Recientemente fui madre por primera vez y sentir que a los pocos segundos de nacer, mi hijo buscó mi pecho para poder alimentarse, es un sensación inolvidable. Luego poder disfrutar durante la lactancia de un espacio de encuentro único entre madre e hijo, de intercambio de miradas y dulces palabras sin duda aumenta el cariño y los lazos de unión entre los dos.
La semana de la lactancia materna, celebrada cada año del 1 al 7 de agosto, nos recuerda la importancia de esta práctica para el buen desarrollo físico y mental de nuestros niños y niñas, así como para la salud de la madre.
Según datos de UNICEF, la lactancia materna puede evitar 1,4 millones de muertes de niños menores de cinco años en el mundo en desarrollo. Sin embargo, con el pasar del tiempo, esta actividad casi natural ha sido reemplazada en muchos lugares por el consumo de leche de fórmula, lo que de acuerdo a numerosos estudios tiene importantes repercusiones no solo en la salud sino también en el desarrollo afectivo entre madre e hijo. En Ecuador, por ejemplo, según información del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos sólo el 48% de mujeres da de lactar a sus hijos.
Los datos no mejoran para el resto de la región. En países como Perú o Bolivia, las madres que llevan a cabo esta práctica no superan el 65% y en el resto de Latinoamérica sólo alrededor de 40% de los niños y niñas reciben leche materna exclusiva durante 6 meses.
Algunos de los beneficios de la lactancia materna.
Si hablamos de nutrición, la leche materna proporciona todas las proteínas, vitaminas, grasas y minerales necesarios para el desarrollo del niño durante los primeros seis meses de vida. Incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda amamantar a los niños hasta los dos años.
En muchos países de Latinoamérica la desnutrición infantil sigue siendo un problema grave. En Ecuador, el 25% de niños menores de 5 años sufre este flagelo y los que no han tenido acceso a la leche materna corren mayor riesgo de estar subalimentados. Se ha demostrado que la leche materna ayuda a evitar muchas enfermedades como las alergias, las diarreas, infecciones, entre otros.
La lactancia además de ayudar al niño, ayuda a que la madre recupere su peso normal más rápidamente y disminuye riesgos de cáncer como los de mama. Pero los beneficios también están ligados al desarrollo emocional, cognitivo y afectivo.
El Banco Mundial a través de varios programas y proyectos en Latinoamérica busca promover la lactancia materna exclusiva. En Ecuador, el proyecto Creciendo con Nuestros Guaguas, a través de diferentes productos comunicacionales informa, sensibiliza y busca que las madres en la provincia de Chimborazo den de lactar de forma exclusiva a sus hijos durante los seis primeros meses de vida y continúen hasta los dos años combinando entre la lactancia y la alimentación complementaria.
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