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Cómo poner en práctica el concepto de “innovación abierta” en los Gobiernos municipales

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Ciudad sustentableLas autoridades municipales enfrentan desafíos cada vez más difíciles. A medida que aumentan las tasas de urbanización, las ciudades tienen que responder a una demanda más alta de servicios por parte de una población más numerosa y densamente distribuida. Por otro lado, los cambios rápidos en la economía mundial afectan a las ciudades que tienen dificultades para adaptarse a estos cambios, lo que a menudo redunda en una depresión económica y un éxodo poblacional.
 


“Innovación abierta” es el último concepto de moda que circula en los foros sobre cómo abordar el volumen y la complejidad cada vez mayor de los problemas que encaran las ciudades y los Gobiernos en general.

Pero, ¿qué es la innovación abierta?

Tradicionalmente, un grupo de funcionarios gubernamentales diseña e implementa los servicios públicos. La innovación abierta nos permite diseñar estos servicios con la participación de múltiples actores, incluyendo quienes se benefician con ellos, lo que da como resultado servicios más específicos y mejor adaptados y con frecuencia puestos en marcha mediante una asociación con estas partes interesadas. La innovación abierta permite a las ciudades ser más eficientes en la prestación de los servicios  y, al mismo tiempo, abordar la creciente demanda y la mayor complejidad de los servicios que se deben entregar.

Nueva York, Barcelona, Amsterdam y muchas otras ciudades han estado experimentando con este concepto e incorporando desafíos para que los empresarios aborden problemas comunes o invitando a las partes interesadas a participar en la creación conjunta de nuevos servicios. La innovación abierta ha pasado de ser un “concepto de moda” a convertirse en otro instrumento del conjunto de herramientas con el que cuentan las autoridades municipales.

Sin embargo, incluso las ciudades que adoptan la innovación abierta aún no logran implementarla, excepto en unas escasas áreas específicas. Esto es comprensible, ya que introducir el concepto de la innovación abierta requiere prácticamente una nueva manera de hacer las cosas por parte de los Gobiernos municipales, que tienden a ser organizaciones complejas y burocráticas.

No basta contar con un alcalde participativo para generar este tipo de transformación. Para cambiar el comportamiento de las autoridades municipales es necesario que ellas manifiesten su apoyo; no se puede hacer de manera vertical.

Hemos estado introduciendo el concepto de la innovación abierta en las ciudades y los Gobiernos de Chile, Colombia, Egipto y Mozambique durante los últimos tres años. Hemos abordado desafíos específicos y hemos diseñado y puesto a prueba reiteradamente una metodología sistemática para introducir la idea de la innovación abierta en el Gobierno a través de enfoques de “arriba hacia abajo” y de “abajo hacia arriba”. Hemos probado esta metodología en Colombia (Cali, Barranquilla y Manizales) y en Chile (en el área metropolitana del Gran Concepción). Hemos identificado a “promotores internos” (a saber, funcionarios gubernamentales que apoyan la nueva metodología) y partes interesadas externas organizadas en un “centro de innovación” que proporciona sostenibilidad y capacidad de ampliación a largo plazo de las intervenciones. Creemos que esta metodología se puede aplicar fácilmente a otras entidades gubernamentales, distintas de las ciudades, a nivel regional y nacional.

Para catalizar la innovación abierta, la metodología se vale de cuatro componentes:

  1. Un taller de diseño conjunto de soluciones tecnológicas para los desafíos locales y municipales en uno o más sectores de la ciudad.
  2. Un diagnóstico, una visión y un plan de trabajo para apoyar las soluciones en materia de innovación abierta y tecnologías para los servicios locales y municipales.
  3. Una competencia para crear de manera conjunta soluciones para los desafíos de sectores seleccionados.
  4. Un taller de creación conjunta de un plan estratégico para el desarrollo de un centro local de innovación con un programa de innovación abierta para los sectores seleccionados. Estos componentes implican talleres interactivos, y ejercicios de diagnóstico y de cocreación.
 
Para entender cómo funciona la metodología en la práctica, describimos en este informe (PDF, en inglés) el proceso y los resultados de su aplicación en el área urbana del Gran Concepción (Chile). Para esta actividad, se seleccionó al sector del transporte urbano y los objetivos de la intervención fueron los departamentos del Gobierno regional y municipal responsables del transporte urbano en el área del Gran Concepción. La actividad en Chile tuvo tres impactos:
  1. Alcanzó sus objetivos en el Gran Concepción y demostró que la metodología es eficaz;
  2. Catalizó la adopción del modelo smart city de abajo hacia arriba, siguiendo esta nueva metodología en todo Chile, y
  3. Amplió la implementación y la incorporación de las metodologías desarrolladas y puestas a prueba mediante esta actividad en otros proyectos del Banco Mundial.
Mayor información acerca de esta actividad en Chile se puede encontrar en la página web de Smart City Gran Concepción.

Si desea saber más sobre cómo llevar a cabo este proceso en su trabajo, puede participar en este evento (i) en la ciudad de Washington el 26 de mayo. Y si no puede asistir en persona, comparta en la sección de comentarios sus experiencias con mecanismos de innovación abierta y cambios de comportamiento en organizaciones grandes y complejas.

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