En nuestra calidad de dirigentes, tenemos, pues, un deber que cumplir respecto de todos los habitantes del planeta, en especial los más vulnerables y, en particular, los niños del mundo, a los que pertenece el futuro. —Declaración del Milenio de las Naciones Unidas (2000).
Por primera vez desde 2006, el número de niños que murieron antes de cumplir 5 años fue inferior a los 10 millones. En los países en desarrollo, la tasa de mortalidad infantil disminuyó un 25%, de 101 por cada 1.000 niños en 1990 a 73 por cada 1.000 en 2008. El cuarto objetivo de desarrollo del milenio (ODM) consiste en reducir ese número en dos terceras partes entre 1990 y 2015.
Aunque se ha progresado, muchos países de África al sur del Sahara no han avanzado bastante en este sentido, donde fallece un niño de cada siete antes de los 5 años de edad.El pronóstico es algo mejor en Asia meridional, donde perece un menor de cada 13 en el mismo período.Estas dos regiones siguen siendo prioridades primordiales para intervenciones que aseguren la supervivencia infantil, tales como la vacunación, la lactancia materna exclusiva y los mosquiteros tratados con insecticida.
Medición del progreso
Treinta y nueve países han logrado o están en vías de alcanzar la meta de rebajar las tasas en dos terceras partes. Eritrea y Malawi, dos de las naciones más pobres de África al sur del Sahara, han logrado progresos notables. Los países exitosos representan ahora la mitad de la población de las economías de ingreso bajo y mediano.
Prevención de muertes infantiles
La vacunación contra el sarampión siguió aumentando en todo el mundo y en todas las regiones. La cobertura es ahora superior al 70%, dando como resultado mejoras significativas en la supervivencia infantil. Sin embargo, siguen existiendo serias diferencias dentro de los países. Sólo el 40% de los niños de menores recursos está inmunizado en comparación con más del 60% de los que provienen de hogares con mayores recursos. En algunos países, sin embargo, los pobres han participado de estas mejoras en la salud. En Mozambique, la cobertura se incrementó del 58% en 1996 al 77% en 2002. La mayor parte de esta alza benefició al 40% más pobre de los hogares. Sin embargo, a pesar de todas estas mejoras, el sarampión sigue siendo una de las principales causas de mortalidad infantil, que se puede prevenir mediante el uso de vacunas.
La esperanza de vida comienza al nacer
El fallecimiento de bebés es la principal causa que contribuye a las tasas de mortalidad infantil. Los avances que se consiguen en este terreno son las que más ayudan a aumentar la expectativa de vida en los países en desarrollo. El éxito en reducir estas tasas puede ser visto como un indicador de progreso hacia los resultados de desarrollo humano de los ODM, a saber: el acceso a los medicamentos, a los establecimientos de salud, al agua y a los servicios sanitarios; los patrones de fecundidad; la salud materna; la nutrición de madres e hijos; la exposición materno-infantil a enfermedades y la alfabetización de las mujeres.
Únase a la conversación