Feria de los productores de Capiibary. Farrah Frick/Banco Mundial
Los productores de Capiibary, un pequeño pueblo en el Departamento de San Pedro, nunca olvidarán el viernes 4 de mayo de 2018, cuando Mario Abdo Benítez, presidente electo de Paraguay, visitó su feria durante la primera visita de campo luego de ganar las elecciones.
“Marito”, como se le conoce en este país sudamericano, decidió ver con sus propios ojos como los pequeños productores, las mujeres en particular, estaban llevando sus productos al mercado. Todos ellos son beneficiarios del proyecto de Desarrollo Rural Sostenible (PRODERS), financiado por el Banco.
Vender directamente a los consumidores aquellos productos que han sido producidos localmente, no es nada nuevo en Paraguay. Por lo menos desde los 90 han existido ferias de productores. La diferencia es la escala expandida lograda en los últimos años. Gracias al apoyo del proyecto ha habido un auge- Estimaciones preliminares indican que las cientos de pequeñas ferias apoyadas por el programa PRODERS generan un volumen agregado de negocios de más de 10 millones de dólares por año.
El punto de inflexión para PRODERS fue el 2013, cuando el proyecto cambió su orientación hacia un enfoque de mercado como una forma de mejorar las condiciones socioeconómicas. Previamente el proyecto se había focalizado en la gestión de recursos naturales y la producción de alimentos para autoconsumo.
PRODERS busca mejorar las perspectivas de los pequeños productores y pueblos indígenas de Paraguay a través de la organización comunitaria, las inversiones en finca y la asistencia técnica. Para promover la venta de los excedentes, la mayoría de los planes de inversión comenzaron a incluir análisis de mercado e inversiones concretas en áreas como la capacitación de comercialización y la compra de carpas para las ferias.
Promover las ferias trajo dividendos inmediatos. Las ferias comenzaron a florecer y ganaron dinamismo de manera muy rápida, porque los productores respondieron muy receptivamente a los estímulos del proyecto.
A través de numerosas conversaciones con los beneficiarios en el campo he aprendido que particularmente las mujeres fueron grandes entusiastas de este nuevo enfoque, y demostraron ser buenas vendedoras de huevos, queso, hortalizas y frutas. Al parecer, ellas generan mayor confianza con los clientes, quienes en su mayoría también son mujeres.
La ausencia de intermediarios hizo el negocio más atractivo y las ganancias semanales se tornaron una parte fundamental del ingreso familiar. ¡Y esto es una muy buena noticia! Hay mucha literatura que señala que cuando las ganancias están en las manos de mujeres, los beneficios se destinan esencialmente a mejorar la situación de los niños respecto a educación y nutrición.
La dinámica económica también impulsó iniciativas autogestionadas entre los beneficiarios. Unas semanas atrás, en el distrito de Nueva Londres, una beneficiaria de un comité de mujeres me mostraba cómo recibía órdenes de compra vía Whatsapp, de tal forma que cuando ella llegaba a la feria ya tenía una buena cantidad de productos vendidos. Imagínense la sensación de confianza, al tener ingresos asegurados incluso antes de llegar a la feria.
El objetivo: Llegar a Asunción y más allá
Las ferias han sido una gran ayuda para los pequeños productores. PRODERS les ha permitido aprovechar una oportunidad. Pero para que los agricultores familiares alcancen mercados más dinámicos hay todavía un largo camino. La lección aprendida es que el enfoque de PRODERS puede ayudar a los pequeños productores a alcanzar un cierto punto: producir mejor, diversificar la producción, y canalizar excedente a través de mercados informales.
Para llevar a la agricultura familiar al siguiente nivel, sin embargo, el enfoque de PRODERS revela ciertas dificultades y limitaciones, y es necesario incluir otras cosas como la formalización de negocios, la producción y el almacenamiento de volúmenes más grandes, el suministro de productos en forma regular, la organización de las cadenas de valor, y la producción bajo sistemas de certificación.
Feria de los productores de Capiibary. Farrah Frick/Banco Mundial
¿Qué hacer ahora para promover el acceso a los mercados?
La visita de Marito fue una gran señal de apoyo a la agricultura familiar y un merecido reconocimiento al proyecto, el que ahora se encuentra en su fase final. En un país como Paraguay, donde el sector agropecuario es un motor esencial de la economía, los agricultores familiares tienen un rol importante que jugar: ellos son actores importantes que benefician a la sociedad.
Encontrar formas de promover el acceso a los mercados es un ingrediente fundamental para ayudar a los pequeños productores a llegar a ser autosuficientes en términos económicos y a adquirir la capacidad para reinvertir y crecer. Hay mucha evidencia que surge desde los proyectos financiados por el Banco que indican que el acceso a mercados puede tener un impacto significativo en reducir la pobreza rural. Las políticas públicas del futuro en Paraguay deberían aprender del legado de PRODERS e ir más allá, tratando de explotar el potencial que tienen los mercados más dinámicos para los pobres.
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