En El Salvador, desde hace algún tiempo, los reclamos de los jóvenes se transmiten a través de las redes sociales. Internet es su cómplice. El medio con el cual se expresan y levantan sus voces. Ahora bien, ¿qué se podría hacer para que las iniciativas y los legítimos reclamos que nacen de los más jóvenes pasaran del mundo virtual al mundo real?
La pregunta la formuló Napoleón García, de la asociación juvenil Censura Cero, durante la Cumbre de la Juventud del Grupo del Banco Mundial 2014, que tuvo lugar en Washington el pasado 7 de octubre. El evento, centrado en la necesidad de gobiernos abiertos y receptivos, contó con la asistencia de siete grupos de jóvenes salvadoreños, que participaron a través de videoconferencia desde San Salvador.
Fueron la Asociación de Estudiantes de Economía de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), la organización HOPE (de la universidad ESEN), Un Techo para Mi País, Censura Cero, Open Knowledge Foundation, INSERT Innovación Social y Tecnológica y Xpressate
Margarita Valdés, de Xpressate preguntó cómo se puede traducir la presión que ejercen los jóvenes en un sistema real de rendición de cuentas para el Gobierno. Además, agradeció el hecho de poder participar en la cumbre. “Como joven activista es muy importante que las organizaciones internacionales como el BM validen los esfuerzos que llevamos a cabo sobre una base diaria”.
Alejandra Quintanilla, de la UCA, comentó que, si bien existen algunos jóvenes que se sienten apáticos ante la dificultad de que El Salvador mejore, muchos otros están interesados en contribuir a que la realidad cambie.
De hecho muchos incursionan en la política, agregó Alejandra, quien también destacó que en El Salvador existen varias organizaciones de jóvenes que promueven cambios en el país, aunque no siempre su trabajo logra influenciar en los líderes de opinión.
Por eso, Alejandra preguntó a los participantes en Washington de qué forma se podría hacer para que la voz de la juventud sea escuchada por las autoridades del país.
Durante el evento, los jóvenes salvadoreños respondieron a tres preguntas sobre tres aspectos:
- Colaboración: ¿Cómo se podría hacer para facilitar una mayor participación de los ciudadanos en los servicios del Gobierno?
- Rendición de cuentas ¿Cómo se podría equipar mejor a los ciudadanos y las comunidades para asegurar que las decisiones de los empleados públicos tienen la adecuada supervisión?
- Transparencia ¿Cómo se podría motivar a los Gobiernos para que garanticen un mayor acceso a la información?
También se comentó sobre la importancia de acercarse más a las comunidades para percibir sus necesidades reales y de la necesidad de abrir más espacios para que los jóvenes se expresen, así como organizar más actividades para estudiantes de institutos y universidades.
Eso fue el pasado 7 de octubre. Ahora, queremos aprovechar la ocasión para preguntarte a ti, joven salvadoreño, ¿cuáles crees que son los retos para lograr gobiernos más abiertos y receptivos en El Salvador?
Únase a la conversación