Martin

Consultor de Transporte y Desarrollo Digital en el Banco Mundial

Lorena Sierra Valdivieso

Consultora de transporte para la Unidad de Infraestructura y Transporte

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