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David Wilson del Banco Mundial responde preguntas con ocasión del Día Mundial del Sida

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Para conmemorar el Día Mundial del Sida el 1 de diciembre, le pedí a David Wilson, director del Programa Mundial de Lucha contra el VIH/Sida del Banco Mundial, que nos diera sus opiniones sobre el estado de la epidemia, las nuevas estrategias para llegar a las poblaciones en situación de riesgo de contraer el VIH y las enseñanzas extraídas de las medidas adoptadas contra el sida que podrían aplicarse a la actual epidemia del ébola en África occidental.


P.: En el Día Mundial del Sida 2014, ¿cómo describiría la situación actual de la epidemia?
 
R.: En primer lugar, hay mucho que celebrar. Hemos observado avances científicos significativos contra el sida, incluso en el último año, cuando se han encontrado nuevas pruebas de estrategias eficaces de prevención del VIH. Desde 2001, las nuevas infecciones han disminuido en un tercio y los tratamientos han aumentado en 40 veces. Es importante tomarse un tiempo y reconocer estos logros.
 
Sin embargo, las nuevas infecciones siguen siendo alarmantemente altas en muchas comunidades, por ejemplo entre las niñas y mujeres jóvenes en África al sur del Sahara. La prevalencia del VIH es 28 veces mayor entre personas que se inyectan drogas, 12 veces mayor entre los trabajadores sexuales, 19 veces mayor entre los hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres y hasta 49 veces más alta entre las mujeres transgénero que en la comunidad en general. Todavía tenemos mucho que hacer para ofrecer a estos grupos programas de prevención eficaces.
 
Las niñas y las mujeres jóvenes menores de 25 años corren un mayor riesgo. Ellas representan una cuarta parte de las nuevas infecciones con el VIH en África al sur del Sahara. Cada semana, 2500 niñas y mujeres jóvenes se infectan solo en Sudáfrica.
 
P.: ¿Qué nuevas estrategias de prevención del VIH le parecen más interesantes?
 
R.: En el último mes, dos estudios de PrEP (profilaxis previa a la exposición) —o el uso de medicamentos contra el sida como Truvada que previenen que las personas se infecten con el VIH—, se detuvieron de manera anticipada porque su efecto protector era demasiado alto para permitir que los estudios continuaran. Entonces, eso es un avance muy esperanzador.
 
P.: ¿Qué estudios ha realizado el Banco para contribuir a nuevos conocimientos sobre la prevención del VIH?
 
R.: Además de estudios previos en Tanzanía y Malawi, el Banco Mundial completó recientemente una investigación que muestra que las transferencias de efectivo reducen las infecciones de transmisión sexual y de VIH entre los hombres y mujeres jóvenes en Lesotho. También pusimos en marcha un estudio para comprender mejor el papel de las transferencias de efectivo en la prevención del VIH en Swazilandia, el país con la tasa más alta de prevalencia del VIH en el mundo.
 
Me gustaría vincular la PrEP con las transferencias de dinero. En los lugares donde la PrEP ha fracasado se ha debido a que la aceptación del tratamiento (tomar las píldoras según sea necesario) ha sido baja. Es posible combinar la PrEP con las transferencias de efectivo entre las poblaciones clave y las jóvenes en los contextos más afectados, reforzando el cumplimiento de la PrEP a través de las transferencias de efectivo, las cuales también pueden tener un efecto directo adicional en la protección de las personas.
 
El uso simultáneo de la PrEP y la entrega de transferencias de efectivo podría reducir significativamente las nuevas infecciones con el VIH, por ejemplo, entre las niñas y mujeres jóvenes en África.
 
P.: En los últimos meses, la comunidad mundial del sector de la salud ha dirigido su atención a contener la epidemia del ébola en África occidental. ¿Qué enseñanzas extraídas de las medidas adoptadas contra el sida se pueden aplicar a la actual crisis del ébola?
 
R.: Hay algunas similitudes y también grandes diferencias entre las dos enfermedades. Algunas lecciones se han aprendido; otras no. Una enseñanza que ha dejado el sida es que se necesita responder con rapidez. La respuesta mundial a esta enfermedad fue demasiado lenta. La respuesta mundial al virus del Ébola, incluyendo las medidas del Banco (con fondos desembolsados en nueve días, un tiempo récord en la historia del Banco) ha sido mucho más rápida.
 
Una lección que no hemos aprendido aún es que se requiere tener sistemas de salud sólidos que apoyen las medidas que se adopten para enfrentar las enfermedades, incluidas las respuestas a nuevas enfermedades. Así como los sistemas de salud hace una década eran inadecuados para apoyar el tratamiento del sida, los sistemas de salud de hoy en día no han respondido apropiadamente al ébola en los países más afectados. La creación de sistemas de salud que funcionen es especialmente crucial en los países que salen de un conflicto. Es sorprendente que los países que han salido de conflictos en África occidental han tenido dificultades para contener el ébola, mientras que sus vecinos que han disfrutado muchos años de paz han sido capaces de frenar la propagación del virus.
 
Siga al equipo de Salud del Banco Mundial vía Twitter en @worldbankhealth.
 
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Autores

Julia Ross

Senior Communications Officer

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