La violencia de género está extendida en Ecuador, y las mujeres y niñas indígenas son algunas de las más afectadas. Alrededor de 6 de cada 10 mujeres en Ecuador han experimentado algún tipo de violencia por razón de género, siendo los grupos indígenas los que presentan niveles más altos (68%) , agravados por la discriminación en el mercado laboral y el acceso a los servicios de salud por etnia, cultura, nivel socioeconómico, o edad.
Las normas sociales persistentes y discriminatorias a menudo pueden alimentar y/o enmascarar esta violencia generalizada (una cuarta parte de todas las mujeres encuestadas justificaron la violencia de pareja). La pandemia ha contribuido a que las mujeres y las niñas estén en un mayor riesgo de violencia de género debido a los confinamientos, estrés emocional y falta de acceso a servicios.
El Banco Mundial está financiando el proyecto “Empoderamiento Económico Territorial de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas, Afroecuatorianos y Montubios” (TEEIPAM por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo mejorar los medios de vida y apoyar el alivio por la pandemia de COVID-19 a los Pueblos y Nacionalidades Indígenas, Afroecuatorianos y Montubios, de acuerdo con su visión y prioridades para el desarrollo. El proyecto planea empezar su implementación a principios del año 2022.
La evidencia internacional muestra que la combinación de acciones económicas con programas transformadores de género para mujeres previene efectivamente algunos tipos de violencia. En este sentido, el proyecto TEEIPAM incluye un programa para reducir la violencia de género y aumentar el empoderamiento económico de las mujeres indígenas.
Para diseñar el programa de prevención, el equipo llevó a cabo una investigación participativa para identificar el contexto de la violencia de género en las comunidades indígenas de Cotacachi, Ecuador . Se realizaron seis grupos focales con mujeres, hombres, mujeres jóvenes y hombres jóvenes de las comunidades indígenas y 24 entrevistas a profundidad con organizaciones indígenas, líderes y lideresas indígenas, organizaciones no gubernamentales y autoridades institucionales. Un total de 130 personas fueron parte de la investigación.
El equipo también llevó a cabo una revisión de la literatura sobre lo que funciona para prevenir la violencia de género, para considerar la evidencia global en el diseño de las actividades. Una mujer indígena de la comunidad dirigió la investigación participativa y el equipo se asoció con una organización local de mujeres indígenas, el Comité Central de Mujeres, para apoyar el trabajo de campo.
Los principales hallazgos de la investigación son:
- Los principales tipos de violencia de género en la comunidad son la violencia de pareja en todas sus formas (física, sexual, psicológica, económica), la violencia sexual entre miembros de la familia y la violencia política.
- La cosmovisión de la comunidad indígena está vinculada a una comprensión binaria de los géneros que se ven como complementarios en una lógica vertical. Las mujeres, que se asemejan a la tierra, son vistas como dadoras de vida, mientras que se percibe que los hombres tienen poder sobre ellas.
- La violencia de género está justificada por miembros de la comunidad que a menudo culpan a las mujeres afectadas. Este tipo de violencia generalmente se basa en la creencia de que las mujeres son propiedad de los hombres y deben hacer lo que ellos dicen.
- Las normas de género están relacionadas con roles tradicionales que se imponen a una edad temprana donde los hombres son considerados proveedores y autoridad, y las mujeres son consideradas como las responsables de las tareas del hogar, limitando su participación económica, política y comunitaria.
- Las mujeres tienen un acceso limitado al trabajo decente y remunerado, lo que genera una dependencia económica de sus parejas o parientes varones.
- Las mujeres están sujetas a mayores niveles de demanda en todos los ámbitos de su vida, dejándolas sin tiempo libre y sin acceso a espacios recreativos.
- La discriminación étnica y de género está presente en la comunidad, lo que limita el acceso de las mujeres a servicios públicos como la educación y la salud.
- La sexualidad de las mujeres está limitada por el control y la violencia de sus parejas. También tienen acceso limitado a los servicios de salud reproductiva.
- La violencia de género está relacionada con otros problemas comunitarios como la pobreza, el embarazo en la adolescencia, el alcoholismo, las pandillas juveniles, entre otros.
Este trabajo se ha utilizado para diseñar el programa de prevención de la violencia de género en TEEIPAM que tiene cuatro elementos con actividades enfocadas en la prevención:
- Un componente a nivel institucional, para capacitar y sensibilizar a las autoridades locales y fortalecer la participación de las comunidades indígenas en los espacios de coordinación.
- Un componente a nivel comunitario, para emprender actividades de movilización comunitaria y llevar a cabo estrategias de comunicación con actividades locales apropiadas, como por ejemplo pintar murales
- Un componente a nivel del hogar, que creará espacios de aprendizaje activo para discutir la igualdad de género, las relaciones saludables, la comunicación efectiva y el fortalecimiento de los medios de vida.
- Un componente de autoridades y líderes indígenas, que busca trabajar junto con los líderes indígenas para desarrollar y enviar de manera efectiva el mensaje a sus comunidades de que la violencia de género no es aceptable, y fortalecer los mecanismos de sanción comunitaria.
El diseño del programa integra resultados del trabajo de campo, evidencia internacional y un enfoque intercultural, donde todas las actividades son diseñadas y validadas con las comunidades indígenas.
El equipo planea evaluar esta actividad de manera rigurosa y contribuir a cerrar una brecha de conocimiento en la región acerca de qué funciona para prevenir la violencia de género en las comunidades indígenas de Ecuador.
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