Honduras vive una etapa de recuperación tras los impactos de la pandemia de COVID-19 y de los huracanes Eta e Iota. Es cierto que el país enfrenta diversos desafíos para su desarrollo y el bienestar de su población, no obstante, también tiene muchas oportunidades para aprovechar su potencial.
Hasta antes de la pandemia, casi la mitad de la población hondureña (48%, equivalente a 4.4 millones de personas) vivía en pobreza. Creemos que el país puede alcanzar una mayor inclusión , para brindarle oportunidades sociales y económicas a las familias, sobre todo a quienes viven en pobreza, exclusión y vulnerabilidad.
La reciente actualización del Diagnóstico Sistemático de País del Banco Mundial, un análisis sobre los desafíos y oportunidades de Honduras titulado “Caminos hacia la construcción de una sociedad resiliente”, propone las siguientes medidas para fomentar la inclusión social y productiva:
• En protección social: fortalecer la focalización y expansión de las transferencias monetarias condicionadas. Esto incluye ampliar su cobertura, al mismo tiempo que se robustecen los mecanismos de pago a beneficiarios.
• En capital humano: mejorar el acceso a los servicios básicos, en particular, la salud y la educación. Para ello es clave reabrir las escuelas de manera segura, fortalecer la preparación del sistema de salud ante emergencias sanitarias y mejorar el acceso a servicios de atención primaria de alta calidad.
• En mercado laboral: promover políticas activas para mejorar el acceso al empleo, en particular para los trabajadores poco calificados, en tanto que se fomentan las oportunidades económicas, sobre todo en las zonas pobres y remotas. Un punto de entrada para ello es impulsar programas de trabajo que requieran mano de obra de manera intensiva, comenzando con las áreas más afectadas por los huracanes, y ampliar las actividades vinculadas a la agricultura en las áreas rurales, basándose en el modelo del Proyecto de Competitividad Rural, mejor conocido como Comrural.
Productividad en el campo para beneficio de todos
La agricultura es uno de los pilares de la economía hondureña y el sector emplea a 30.2% de la fuerza laboral en el país.
Comrural es una exitosa iniciativa enfocada en mejorar la competitividad de más de 7,200 pequeños productores rurales en Honduras. El proyecto les apoya para que se organicen en alianzas productivas y fortalezcan sus capacidades técnicas para ofrecer productos más sofisticados y con mayor valor.
Antes de iniciar el proyecto, muchos de estos productores cultivaban de manera independiente y tenían márgenes de ganancia muy bajos. Ahora, están organizados y practican mejores técnicas. Los productos de muchos han recibido certificaciones internacionales y consiguen precios más altos. Han logrado aumentar su competitividad y tener acceso a nuevos mercados.
Así, las organizaciones de productores participantes en Comrural han aumentado sus ingresos en un promedio de 57% y ahora más de la mitad de esas organizaciones exportan sus productos, incluyendo café, cacao y hortalizas . Se han beneficiado a más de 14,700 familias en Honduras, de las cuales más de 4 mil tienen a una mujer como cabeza de familia y más de 5 mil son familias indígenas.
Estamos trabajando para ampliar las operaciones de Comrural, que ayudarán a más de 60 mil productores en los próximos años, incluyendo a por lo menos 18 mil mujeres y más de 11 mil personas de comunidades indígenas y afrodescendientes.
También queremos resaltar la consolidación del sistema de protección social en Honduras. Por ejemplo, con el fortalecimiento del programa de transferencias condicionadas mediante la unificación de los programas para zonas urbanas y rurales y el establecimiento del Registro Único de Participantes para una mejor identificación y focalización de beneficiarios.
Estas iniciativas han producido además lecciones valiosas en torno al desarrollo de pagos digitales de esas transferencias, para conveniencia de los usuarios y mayor transparencia y eficiencia del programa. Estas experiencias serán beneficiosas para apoyar los actuales esfuerzos de reforma y fortalecer el sistema de protección social a favor de las poblaciones más pobres y vulnerables del país.
Para seguir apoyando la senda hacia la inclusión social y productiva en Honduras, nuestro programa de trabajo continuará con la asistencia técnica, análisis y financiamiento para los sectores de protección social y competitividad rural. También seguiremos trabajando en las áreas de salud, educación y seguridad hídrica y alimentaria, al igual que resiliencia y gestión de riesgos de desastres, para mejorar las condiciones de vida de los hondureños.
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