Imagine que el techo de su casa u oficina se transformara no solo en su protección contra lluvias, nevadas u olas de calor, sino en una superficie para generar la electricidad que consume habitualmente, y que además sea limpia, es decir, libre de gases contaminantes.
Imagine que el excedente de la electricidad que produce (y no consume) lo pueda vender a otros sin los costos clásicos asociados a una transacción comercial.
Puede sonar a idea de película futurista, pero hoy día ya es posible producir y comercializar la electricidad de particulares gracias a la tecnología Blockchain (o “cadena de bloques”), que facilita la compra- venta de energía eléctrica ahorrando costos, asegurando que la electricidad producida esté libre de emisiones contaminantes.
En el mundo existe una creciente tendencia para el comercio de electricidad producida a partir de las energías renovables dispuestas para la generación distribuida: propietarios de la generación eléctrica a pequeña escala venden directamente a otros el excedente no consumido. Esta forma de generar electricidad, venderla y certificarla está al alcance de todo el que se lo proponga y de cada país que quiera desarrollarlo.
Para probar cuán efectiva puede ser esta compra-venta de electricidad certificada, el Gobierno de Chile, junto al Banco Mundial y la iniciativa para el desarrollo de instrumentos de precios al carbono Partnership for Market Readiness, comenzó a testear la incorporación de la tecnología Blockchain en la generación y comercialización de electricidad. Lo hizo a través de un proyecto piloto, en 10 instalaciones públicas seleccionadas, utilizando como anfitrión el Programa de Techos Solares Públicos. El objetivo de la iniciativa consistió en probar el funcionamiento de un sistema de certificación de energías distribuidas y de reducciones de emisiones utilizando la tecnología Blockchain.
Transacciones seguras y transparentes
Los resultados de esta experiencia mostraron que la integridad y transparencia de los datos sí se pueden garantizar. Ello significa que es posible generar transacciones seguras en plataformas entre pares (vendedores y compradores) sin la intermediación de un tercero y de este modo, ahorrar costos y ser eficientes.
Los resultados también revelaron que la certificación de reducción de emisiones de gases contaminantes es posible. En términos concretos, este pequeño piloto ahorró unos US$ 250.000 en costos de energía y arrojó una reducción de emisiones de, aproximadamente, 800 toneladas de dióxido de carbono equivalente al año.
La gran ventaja de esta tecnología de transacción es su característica descentralizada. El Blockchain es una base de datos distribuida entre cada uno de los integrantes que forman parte de un proceso; la base lleva registro de cada intercambio, como por ejemplo una transacción de compra-venta. Como es descentralizada, es prácticamente imposible la alteración de sus datos una vez que han sido publicados.
Para el caso puntual de la electricidad y una situación de compra-venta, el flujo eléctrico se codifica en la “cadena de bloques” y mediante algoritmos se emparejan a los compradores y vendedores en tiempo real según sus demandas y ofertas. Así, se ejecutan contratos inteligentes de compra-venta automáticos cuando la electricidad se entrega, lo que provoca el pago del comprador al vendedor.
Recientemente la Agencia Internacional de Energía en su reporte “Net Zero 2050” ha exhortado al despliegue masivo de todas las tecnologías de energía limpia disponibles, los vehículos eléctricos y la modernización de edificios energéticamente eficientes, para así lograr gran parte de las metas de descarbonización y el cumplimiento de los compromisos emanados del Acuerdo de París .
La tecnología Blockchain permitirá democratizar y masificar el uso de las energías renovables distribuidas y de esta manera, contribuir significativamente al logro de la descarbonización del planeta, porque desplazará el uso de fuentes contaminantes a la vez que asegurará un acceso a la energía moderno, confiable y económico.
Al incorporar las transacciones de compra venta de electricidad a partir de recursos distribuidos, Chile acelerará aún más la adopción de las energías renovables distribuidas, haciendo uso de una tecnología que irrumpe dentro del mismo sector energético, simplificando la gestión de contratos muy complejos y facilitando el comercio de electricidad entre personas. La generación distribuida con posibilidad cierta de comercializar electricidad es una fórmula que nos ayuda a seguir contribuyendo para adaptarnos a un mundo más sustentable.
Las reglas del juego están cambiando. El Blockchain ha llegado al sector energético para acelerar el uso de energías más limpias y confiables.
La pregunta es ¿cuánto aportará este desarrollo para descarbonizar nuestras economías y sociedades? La respuesta yace en una combinación de políticas innovadoras y en que muchas personas transformen sus techos en verdaderos comercios de electricidad limpia y certificable. ¿Está listo para este desafío?
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