En menos de una generación la región de América Latina y el Caribe ha alcanzado un importante progreso en la expansión de servicios públicos necesarios para que los niños tengan éxito en su vida como adultos.
Las habilidades, conocimiento y salud acumulados por los individuos al alcanzar la edad adulta son esenciales para conseguir empleo, acelerar la movilidad social y reducir la desigualdad a largo plazo. El progreso observado en la región va desde el aumento en el acceso a salud y educación, hasta el agua corriente y la electricidad. Sin embargo, dicho progreso ha sido heterogéneo, tanto en los distintos países como en los distintos servicios básicos.
Hoy, en América Latina el entorno es más equitativo respecto al acceso a electricidad, donde observamos la mayor reducción en las brechas de cobertura. En la figura 1 se muestra como el país con desempeño medio en la región (la mediana) se compara con el país con el más alto nivel de cobertura (denominado el “mejor de la clase”) en tres servicios básicos para niños. Enfocarnos en niños permite argumentar que cualquier diferencia en el acceso se debe principalmente a circunstancias fuera de su control (educación de los padres, características del hogar, lugar de nacimiento). En el caso de acceso a la electricidad, la mediana regional no solo ha convergido hacia el país de mejor desempeño, sino que alcanza una cobertura de 99%.
En otras dimensiones, como en agua y saneamiento, el entorno permanece lejos de ser equitativo. En ambos casos, la brecha de acceso entre el país con mejor desempeño y el país mediano se cerró significativamente entre 2000 y 2014. Sin embargo, el acceso en el país mediano continúa estando lejos de ser universal, lo que indica que aún existe espacio para mejoras. También es importante señalar que en el caso del agua, la mitad de países en la región se encuentra por debajo de la mediana y un gran número de países ni siquiera presentó convergencia parcial con el mejor de la clase.
Finalmente, también hemos visto mejoras pero falta de convergencia en el caso de la cobertura de educación primaria completa entre niños de 12 a 16 años. Aunque el acceso mejoró en la mayoría de países, el país representando la mediana no ha podido alcanzar al país de mejor desempeño.
En general, el importante aumento del acceso a servicios básicos y educación en la región durante los últimos 15 años es un reflejo positivo de las políticas implementadas. Al mismo tiempo, estos datos sugieren que aún existe mucho por hacer. Además del acceso, existe una importante agenda pendiente para asegurar un acceso más equitativo y con mejoras en la calidad. Un estudio del Banco Mundial respecto a la equidad en el acceso a servicios básicos (“En busca de oportunidades para todos: índice de oportunidades humanas para América Latina y el Caribe 2016”) muestra como algunos niños, especialmente aquellos que pertenecen a hogares de bajos ingresos y rurales, continúan en desventaja. Es una agenda pendiente hoy y en los próximos años.
Nota: Este blog es parte de la serie 'lacfeaturegraph' del equipo del LAC Equity Lab. Para acceder a publicaciones anteriores, por favor ingresar al enlace aquí.
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