Colombia: desplazadas tejen su futuro con simples máquinas de coser

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Mujeres desplazadas en Colombia

Imagínate que un día tienes que salir de tu hogar sólo con lo que llevas puesto. Ya no tienes casa, tierra, bienes, trabajo, amigos. Y no puedes regresar. Lo único que te queda es tu voluntad de sobrevivir y proteger a tu familia. Llegas a una nueva ciudad a empezar de cero. Se te cae el mundo encima. Te das cuenta que has perdido doblemente: ya perdías como mujer, y ahora pierdes como desplazada.

Esta es la experiencia que viven millones de mujeres desplazadas en Colombia, algunas de las cuales conocimos en la Fundación para el Desarrollo y el Progreso (FUNDESPRO) en Bogotá. La organización trabaja con el gobierno nacional en asistir a víctimas, especialmente mujeres, del conflicto civil colombiano –una iniciativa que, como muchas similares en el resto del país, el Banco Mundial respalda a través del Programa de Paz y Desarrollo.


Aprovechando el lanzamiento del Informe de Desarrollo Mundial 2012 en Colombia, visitamos esta organización para ver en acción la fuerza que sostiene nuestro estudio tanto en lo teórico como en sus conclusiones prácticas: la capacidad de acción y decisión de la mujer que, finalmente, son determinantes en su desarrollo humano.

Aquí, unas 30 madres de familia, la mayoría solas, forjan su futuro con 3 máquinas de coser. Para tener un ingreso se han asociado en un taller de confección, donde producen ropa que venden en El Madrugón -un mercado de Bogotá que abre de madrugada y donde se encuentran los productos más baratos.

Los ingresos de estas ventas, como dice una de ellas, no dan para vivir sino para sobrevivir. Pero en el taller de confección y en FUNDESPRO, que forma parte de una gran red de mujeres desplazadas, ellas encuentran algo más que trabajo o una forma de ganarse la vida.

Encuentran a otras mujeres que comparten su misma realidad, que las apoyan, que les pueden dar información, por ejemplo, sobre cómo acceder a los recursos estatales a los que tienen derecho por ser víctimas del conflicto interno armado. Y si bien las mujeres que llegan a FUNDESPRO lo hacen en gran medida para aprender un oficio, ellas acaban quedándose aquí.

Aun cuando el taller no cuenta con suficientes maquinas de coser y hacen turnos para usarlas, las mujeres han tomado consciencia del poder que les da estar asociadas. Los materiales son más baratos, pueden negociar mejor con proveedores y producir más; reconocen el poder que les da el estar juntas.

Justamente, el Informe sobre el Desarrollo Mundial 2012 resalta la importancia de la capacidad de acción y decisión de las mujeres, tanto a nivel individual como colectivo.

A nivel individual, la capacidad de acción de las mujeres influye en sus posibilidades de desarrollar su capital humano, de aprovechar oportunidades económicas y de mejorar el bienestar de sus hijos. Las desplazadas que conocimos en FUNDESPRO son ejemplo de cómo, aun en las circunstancias más difíciles, esta capacidad de acción individual se expresa con fuerza.

A nivel colectivo, la capacidad de acción y decisión de las mujeres puede tener un efecto aun más transformador, para ellas mismas y para la sociedad. Y esto es lo que hace que mujeres como Isabel Rocha y Aura Abril, nuestras amigas de FUNDESPRO, usen la voz que han ganado como colectivo para reivindicar no sólo sus derechos individuales sino también los de todas las desplazadas del país.

Aura es Directora de la Red Nacional de Mujeres Víctimas del Desplazamiento Forzado; Isabel es representante de FUNDESPRO, que hace parte de esa red. Ambas participan en juntas nacionales de organizaciones de mujeres desplazadas, pelean por un reconocimiento de su realidad y demandan una acción pública más decidida a favor de sus derechos.

Lo que piden no es mucho: que sus hijos puedan estudiar, porque ellas conocen la importancia de la educación; que les restituyan sus tierras, aun si estaban a nombre de sus maridos que murieron o las abandonaron; que se reconozca lo que han sufrido y que se pongan en pie medidas para que otras mujeres no tengan que pasar por lo mismo que ellas pasaron.

Ojalá y las escuchen. El Informe de Desarrollo Mundial 2012 es nuestro granito de arena en la batalla de Isabel y Aura por la reivindicación de los derechos y roles de la mujer en Colombia y en todo mundo. Ojalá y nos escuchen.


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