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¿Serán suficientes los futuros trabajadores de la salud para satisfacer la creciente demanda de atención médica de calidad?
La pandemia de COVID-19 puso de relieve el valor crucial de los trabajadores sanitarios para garantizar la resiliencia socioeconómica de un país. Sin embargo, las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (i) y el Banco Mundial señalan un posible déficit de 18 millones de trabajadores para 2030. La mayor escasez (en función de las necesidades) se observa en los países en desarrollo de Asia meridional y África subsahariana. Al mismo tiempo, en todo el mundo persiste (i) el desempleo entre los jóvenes: hay 64 millones de jóvenes desempleados y 145 millones que viven en la pobreza, en particular en los países en desarrollo, donde tienen pocas posibilidades laborales.
Sin embargo, en las crisis se generan oportunidades. A pesar de este contexto difícil, las estimaciones de la OMS (i) también apuntan a la posible creación de 40 millones de nuevos empleos en el sector de la salud para 2030. En una nota para el debate (i) elaborada por Solutions for Youth Employment (S4YE) (i) se pone de relieve una oportunidad que puede resultar beneficiosa tanto para los responsables de formular políticas como para el sector privado: la capacitación y la contratación de jóvenes en subsectores importantes y en crecimiento dentro del área de la salud podrían ayudar a abordar el desempleo juvenil y, al mismo tiempo, contribuir al desarrollo de una fuerza laboral de calidad en este ámbito. En vista de que los impactos de la pandemia en los países de ingreso bajo y mediano bajo no han sido equitativos, para lograr la recuperación socioeconómica es crucial implementar iniciativas que propicien el desarrollo del ecosistema sanitario y del potencial de los jóvenes . Dichas inversiones permitirían a estos países satisfacer la necesidad de contar con ecosistemas sanitarios sólidos, elevar la productividad y generar sistemas sociales más resilientes e inclusivos.
A continuación se presentan tres estrategias para aprovechar las nuevas tendencias del sector de la salud y a la vez promover el empleo de los jóvenes:
1. Capacitación técnica en funciones no clínicas con las que se brinda un apoyo crucial al sistema de salud
Se estima que el 60 % de todos los empleos formales en el sector de la salud a nivel mundial (i) corresponde a trabajadores de otras áreas que desempeñan funciones de apoyo. Además, cada trabajador sanitario recibe apoyo (i) de 2,3 trabajadores sanitarios que no pertenecen al área clínica. Esto implica que se necesitará (i) crear 57 millones de empleos más para trabajadores no sanitarios (ordenanzas, auxiliares de farmacia, asistentes de atención médica domiciliaria, personal de limpieza o mantenimiento, técnicos de atención de pacientes y trabajadores administrativos) a fin de cumplir con la meta de lograr la cobertura sanitaria universal para 2030.
2. Capacitación laboral y en habilidades relacionada con los empleos digitales en el sector de la salud
En un seminario web organizado recientemente por S4YE (i) sobre la digitalización de la fuerza laboral del área de la salud, los expertos destacaron la importancia de desarrollar programas educativos que transmitan a los jóvenes las habilidades que se requieren para acceder a los nuevos empleos digitales en el mercado de trabajo del sector de la salud (véase el cuadro 1). Charles Dalton, especialista sénior en salud de la Corporación Financiera Internacional (IFC), subrayó el impacto de la digitalización en este sector y señaló la necesidad de implementar programas de capacitación y mejora de las habilidades en diversos "puntos de contacto digitales" (véase el cuadro 2).
Cuadro 1: Nuevos empleos generados por la transformación digital de la atención de la salud (Digital Authority Partners, 2022)
Además, puso de relieve la necesidad de comprender la salud digital desde múltiples perspectivas en la cadena de valor de la atención médica, como la capacitación, la gestión de recursos y los equipos técnicos, que conjugan empleos tradicionales con nuevas habilidades requeridas. Haciéndose eco de estas cuestiones, Kate Tulenko, fundadora y directora ejecutiva de Corvus Health, destacó que "la parte más importante al elaborar una política es recopilar datos", y señaló la importancia de determinar las necesidades de la fuerza laboral local para centrar el apoyo en la creación de nuevas funciones sanitarias con una perspectiva digital.
Cuadro 2: Puntos de contacto digitales que requieren capacitación de la fuerza de trabajo en la cadena de valor del sector de la salud (IFC, 2021)
3. Empleos en la economía del cuidado
El cuidado, ya sea remunerado o no, es un trabajo calificado que implica proporcionar servicios esenciales de salud, bienestar social, educación y servicios sociales para proteger a niños y ancianos. Los encargados de cuidar al 40 % de todos los niños que no alcanzan aún la edad escolar no tienen acceso adecuado a servicios de cuidado infantil. En los sitios donde se dispone de estos servicios, son demasiado costosos para un hogar promedio. Esta falta de servicios de cuidado infantil adecuados y asequibles impide a las mujeres participar plenamente en el mercado laboral, ya que, en virtud de las normas socioculturales, la carga de las tareas de cuidado recae principalmente en ellas. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) (i) de Colombia, en 2022 el 50 % de las mujeres de ese país no pudieron acceder al mercado laboral debido a que se esperaba que dedicaran tiempo a tareas domésticas y de cuidado no remuneradas.
Por otro lado, mientras que en algunas economías, como Estados Unidos, la población envejece y se requieren trabajadores para cuidar a los ancianos, en otras, como India y los países de África, se observa un dividendo demográfico relativamente joven y floreciente, y se necesita personal para cuidar a los niños pequeños. Si se garantiza el desarrollo de una oferta adecuada para satisfacer la demanda de cuidados y se dota a los jóvenes de habilidades nuevas y pertinentes para el cuidado, se pueden crear millones de nuevos empleos en todo el mundo a corto y largo plazo. En los últimos años, estas nuevas habilidades en el área del cuidado han sido digitales (véase el cuadro 3).
Cuadro 3: Principales habilidades digitales demandadas en la economía del cuidado (Foro Económico Mundial, 2020)
Después de la pandemia de COVID‑19, en un contexto de desempleo creciente y sistemas de salud debilitados, es fundamental que el empleo de los jóvenes ocupe el centro de la agenda mundial de políticas sanitarias a fin de proporcionarles las habilidades técnicas que les permitan ingresar en la fuerza laboral de los servicios de salud. Las tres nuevas tendencias que se observan en el sector de la salud descritas anteriormente ofrecen una oportunidad para construir sociedades más inclusivas, sólidas y resilientes. Los responsables de formular políticas y el sector privado deben tener en cuenta que para ampliar el acceso a los servicios de salud pública, desarrollar el capital humano y generar oportunidades económicas para los jóvenes será fundamental fortalecer la fuerza laboral del sector de la salud a través de inversiones en la enseñanza y formación técnica y profesional, establecer una estrategia bien administrada de migración de trabajadores sanitarios y capacitar a los trabajadores con nuevas habilidades relevantes para el sector.
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