Trás el campanazo se disparó una respuesta.
El Banco Mundial aumentará su financiamiento en salud y educación hasta por U$7.000 millones.
El Informe de seguimiento mundial dejó claro esta semana que si no se tomaban medidas rápidas una crisis humana podría dispararse al tiempo que mostraba un pronóstico oscuro sobre la posibilidad de cumplir con los objetivos de desarrollo del milenio relacionados a la educación y la lucha contra el VIH/SIDA.
Se teme que los países que resisten la crisis recorten sus gatos en servicios básicos, y según un estudio ya se ha visto que algunas naciones están teniendo dificultades para suministrar medicamentos a personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana.
“No podemos darnos el lujo de tener una generación ‘perdida' como consecuencia de esta crisis”, dijo Joya Phumaphi, vicepresidenta de Desarrollo Humano del Banco Mundial y ex ministra de Salud de Botswana. “Es esencial que los países en desarrollo y los donantes de asistencia actúen sin demoras para proteger y ampliar el gasto destinado a salud, educación y otros servicios sociales básicos, y dirigir estos esfuerzos de modo tal de verificar que lleguen a los grupos más pobres y vulnerables”.
También, según experiencia pasada, las familias que repentinamente se enfrentan al desempleo y la pérdida del salario sacan a sus hijos, en particular a las niñas, de la escuela. Según el estudio titulado Cómo evitar la crisis humana durante la contracción de la economía mundial, la observación de las crisis anteriores muestra que las transferencias monetarias condicionadas, como las del programa Oportunidades de México, pueden contribuir a mantener a los niños en la escuela.
Ayer por la noche, Agustín Carstens, secretario de Hacienda de México y Robert B. Zoellick, presidente del Grupo del BM subscribieron un préstamo de US$ 1.500 millones para fortalecer el programa Oportunidades. Oportunidades pretende mejorar la salud y la educación de cinco millones de familias mexicanas que reciben los beneficios de este programa social.
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