Luis Felipe López-Calva es Director Global de la Práctica Global de Pobreza y Equidad del Grupo Banco Mundial en la Vicepresidencia de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones (EFI).
López-Calva cuenta con 25 años de experiencia profesional trabajando con instituciones internacionales y asesorando a gobiernos nacionales. Se reincorporó al Banco Mundial en 2022 desde del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, donde ocupó el cargo de Subsecretario General de la ONU y Director Regional para América Latina y el Caribe desde 2018.
En su anterior etapa en el Banco Mundial, ocupó diversos cargos, entre ellos el de Gerente de Práctica de la Práctica Global de Pobreza y Equidad para Europa y Asia Central, Codirector del Informe sobre el Desarrollo Mundial 2017 La Gobernanza y las Leyes, Economista Principal y Asesor Regional sobre Pobreza en la Práctica Global de Pobreza y Equidad para Europa y Asia Central, y Economista Principal en la Unidad de Pobreza, Equidad y Género en la Dirección del PREM para América Latina y el Caribe.
López-Calva es miembro de la Junta Directiva de la Global Development Network (GDN) y miembro de la Human Development and Capabilities Association.
Sus intereses de investigación se centran en los mercados laborales, la pobreza y la desigualdad, las instituciones y la microeconomía del desarrollo. Ha publicado extensamente sobre estos temas en revistas académicas, libros e informes sobre políticas públicas. Tiene un máster en Economía por la Universidad de Boston, así como un máster y un doctorado en Economía por la Universidad de Cornell.
López-Calva llega al puesto de Director Global de la Práctica Global de Pobreza y Equidad con el compromiso de avanzar en cuatro prioridades clave: (i) posicionar la reducción de la pobreza y el crecimiento equitativo en los primeros puestos de la agenda internacional de desarrollo; (ii) ampliar los conocimientos técnicos de la práctica global desde la medición y el seguimiento de la pobreza y la desigualdad hasta el análisis de políticas de vanguardia para el desarrollo en favor de los pobres; (iii) formular orientaciones estratégicas claras para la Práctica Global, implementar estas prioridades en programas globales y regionales utilizando la autoridad formal e informal, y representar al Grupo del Banco Mundial en el exterior; y (iv) aportar claridad conceptual e implicaciones operativas al debate sobre los vínculos entre la acción climática y la equidad.