La geotermia en El Salvador tiene género femenino

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LaGeo, planta geotérmica estatal de El Salvador, tiene una representación laboral femenina del 30% / Foto: LaGeo LaGeo, planta geotérmica estatal de El Salvador, tiene una representación laboral femenina del 30% / Foto: LaGeo

Cuando cada mañana Gladys, Doris, Karen y Rossy se alistan para ir trabajar en El Salvador contribuyen a cerrar una brecha . Las cuatro están empleadas en el sector de la energía, un área donde las mujeres han estado tradicionalmente subrepresentadas. Y trabajan en geotermia, una fuente de energía abundante en su país y que, como el resto de las energías renovables, tiene el potencial de generar profundas transformaciones en nuestras sociedades. Porque las renovables no solo inciden favorablemente en el cambio climático, alivian la dependencia de energías fósiles, crean empleos o reducen la pobreza, sino que son un importante agente para la inclusión y la igualdad.

La energía renovable supone una oportunidad valiosísima que las mujeres están sabiendo aprovechar . Según la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA, por sus siglas en inglés), mientras en el sector de las fuentes fósiles de energía el porcentaje de mujeres trabajadoras es de un 22%, en el ámbito de las renovables alcanza un 32%. 

El Salvador es uno de los diez primeros productores de electricidad geotérmica a nivel mundial y ejemplifica esta realidad. Un informe de la agencia estadounidense de desarrollo internacional USAID publica que LaGeo, compañía estatal salvadoreña generadora de casi una cuarta parte del total de energía producida en el país, cuenta con una representación laboral femenina del 30% . Integrando una dimensión de género en sus actividades, esta empresa ha conseguido, en cuatro años, aumentar un 5% la participación de mujeres trabajadoras en sus plantas y oficinas. 

Pero el potencial de la geotermia en materia de género no se agota en las condiciones laborales de sus trabajadoras. En el Banco Mundial sabemos bien que considerar el género tiene un impacto fundamental en la vida de las mujeres de las comunidades cercanas a los campos geotérmicos e ignorarlo puede mermar la propia eficiencia, efectividad y sostenibilidad de un proyecto.  

Por ejemplo, en la fase de desarrollo de algunos campos geotérmicos, la compra de terrenos, la reubicación de personas o el pago de indemnizaciones podrían afectar a las mujeres privándolas de un lugar donde vivir, alejándolas de un entorno seguro y conocido o despojándolas materialmente si carecen de títulos de propiedad. Alterar los cursos del agua puede obligarlas a caminar distancias más largas para satisfacer su consumo diario y, tal vez, exponerlas a peligros o situaciones de violencia en sus desplazamientos. Tener en cuenta circunstancias de este tipo minimiza riesgos para una población ya de por sí vulnerable, y permite corregir inequidades.

Las posteriores fases de construcción o de explotación de un campo geotérmico posibilitan crear empleo local capacitando a las mujeres para cubrir las nuevas necesidades laborales o pueden atraer a profesionales ya formadas que aportan sus conocimientos y favorecen la creación de roles a seguir para otras mujeres. Asimismo, facilitar a las mujeres el acceso a la energía producida puede contribuir a que liberen tiempo para destinarlo a otras tareas que les reporten nuevos ingresos económicos, a su propia formación, a la familia o al ocio.

El Salvador busca un desarrollo geotérmico inclusivo

El Banco Mundial prepara una operación de financiación para apoyar proyectos desarrollados por LaGeo para acrecentar la capacidad geotérmica en El Salvador , con un enfoque que busca apoyar y ampliar las actuales estrategias inclusivas de LaGeo con el fin de reducir las disparidades entre hombres y mujeres. En las plantas geotérmicas existentes de Berlín y Ahuachapán, esta empresa forma y contrata más de 50 mujeres de las comunidades locales para el mantenimiento anual de las plantas generadoras. 

A través de FundaGeo, la fundación que canaliza sus esfuerzos de inversión social, se actúa en áreas de salud, educación y medioambiente que evidencian una perspectiva de género o fomenta capacidades que generen ingresos económicos utilizando los recursos derivados de la geotermia, lo que ha beneficiado, tan solo en 2019, a más de 300 mujeres. 

Los nuevos campos geotérmicos de San Vicente y Chinameca planeados en el centro y oriente del país avanzan en esta idea de crear oportunidades laborales y económicas para las comunidades cercanas, con un especial enfoque en las mujeres. 

LaGeo se ha incorporado, asimismo, a la organización WING, que promueve la educación, el desarrollo profesional y el avance de las mujeres en la comunidad geotérmica. Esto supone un impulso a la perspectiva de género en las energías renovables y abre nuevos campos de acción, como el taller Wingman que se celebró en San Salvador en diciembre de 2019 para implicar a los hombres en una efectiva inclusión de sus colegas femeninas.

Son todos pasos hacia adelante que van convirtiendo a El Salvador en un país líder en desarrollo geotermal inclusivo. Las mujeres lo saben y no van a dejar pasar la oportunidad porque, en El Salvador, ellas tienen energía (geotérmica) para rato. 
 


Autores

Mariano González Serrano

Especialista sénior en Energía

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