En la COP21 de 2015, hicimos historia en París al acordar mantener el calentamiento global "muy por debajo de los 2 grados C", un compromiso que hablaba de la urgencia del momento. Pero en 2018, los científicos del clima más importantes del mundo lanzaron una advertencia: los impactos del clima a 1,5 grados de calentamiento serán peores de lo que se pensaba. La ventana de oportunidad para actuar se está cerrando rápidamente; y la diferencia entre 1,5 grados y 2 grados es enorme. Con 2 grados de calentamiento, las inundaciones serían un 170% peores, la producción de granos podría ser hasta un 20% más baja y se extinguirían todos los arrecifes de coral del planeta.
Para lograr un futuro con bajas emisiones de carbono, necesitamos una transformación económica de una magnitud y escala que el mundo nunca ha visto: una nueva revolución industrial , centrada en las tecnologías limpias, en la resiliencia y en desacoplar el crecimiento económico de las emisiones. Pero esta discusión se ha mantenido por años radicada en los ministerios de Relaciones Exteriores, de Medio Ambiente, Energía, o de Cooperación Internacional. Quienes definen las prioridades económicas de un país y los presupuestos nacionales, los ministros de Finanzas, han estado ausentes en gran medida en esta discusión. En abril de 2019, eso cambió con el lanzamiento de la Coalición de Ministros de Finanzas para la Acción Climática.
Los líderes de este esfuerzo, los ministros de Finanzas de Chile y Finlandia, llevaron a sus homólogos de más de 25 países a respaldar los seis "Principios de Helsinki", que promueven la acción nacional sobre el clima , especialmente a través de la política fiscal y el uso de las finanzas públicas. Como dijo el ministro chileno Felipe Larraín en el lanzamiento: “A los ministros de Hacienda nos importa lo que pasa con el planeta”. Esta coalición fue lanzada con la presencia de representantes de 50 países y 17 instituciones internacionales que promueven los Principios de Helsinki, desarrollados en Finlandia en febrero de este año.
Históricamente, los ministros de Finanzas han discutido sobre responsabilidad fiscal, la estabilidad de los mercados financieros o el crecimiento económico. Hoy hablan de lo mismo, pero en código climático: se comprometen a apoyar la implementación del Acuerdo de París, incorporar el riesgo climático en la planificación macroeconómica, los presupuestos, la gestión de la infraestructura pública, y apoyar las compras públicas verdes .
Pero, quizás, lo más innovador es que los ministros de Finanzas se comprometen a movilizar al sector privado para que invierta y desarrolle un sector financiero que apoye la adaptación y mitigación al cambio climático . Este tema había sido abordado por algunos bancos privados y una red de 34 bancos centrales, pero nunca se habían involucrado los gestores políticos de la regulación del sector. En efecto, para los ministros de Finanzas, quienes deben enfrentar el gasto creciente en la recuperación de desastres de origen naturales y que ven las virtudes de la reducción de costos energéticos en una economía con tecnologías limpias para la generación eléctrica, o transporte, abordar el cambio climático hoy es una decisión responsable en el cuidado de las finanzas públicas. El hecho que se estén comprometiendo a ser activos en la implementación del Acuerdo de París, de movilizar tantos presupuestos nacionales y del sector privado para construir una economía baja en emisiones y resiliente al clima, es algo tremendamente esperanzador.
Los Principios de Helsinki nos recuerdan que la amenaza del cambio climático y las oportunidades que brinda la economía del clima requieren un esfuerzo sistemático por parte de todo el gobierno, con el sector privado como un importante catalizador. La revista Fortune recientemente publicó un artículo que afirma que los banqueros centrales son los inimaginables nuevos activistas climáticos. También incluiría a los ministros de Finanzas. Como dijo Jeffrey Sachs: "Esta es quizás la coalición más importante que se ha creado en torno al cambio climático". Y como ex ministro de Medio Ambiente que ha participado en muchas coaliciones, no podría estar más de acuerdo.
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