El objetivo del Banco Mundial al poner en marcha la Iniciativa Datos de libre acceso sobre el clima y el Portal de Conocimientos sobre el Cambio Climático en diciembre pasado, era facilitar la disponibilidad de los datos esenciales relacionados con el clima a la comunidad del desarrollo y a otros que intenten abordar los difíciles desafíos que plantea un clima cambiante.
Como se señaló en el evento de puesta en marcha, poner los datos a disposición del público es “una de las medidas fundamentales para fortalecer la capacidad de adaptación al cambio climático”, cuando los países consideren una serie de medidas para proteger los ecosistemas, la infraestructura clave y la adaptación de sectores económicos fundamentales como el agua y la agricultura.
La disponibilidad de datos es, sin embargo, solo una pieza del rompecabezas.
Por ejemplo, aunque el Portal de Conocimientos sobre el Cambio Climático ayuda a los usuarios a interpretar los datos climáticos en el contexto del desarrollo, no proporciona soluciones por sí mismo para todos los sectores o usuarios.
Entonces, ¿qué se puede hacer para fomentar la transformación de los datos en soluciones y herramientas de toma de decisiones simples e innovadoras que aceleren el desarrollo con capacidad de adaptación al cambio climático?
La necesidad de acelerar esta transformación impulsa el concurso Aplicaciones para el Clima, una competencia de innovación actualmente en marcha y que se extiende hasta el 16 de marzo de 2012.
El concurso alienta a personas u organizaciones (los empleados del Banco Mundial no pueden participar) a crear “aplicaciones” ─un término deliberadamente ambiguo para nombrar desde un sitio web hasta una aplicación móvil o un widget─ para los datos sobre el clima y presentarlas en este concurso.
Los ganadores, según lo determinado por un panel de jueces, recibirán premios de hasta US$15.000, junto con el reconocimiento público por sus esfuerzos.
Los concursos de este tipo son herramientas cada vez más populares para que las organizaciones alienten el pensamiento innovador y el compromiso más allá de sus audiencias tradicionales.
Por ejemplo, Aplicaciones para el Desarrollo, el concurso del Banco Mundial en el que se basa Aplicaciones para el Clima, recibió más de 100 presentaciones en 2011, muchas provenientes de países en desarrollo.
¿Valen la pena los concursos de aplicaciones?
Obviamente, no esperamos que la competencia produzca una “solución infalible” para abordar el desarrollo con capacidad de adaptación al clima.
Pero si sus predecesoras sirven de guía, las aplicaciones para el clima podrán producir algunas innovaciones interesantes y útiles.
Por ejemplo, el trabajo ganador del Concurso Aplicaciones para el Desarrollo del año pasado se ha incorporado en la Plataforma EdStats del Banco Mundial.
Es muy posible que algunas ideas presentadas al Concurso Aplicaciones para el Clima puedan ser utilizadas para mejorar iniciativas como el Portal de Conocimientos sobre el Cambio Climático.
Sin embargo, las nuevas aplicaciones son apenas el comienzo. El beneficio más duradero es la oportunidad de incorporar la comunidad diversa y altamente motivada de académicos, tecnólogos y empresarios que aprovechan las iniciativas de datos abiertos dentro del Banco y en todo el mundo.
Esta comunidad está creando soluciones participativas a problemas que van desde lo muy local, como la fijación de baches, a lo muy global, como la supervisión de las elecciones y la orientación de la asistencia en casos de desastres.
Gracias a los medios de comunicación social, las buenas ideas se extienden rápidamente, creando un círculo virtuoso de innovación y progreso.
Mientras tanto, las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, lo que vuelve mucho más urgente la necesidad de soluciones efectivas de mitigación y adaptación.
Si el mundo tiene alguna esperanza de evitar los peores efectos del cambio climático, se necesitará un ejército de innovadores que puedan identificar las oportunidades, crear soluciones y difundir los conocimientos y resultados a los diferentes actores de la sociedad con una velocidad extrema.
También es necesario que los empresarios de datos ayuden a mejorar el propio trabajo dentro del Banco Mundial. El mes pasado se realizó un almuerzo de trabajo (i) centrado en los datos abiertos sobre el clima, uno de cuyos objetivos era fomentar el diálogo entre los expertos en clima y los expertos en software y explorar las oportunidades para que trabajen juntos.
Un tema recurrente fue la necesidad de mejorar los datos sobre el clima, las maneras de entender la adaptación, los enfoques para la recolección de datos y las metodologías. También se necesitan mejores maneras de comunicarse con los datos disponibles e identificar las brechas y deficiencias que deben mejorar.
Los concursos ─basados en conjuntos de datos abiertos─ son oportunidades para evaluar qué información es más útil, cuál podría mejorar, cuál necesita traducción y contexto para una adopción efectiva y cuál sería realmente útil si estuviera disponible.
La comunidad de datos abiertos, que incluye a los consumidores y productores de datos, no solo puede plantear cuestiones importantes, sino ayudar a proporcionar soluciones reales.
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