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El sistema educativo en Siria es una víctima del conflicto que afecta al país; los profesores y estudiantes sirios han sido desplazados, junto con sus familias, y muchos niños refugiados no han asistido a la escuela durante varios años. De los casi 340 000 sirios de entre 6 y 17 años, que han sido registrados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en el Líbano, aproximadamente el 45 % asiste a escuelas públicas libanesas. El resto recibe educación en establecimientos privados y semiprivados y enseñanza no formal.
El Líbano ha realizado grandes esfuerzos para afrontar este “torbellino” de niños. Las escuelas públicas crearon una segunda jornada en la tarde para recibir a los estudiantes refugiados en enero de 2014. El sistema de doble turno ha aumentado de manera importante el acceso a los servicios educativos y, al mismo tiempo, ha dado cierto grado de estabilidad a la comunidad libanesa que acogió a los refugiados.
Los resultados de estos esfuerzos son notables. La cantidad total de estudiantes sirios en escuelas públicas libanesas, excluyendo a alumnos de enseñanza preescolar y de jardines infantiles —149 565— representa alrededor de la mitad del número total de estudiantes en las escuelas públicas —315 326—, según datos recopilados por ACNUR y el Ministerio de Educación y Educación Superior del Líbano. Se estima que 3000 estudiantes sirios se encuentran también matriculados en instituciones de educación técnica y profesional.
Pese a estos esfuerzos, datos disponibles en la actualidad indican que cerca de la mitad de los niños sirios que viven hoy en el Líbano trabaja o no participa en ninguna actividad de aprendizaje. Gran parte del progreso registrado hasta la fecha se ha producido en los primeros años de la educación formal: la mayoría de los refugiados sirios que asisten a la escuela cursa entre el primer y el noveno grado, en tanto que los niños refugiados sirios de mayor edad tienen probabilidades mucho más bajas de acceder a la educación en el Líbano. Menos del 10 % de los refugiados sirios en edad de asistir a la escuela secundaria está en las aulas.
El Ministerio de Educación del Líbano preparó la estrategia Brindar educación a todos los niños, (PDF, en inglés) (i) que ofrece un marco a los donantes y asociados para invertir en la educación de los refugiados sirios y, al mismo tiempo, fortalecer el sistema de educación pública del Líbano y beneficiar a las comunidades de acogida. El Banco Mundial junto con UNICEF, ACNUR, donantes como el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID), y otros organismos han trabajado con el Ministerio para aumentar el acceso y continuar ampliando la tasa de matriculación y también tratar de mantener y mejorar la calidad del sistema educativo.
Con menos de 1 de cada 10 refugiados sirios de 15, 16 o 17 años matriculados en la educación secundaria o en la educación técnica y profesional, existe un riesgo real de perder a una generación de profesionales calificados. Será muy difícil para esta generación de niños sirios reingresar a la enseñanza formal y llegar a ser doctores, ingenieros o profesores, negando a Siria el capital humano que necesitará durante el periodo de reconstrucción. Las tasas de matrícula asimismo son bajas en la educación preescolar, donde las inversiones tempranas dan lugar a sustanciosos beneficios. También se registran bajos niveles de educación preescolar y educación secundaria entre la población libanesa que acogió a los refugiados, especialmente entre los más pobres.
El Banco Mundial está entregando tanto asistencia de emergencia a corto plazo como apoyo financiero y técnico a mediano plazo al Gobierno del Líbano para enfrentar estas necesidades urgentes en materia de educación. El Proyecto de emergencia para la estabilización del sistema educativo, por un monto de USD 32 millones (dólares estadounidenses), usa fondos de donaciones para apoyar el funcionamiento de las escuelas públicas libanesas y mejorar la calidad del entorno de aprendizaje en ellas. La iniciativa llamada en inglés “Research for Results” combina la investigación sobre la prestación de servicios de educación y el análisis de todo el sistema con un plan de comunicación y participación de las partes interesadas. Y en respuesta a la Conferencia sobre Siria realizada en Londres en febrero pasado, el Banco Mundial se prepara para aumentar su respaldo al nuevo plan RACE 2017-2021, junto con otros donantes y asociados nacionales e internacionales.
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