Publicado en Voces

Una nueva herramienta de descarbonización ayuda a los fabricantes de cemento a ser más ecológicos y eficientes

Una nueva herramienta de descarbonización ayuda a los fabricantes de cemento a ser más ecológicos y eficientes

Satisfacer la creciente demanda mundial de cemento y, al mismo tiempo, reducir la huella de carbono de la industria es uno de los desafíos más importantes que enfrenta el sector de la construcción y de materiales para la construcción en la actualidad.

El mundo no puede vivir sin este elemento, pero tampoco puede ignorar los altos costos climáticos —la producción de cemento es responsable de alrededor del 8 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero— ni ser indiferente a las personas, las empresas y las comunidades que dependen de esta industria para su subsistencia.

Se proyecta que dos tercios de la población mundial vivirá en ciudades para 2050, por lo que aumentará la demanda de materiales de construcción verdes, resilientes y climáticamente inteligentes. Algunos nuevos y prometedores materiales de construcción ecológicos, entre ellos el cemento geopolímero fabricado a partir de desechos industriales como cenizas volantes o escorias, están en proceso de desarrollo, pero aún se encuentran en las etapas iniciales, son costosos y su escalabilidad generalizada tomará años, especialmente en las economías emergentes. Esto pone de relieve la urgente necesidad de descarbonizar la producción de materiales existentes para promover el desarrollo sostenible. Solo de esta manera se podrá ayudar a satisfacer las futuras necesidades de vivienda e infraestructura y, al mismo tiempo, proteger el planeta.

Una herramienta de descarbonización para la industria del cemento

Organizaciones de financiamiento como la Corporación Financiera Internacional (IFC) (i) desempeñan un papel crucial para apoyar estos esfuerzos, que incluyen tanto el desarrollo de nuevos materiales como la promoción de prácticas sostenibles en toda la industria existente. En la actualidad, el mayor desafío que enfrentan las empresas cementeras es cómo implementar estrategias de descarbonización, manteniendo al mismo tiempo la asequibilidad, durabilidad y la escalabilidad de los materiales de construcción que se necesitan en el mundo.

Una nueva herramienta elaborada por IFC tiene como objetivo ayudar a las empresas cementeras a descarbonizarse de manera responsable y eficaz en función de los costos, y les permite analizar los factores operativos específicos que contribuyen a sus emisiones de gases de efecto invernadero. Además, pueden diseñar estrategias claras y adaptadas para mitigar las emisiones y, al mismo tiempo, mejorar la eficiencia, la productividad y el ahorro.

Votorantim Cimentos, una fábrica mundial de cemento con sede en Brasil y cliente de IFC, es una de las empresas que aplica la herramienta para elaborar su estrategia de reducción de emisiones y ampliar su capacidad.

“La herramienta es muy simple y útil”, dijo Fabio Cirilo, gerente de ecoeficiencia y energía de Votorantim Cimentos. “Podemos ver cómo están funcionando nuestras principales iniciativas y el impacto que tendrán en nuestro camino hacia la descarbonización”.

A partir de la herramienta, Votorantim Cimentos creó una curva de costos marginales de reducción que indica el costo y la reducción potencial de emisiones para diferentes medidas de reducción de carbono. Estos datos ayudan a los encargados de planificación de la empresa a visualizar la eficacia en función de los costos de sus estrategias de reducción de CO2 en la planta de Salto de Pirapora, en el estado de São Paulo, que emplea a aproximadamente 700 trabajadores.  

Empezar a utilizar combustibles alternativos y soluciones de cemento verde

En la actualidad, más del 30 % de los combustibles utilizados en la planta de Salto de Pirapora son combustibles alternativos, como biomasa, astillas de madera, neumáticos usados y productos de desecho. La herramienta de IFC ayuda a la empresa a entender cómo utilizar mejor los combustibles alternativos para satisfacer las demandas de los clientes.

“Vemos que cada vez más clientes nos piden productos con bajas emisiones de carbono”, dijo Cirilo, y señaló que la empresa espera duplicar la capacidad de la planta de Salto de Pirapora para utilizar combustibles alternativos".

Empezar a utilizar combustibles alternativos en la producción de cemento es esencial si el mundo espera cumplir con las metas climáticas establecidas en el Acuerdo de París y seguir el ritmo de la demanda de nuevas viviendas e infraestructura. Para reducir las emisiones de carbono de la industria del cemento, que se relacionan principalmente con el proceso de calcinación en el horno donde las temperaturas alcanzan alrededor de 1500 °C, se pueden tomar varias medidas ahora mismo. Cambiar a combustibles alternativos es un método para reducir la huella de carbono de la industria.

Una ventaja clave de esta herramienta de IFC es que se puede adaptar a las circunstancias específicas de las empresas. Además de ayudarlas a reemplazar los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables, estas pueden explorar el impacto del aumento de las energías renovables en la combinación de fuentes de energía, lo que reducirá las emisiones generales de gases de efecto invernadero, o analizar el uso de cemento mezclado, en el que se reemplaza el clínker por alternativas con menor nivel de emisiones de gases de efecto invernadero. La herramienta también posibilita el estudio de otras estrategias de reducción de las emisiones de carbono, entre ellas la recuperación del calor residual, que permite a las empresas generar electricidad a partir de los gases de escape. Además, ayuda a las empresas a calcular los gases de efecto invernadero y el valor de los costos de la modernización de los equipos, como la modificación de los sistemas de alimentación de hornos o los enfriadores de clínker.

A medida que la población mundial aumenta y se urbaniza, las necesidades de infraestructura se aceleran, especialmente en las economías emergentes de África, India y América Latina. Se prevé que la demanda de cemento aumentará entre un 12 % y un 23 % para 2050 en comparación con los niveles de 2020, según la Agencia Internacional de Energía (i). Para mantenerse dentro de las metas del Acuerdo de París sobre el cambio climático, el sector del cemento debe reducir sus emisiones anuales en al menos un 16 % de aquí a 2030. No se trata de un logro menor.

Pero con recursos como la herramienta de IFC para descarbonizar el cemento —desarrollada con aportes de expertos de la industria y aprobada por la Academia Europea de Investigación del Cemento—, la descarbonización de la industria pesada está más cerca de hacerse realidad. 


Femi Akinrebiyo

Gerente, Manufacturas Mundiales y Financiamiento para Proveedores en el Comercio, IFC

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