En una ceremonia celebrada en el Día Mundial del Agua, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton y el presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert Zoellick firmaron un acuerdo para combinar la experiencia del Banco Mundial y la tecnología del gobierno de EE. UU. para promover una mayor aprovechamiento del uso del agua en un mundo, en donde ese recurso es cada vez más incierto.
"La crisis mundial del agua es una crisis de salud, es una crisis agrícola, también económica, del clima y cada vez más, una crisis política", dijo Clinton ante una audiencia integrada por representantes de organizaciones no gubernamentales, de la sociedad civil y funcionarios del Banco Mundial que se reunieron para celebrar el Día Mundial del Agua en la sede del Banco en la ciudad de Washington.
El Memorando de Entendimiento (MOU) allanará el camino para una colaboración más estrecha entre el gobierno de los EE.UU. y el Banco que "impulsará un cambio de alto impacto" en los recursos del agua, indicó al jefa de la diplomacia estadounidense.
El MOU permitirá al Banco trabajar más fácilmente con expertos de 17 agencias gubernamentales y departamentos del gobierno estadounidense, incluyendo la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y la agencia espacial, NASA.
Partes del convenio firmado ya están en marcha. Por ejemplo, un proyecto del Banco Mundial está aportando datos de la NASA a cinco países en el Oriente Medio, para ayudarles a gestionar mejor sus recursos hídricos. Según el acuerdo, la NASA comparte su tecnología y sus mediciones de aparatos telemétricos para permitir la gestión de tales recursos hídricos.
El MOU también busca fomentar la "complementariedad" en los proyectos y programas de agua, movilizar capital local y las asociaciones público-privadas para proyectos de infraestructura de agua y el desarrollo. También promoverá enfoques comunes para ayudar a los países a adaptarse al cambio climático.
Todos los días, cerca de 900 millones de personas beben y lavan sus utensilios con agua que no es potable. Casi 6 000 personas, la mayoría niños, mueren todos los días de enfermedades prevenibles relacionadas con el agua. Para el 2025, dos tercios de la población mundial - incluyendo a personas en países desarrollados – vivirán en zonas con estrés hídrico, dijo Clinton.
El Grupo del Banco Mundial está ayudando a equilibrar la competencia que tienen algunos países por la demanda de agua para la agricultura, la energía, sus habitantes y el medio ambiente.
El Banco es la mayor fuente de financiación externa para la gestión del agua en los países en desarrollo, el año pasado, dedicó US$5 700 millones de dólares al financiamiento de iniciativas de agua, los cuales beneficiaron a más de 60 millones de personas.
"Esperamos aprovechar el conocimiento, la tecnología y las mejores prácticas que están compartiendo para ayudar a vincular a los expertos de EE.UU. con los países en desarrollo", dijo Zoellick.
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