Haití, el tercer país más afectado del mundo en términos de eventos climáticos, busca una forma más eficaz de gestionar los desastres naturales
Haití es un país muy expuesto a las amenazas naturales. Al estar ubicado en la zona de paso dehuracanes del Atlántico norte, y sobre el límite donde chocan las placas tectónicas caribeña y norteamericana, los riesgos son constantes. Sin embargo, esto no significa que esos riesgos terminen en desastres.
Durante todos los meses de marzo de los últimos diez años, el Departamento de Protección Civil (DPC) se ha venido preparando para la llegada de la temporada de huracanes, entre junio y noviembre. Esto incluye un plan nacional y varios de contingencia junto a directrices claras sobrecómo deben asignarse los recursos en caso de desastres.
“El Departamento de Protección Civil ha trabajado duro este año para alistarse ante la temporada de huracanes dado que Haití se ubica en una zona de huracanes, normalmente debemos estar listospara enfrentar huracanes, inundaciones y aludes”, explicó Alta Jean-Baptiste, directora del Departamento de Protección Civil.
“Llevamos a cabo simulaciones a nivel departamental en el sur, en particular alrededor de Camp-Perrin. Tales ejercicios hacen que la preparación de estructuras para la protección civil sea más fácil, permitiéndonos examinar los planes de contingencia establecidos para fortalecer la coordinación. Esto es el domino de los protocolos y procedimientos en torno a la gestión y coordinación de emergencias”, agregó Baptiste.
Estos planes comenzaron a ejecutarse hace 100 días, tras el paso del huracán Matthew, de categoría 4, que azotó los departamentos del sur de Haití con vientos de hasta 230 km/h, causando más de US$604 millones en daños y pérdidas.
En menos de 24 horas cayeron sobre las provincias afectadas más de 600 mm de lluvia, acompañado por una subida en el nivel del mar de más de tres metros en la costa meridional, lo que desató inundaciones generalizadas en los tres departamentos más afectados: Sud, Grand’Anse y Nippes.
Estas tres regiones también son el granero del país. Juntas representan más del 85% de la producción nacional de maíz, arroz, sorgo, frijoles blancos y arvejas, junto a cerca de dos quintos dela producción haitiana de frutas. Tras el paso de Matthew se perdió hasta el 90% de los cultivos en algunas áreas, es decir la mayor parte de la cosecha invernal.
Es un reflejo de lo vulnerable que es el sector agropecuario en Haití a las tormentas tropicales y los huracanes. En promedio, alrededor del 50% de los daños y pérdidas productivas luego de una tormenta tropical se registran en el sector agropecuario.
A nivel nacional, la agricultura genera la mitad del empleo en el país, una cifra que aumenta al 66% en áreas rurales. Mientras que en hogares rurales de bajo ingreso, el 75% depende de la agricultura para sus ingresos.
Por lo tanto, una mayor capacidad de resistencia en el sector agropecuario tiene el beneficio adicional de proteger los medios de vida de algunos de los hogares más pobres del país.
Las pérdidas de cultivos luego de Matthew exacerbaron las preocupaciones de insegurida dalimentaria en el país. Por ende, salvar y volver a sembrar tanto de la cosecha invernal como seaposible ha sido una de las principales prioridades de los últimos 100 días.
Con apoyo del Banco Mundial, el gobierno fue capaz de proporcionarles semillas, fertilizante y asistencia en el arado a 3.000 agricultores para ayudarles a volver a sembrar lo más rápido posible através del proyecto Fortalecer los Servicios Agrícolas Públicos. También se apoyaron iniciativas como dinero en efectivo por trabajo para reconstruir canales de irrigación cruciales que habían sido arrasados por el huracán, proporcionando oportunidades de empleo clave para las comunidades locales.
Hay optimiso para la cosecha que se espera para febrero.
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