El sector privado ha sido durante mucho tiempo un asociado clave del Grupo del Banco Mundial, proporcionando los bienes y servicios requeridos a los países que los necesitan y, al mismo tiempo, estimulando las economías a través de la creación de nuevos empleos.
Las empresas se han beneficiado de los contratos financiados por el Grupo del Banco Mundial y por una mejor imagen y mayor credibilidad que provienen de la labor que se realiza en proyectos que ayudan a servir al bien común.
Lo que debería ser una relación mutuamente ventajosa se puede deteriorar rápidamente cuando la corrupción entra en juego. La lista en Internet de las compañías que han sido inhabilitadas por el Grupo del Banco Mundial, que actualmente llegan a 634 entidades, deja claro qué empresas han violado las políticas de la institución. Este listado tiene por objetivo “poner en evidencia”, a mucho pesar de esas firmas y de los países en los cuales tienen sus oficinas centrales y que son miembros del Grupo del Banco Mundial.
Aunque hemos mantenido durante mucho tiempo que los sobornos son negativos para los negocios, las empresas no siempre están convencidas de ello. Sin embargo, hoy en día más firmas —en particular las que recientemente han soportado escándalos— están transmitiendo dicho mensaje y a menudo con mayor repercusión.
“Las empresas que han tenido, y han enfrentado, un ‘problema ético’ están con frecuencia en mejores condiciones de evaluar de manera objetiva los beneficios de hacer negocios de manera limpia”, dice un exparticipante del Programa de Revelación Voluntaria de la Información del Banco Mundial.
Él añade: “Las malas prácticas pueden asegurar un contrato, pero garantizar una ganancia aceptable en ese contrato en particular —y en los posteriores— se hace más difícil. En definitiva, es insostenible, a menos que se usen los contratos ‘buenos’ para sustentar los costos que se relacionan con la adjudicación y la ejecución de los contratos ‘malos’. Según nuestra experiencia, cuando los malos clientes saben que usted solo hará negocios de manera limpia, ellos no pedirán sobornos, o simplemente no lo invitarán a participar en el proceso de licitación”.
Mabey Bridge es la única compañía en el Programa de Revelación Voluntaria de la Información del Banco Mundial que ha renunciado al anonimato. Sufrió las consecuencias de una investigación de ética empresarial, que incluyeron una baja en sus transacciones comerciales, la pérdida de empleos y un daño a su prestigio. El director ejecutivo, Chris Droogan, informó que su empresa tomó medidas inmediatas para afianzar principios éticos en sus operaciones, reestructurar su directorio y establecer un sólido sistema antisobornos.
Otras firmas fueron obligadas a solucionar problemas de gestión empresarial que eran objeto de la atención pública y, con el fervor de los “convertidos”, algunas aparentemente han resurgido con mejores niveles de reputación. Ante una creciente controversia sobre pagos sospechosos, Siemens buscó asegurar su supervivencia a través de rápidos cambios en el personal, la organización y la cultura de la empresa. Después que el Banco Mundial inhabilitara por cuatro años a su filial rusa y la firma de un acuerdo de US$100 millones para apoyar esfuerzos contra la corrupción, la actual cooperación de Siemens con las investigaciones del Banco Mundial debería ayudar a que más empresas e individuos involucrados en actos de corrupción asuman sus responsabilidades.
El caso de Siemens es una señal de alerta para las compañías en todos los lugares del mundo de que el riesgo de ser objeto de acusaciones, multas, inhabilitaciones y daños a la reputación puede golpear duramente sus balances. Por supuesto, las mayores pérdidas las sufren las personas, especialmente en las áreas que tienen necesidades urgentes de infraestructura, salud, educación y de otros proyectos para romper el ciclo de la pobreza. El dinero que llega a los bolsillos de los corruptos es dinero que no se puede destinar al desarrollo.
Las acciones de grandes empresas sin duda influyen en sus competidores, y pueden tener efectos positivos en todos los sectores. La editorial Macmillan fue inhabilitada por el Grupo del Banco Mundial en 2010, lo que indirectamente provocó que Oxford University Press (OUP) examinara sus propias operaciones. OUP, finalmente, acordó con el Grupo del Banco Mundial la inhabilitación de dos de sus unidades por actos de corrupción y un pago de US$500 000. (También pagó casi 1,9 millones de libras esterlinas —US$3,2 millones— en multas en el Reino Unido, a raíz de la intervención de la Oficina de Fraudes Graves).
El director ejecutivo aseguró que la compañía se comprometerá a seguir los estándares éticos más altos y reforzar su programa de cumplimiento de los mismos.
Matthew Herrington, socio de Steptoe & Johnson en la ciudad de Washington, ha representado a una serie de firmas que han enfrentado acciones legales bajo la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero de Estados Unidos. Herrington dijo que ha visto un “cambio revolucionario” en la última década. Según él, la gestión de riesgos se ha convertido en una preocupación principal para los ejecutivos y la cultura empresarial está cambiando en conformidad con esta tendencia. “Cada vez más, un factor importante relacionado con el cumplimiento está siendo considerado en la remuneración de los directivos”.
Las empresas mencionadas anteriormente ya están funcionando de nuevo y están listas para participar en licitaciones de proyectos financiados por el Banco Mundial. Aún queda por ver si podrán seguir realizando operaciones limpias indefinidamente. Andreas Pohlmann, un antiguo experto en materia de cumplimiento en Siemens y que ahora trabaja en la empresa canadiense SNC-Lavalin, comparte su perspectiva, señalando que “las firmas, una vez que enfrentan una crisis de cumplimiento, aprenden a la fuerza y se dan cuenta que la buena gestión empresarial y ser un buen ciudadano son la base del éxito de una empresa sostenible”.
El elevado nivel de cumplimiento de las empresas no es una panacea para luchar contra la corrupción en el campo del desarrollo. La inestabilidad que se está propagando en el mundo es otra faceta de un problema que de por sí ya es complejo. No se puede negar el vínculo entre la corrupción y la falta de estabilidad y su impacto agobiante en las tareas de desarrollo. Siempre serán de suma importancia los Gobiernos prudentes, las instituciones fuertes y el respeto del Estado de derecho.
Este artículo se públicó primero en el blog de la FCPA (i)
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