Colombia es uno de los líderes de la cobertura universal de salud en América Latina:el 97% de la población en Colombia está cubierta por un programa nacional de seguro de salud. Sin embargo, existen disparidades en el acceso a los servicios, la calidad y los resultados , que muestran que la cobertura de salud universal efectiva -no solo el acceso a la atención, sino a una atención de calidad que protege y mejora la salud de las poblaciones- sigue siendo una agenda inconclusa.
Por ejemplo, más del 30% de personas que reportaron la necesidad de utilizar servicios de salud por una enfermedad reciente, pero que no buscaron atención, dijeron que esto se debía a falta de confianza, una experiencia previa negativa o una percepción de baja calidad de la atención. Esta barrera de acceso creada por una percepción de calidad limitada de la atención se ve agravada por las grandes desigualdades entre los diferentes departamentos del país. Entre los más ricos -como Quindío y Risaralda- casi todas las mujeres embarazadas reciben cuatro o más consultas de atención prenatal, mientras que en los más pobres -como Vichada y Guainía- solo 1 de cada 3 mujeres recibe la misma atención.
Por otro lado, mientras que el 90% de las mujeres y niños de hogares donde la madre terminó la secundaria o un nivel de educación superior reciben atenciones que aseguran aspectos básicos de su salud, solo el 71% de las mujeres y niños de los hogares donde la madre no completó la educación primaria recibe este mismo tipo de servicio.
Según datos de 2019, una de cada cinco personas en Colombia con hipertensión desarrollará una enfermedad renal, una afección grave con impacto serio en la salud.
Estos ejemplos de las brechas en la atención y los resultados ilustran la importancia de fortalecer los sistemas de salud en Colombia mediante una atención primaria de salud de alta calidad. Esta es la conclusión principal de dos informes recientes del Banco Mundial que forman parte de un esfuerzo de la Iniciativa para el Desempeño de la Atención Primaria en Salud, una coalición de las principales organizaciones multilaterales, organizaciones filantrópicas y de investigación, para ampliar la atención médica primaria de alto rendimiento para personas de países de ingresos bajos y medios.
El primer estudio presenta los resultados de una evaluación del desempeño, equidad y capacidades del sistema de Atención Primaria de la Salud (APS) para asegurar la prestación de servicios a la población colombiana. El segundo estudio muestra un análisis en profundidad de los primeros tres meses de la respuesta del Sistema de Salud de Colombia a la pandemia de COVID-19 y el grado de preparación y dependencia del sistema de APS.
Las principales recomendaciones de estos dos análisis ofrecen una hoja de ruta para la transformación del sector salud en Colombia, que se puede resumir en los siguientes puntos:
- Implementar un nuevo modelo de atención enfocado en la APS, que ofrezca un paquete integral de servicios a la población. Esta recomendación se llevaría a cabo adaptando el modelo de atención sanitaria actual a las necesidades locales para mejorar los resultados de salud de la población. Para complementar el nuevo modelo, sería necesario asegurar que la gobernanza local se fortalezca e incluya a ciudadanos y pacientes en la definición de las prioridades locales.
- Preparar a la próxima generación de profesionales de atención primaria de salud de primera línea para trabajar en equipos multidisciplinarios. Para lograrlo, será necesario fortalecer e implementar la Política Nacional de Recursos Humanos en Salud, con una visión hacia el fortalecimiento de la APS multidisciplinaria. También se recomienda desarrollar un mayor número de programas de capacitación en medicina, salud familiar y comunitaria, e implementar y adoptar un currículo básico para estas disciplinas y para la formación de trabajadores comunitarios de salud. Dentro del nuevo modelo de atención, los profesionales de la APS deben trabajar cada vez más en equipos multidisciplinares, ofreciendo prevención integral, promoción de la salud y servicios curativos a familias e individuos.
- Utilizar la APS como estrategia para reducir las desigualdades en salud. Esto requeriría implementar un nuevo modelo de atención que promueva la equidad, y que se complemente con esfuerzos para reducir las barreras de acceso y un enfoque proactivo que promueva la participación y relación entre pacientes y ciudadanos en una mejor planificación de los servicios de salud. Una mejor rendición de cuentas y presentación de informes públicos será fundamental para reducir las desigualdades en salud.
Un sistema de salud que sea más resiliente, eficaz y sostenible es también uno que se centra directamente en una atención primaria de salud sólida. Cuando la atención primaria de salud funciona, las personas y las familias se vinculan con trabajadores sanitarios confiables y sistemas de apoyo a lo largo de sus vidas ; tienen acceso a servicios integrales que van desde la planificación familiar y las vacunas de rutina hasta el tratamiento de enfermedades y el manejo de enfermedades crónicas.
La pandemia de COVID-19 y sus costos humanos, económicos y sociales sin precedentes, han demostrado que los sistemas de salud son esenciales para salvar vidas y proteger el capital humano y la prosperidad económica.
Mejorar la calidad de la atención primaria de salud en Colombia es una pieza central de la próxima generación de reformas de salud. Estas reformas atenderán mejor las necesidades de los colombianos, garantizarán la sostenibilidad financiera del sector y fortalecerán su capacidad para responder y resistir una futura crisis de salud pública como COVID-19.
Únase a la conversación